Es noble y brillante como el sol, triste y rota como una copa en desolación, más con corazón de piedra, duro y resisitente ante la advercidad, brilla como el día y llora en compañia de las sombras de la noche. Una gran guerrera con el alma rota como el cristal, pero resistente como un diamente, asi es la ardiente estrella que mis ojos conteplan entre los silencios del corazón.