Capitulo 2

Sintió que la movían de un lado a otro hasta que abrió los ojos para darse cuenta que el causante de su molestia era Liam.

-— Levántate ya, llegaremos tarde— dijo moviéndose en la habitación para abrir las cortinas. Ya estaba vestido con un jean y una sudadera que parecía ser del equipo de la escuela.

— Está bien— dijo con pereza frotándose los ojos. En realidad no se acordaba que la habían matriculado antes de llegar.

Cuando bajó las escaleras ya lista, solo vio a su hermano sentado en la isla de la cocina desayunando.

— ¿Dónde está papá?— preguntó.

— Se tuvo que ir temprano— Respondió alzando los hombros restándole importancia, ante la mirada interrogante de la chica, siguió— cosas del trabajo— dijo suspirando mientras tomaba su jugo—  te espero en el auto, date prisa— dijo saliendo de la casa.

Desayunó y se lavó los dientes, corrió para salir de la casa cerrando con llave, cuando vio la calle no habia señales del auto, ¿Dónde podria haber estacionado?, miro a todos lados esperando que apareciera pero no lo hizo, por el contrario apareció el idiota con motocicleta saliendo de su garaje, simplemente genial, nótese el sarcasmo.

— ¿Qué haces ahí parada? — gritó saliendo con su moto del garaje de su casa. Ella solo se dedicó a rodar los ojos, le caia tan mal.

— Piérdete— le dijo con mal humor, el estúpido de su hermano era obvio que la había dejado tirada.

— Tu hermano y yo tenemos examen a primera hora, no podemos llegar tarde.

— Y que esperas para largarte ya vas veinte minutos atrasado si quieres llegar a tiempo—le dijo con la intención de que se marchara y la dejara en paz.

— Por suerte tengo a mi bebé podría llegar en cinco minutos si quiero— dijo tocando su moto.

— Buen dato, ojalá te hubiese preguntado— le dijo con una sonrisa falsa.

— Podría llevarte, ya sabes, primer dia, no es bueno dar una mala impresión—dijo ignorando su comentario anterior.

— No me subiría contigo jamás en esa cosa, ni con todo el alcohol del mundo— 
le dijo cruzándose de brazos.

Max solo se encogió de hombros poniéndose el casco y prendiendo la moto para irse a toda velocidad. Genial, pensó ella , era su primer día no sabia donde quedaba la escuela y para terminar tenia que irse caminando. Se puso a reflexionar sobre sus dos alternativas, la primera era caminar en la dirección que se fue el idiota o la segunda volver a entrar y seguir durmiendo. Decidió optar por la primera opción, nueva vida, decisiones responsables, comenzó a caminar en la dirección que se fue Max, ya sabia que iba tarde, el regaño iba a ser el mismo asi que caminaba lentamente, preguntándole a varias personas que vio en el parque pudo ubicar la dirección en la que estaba la escuela, cuando de repente comenzó a llover, esto no le podía estar pasando , apresuró el paso pero la lluvia caía mas fuerte mojándola por completo, al fin pudo visualizar el letrero con el nombre de la escuela y entró mojando los pasillos, gracias al universo que estaba vacío, todos debían estar en clase.

— Hola, tú debes ser una de las nuevas— le dijo una mujer de avanzada edad— pero miras como te ha dejado esta tormenta, deberías saber que aquí el clima no es fijo, eso lo pude notar, pensó ella-acompáñame a mi oficina, te voy a dar tu horario y tu casillero.

Después de salir de la oficina de esa mujer angustiante, se dirigió a su casillero, obviamente seguía empapada por la lluvia, muriéndose de frio, al llevar ropa de clima caluroso. Iba a abrir el casillero cuando escucho una fastidiosa voz.

— Hey, así no nos bañamos aquí, es sin ropa y en una ducha, deberías civilizarte un poco— dijo burlonamente.

— Voy a empezar a creer que me estás acosando— dijo cerrando el casillero y viéndolo recostado en de al lado.

— Que más quisieras— dijo con una sonrisa lobuna.

— ¿No tenías examen? — dijo mirando a Max de reojo mientras empezaba caminar, no sabia a donde se dirigía pero no lo iba a demostrar.

— Tengo permiso para estar en el baño
— dijo siguiéndola.

— Creo que estas ciego o eres imbecil, no estoy viendo el baño en ninguna parte.

— Es que me confundí pensé que eran las duchas— sonrió abiertamente

— Eres un completo fastidio, Maximiliano— dijo gruñendo.

— Eres un completo encanto, Margaret—dijo guiñándole el ojo y dirigiéndose a otra dirección.

Diez minutos después ya estaba medio seca y presentable, alcanzó a encontrar el salón de matemáticas que era la tercera hora de clase de ese día, entró y vio que el profesor no había llegado, se dirigió a los puestos de atrás y se sentó ya habían varias personas hablando y otras molestando, definitivamente este pueblo no le termina de gustar simplemente porque sentía que todo le comenzó a salir mal desde el primer día , que podía esperar a final de año.

La clase se comenzó a llenar hasta que ultimo asiento vacío que era el que estaba a su lado se sentó un chico, tenía el cabello rizado, ojos chocolates delgado y alto, era guapo, vestía todo de negro, el chico sintió la mirada y se la devolvió ella solo se hizo la desentendida y miró al frente.