Al despertar me levanté rápidamente de la cama esperando ver el peor de los casos, pero no fue así, yo estaba entero y en realidad solo estaba ahí una chica alta, de complexión delgada, una piel tan blanca y el cabello castaño, con ojos grandes y vestida con una bata, observándome a través de un cristal que dividía las camillas como cuartos individuales, pero su mirada no era normal, ella me miraba como si se preocupara por mí, nunca me había sentido tan raro.
Enseguida llegó la enfermera junto con 2 policías, que se veían con algo de prisa, la enfermera me indicó que me volviera a acostar y me senté sobre la cama, los 2 agentes se volvieron hacia mi y se sentaron en 2 pequeños bancos que estaban junto a la camilla.
— Buenos días amigo, te queremos hacer algunas preguntas, ¿podrías ayudarnos?
— Claro que si— le respondí.
— ¿Sabes qué fue lo que sucedió exactamente? — me pregunt uno de ellos con un tono algo preocupante.´
— No, no sé qué pasó, solo recuerdo un edificio cayendo sobre mi y una especie de luz.
— ¿Luz?
— Si, una luz blanca muy fuerte, no podía ver nada más.
— ¿Estás seguro de que no recuerdas nada más? —
— Sí, estoy seguro.
— Cuando te recuperes necesitaremos que nos acompañes— me dijo con un tono muy serio, me dio una pequeña tarjeta de presentación y se levantó de su asiento.
— Tengo una pregunta— le dije antes de que se fueran.
— ¿Si?
— ¿Por qué vinieron a preguntarme sobre esto? ¿Pasó algo malo?
— Lo sabrás después— el hombre pasó a retirarse junto con su compañero.
Vi la tarjeta de presentación que me dieron y estaba totalmente en blanco, lo cual me pareció que podría ser una broma, pero aun así la guardé.
Cerca de 3 horas después me dieron de alta en el hospital y me llevaron a casa en una ambulancia que levitaba sobre unas vías especiales para los cuerpos de emergencia. Durante el camino muchas preguntas invadieron mi cabeza, pero si continuaba me iba a volver loco, así que intenté ignorar todo y esperé a llegar a casa.
Al llegar recordé algo que no había pensado en todo este tiempo, ¡¿Cómo estaría mi perro?! ¡No lo saqué de ahí durante el accidente y no le había dejado nada de comida!, entré rápidamente a la casa y lo encontré ahí, sano y salvo dormido en el sillón. Cuando cerré la puerta despertó y salió brincando del sillón para ir a saludarme, era un pequeño schnauzer de color blanco, y se veía algo hambriento, así que fui a ponerle algo de comida en su plato y luego a la cocina para buscar algo de comer, entonces me di cuenta de que varias cosas se habían roto debido al aumento de gravedad del día pasado, así que limpié todo él lugar y al parecer eran bastantes cosas las que se habían roto. Cuando al fin terminé me sentí cansado físicamente, así que fui directo a la cama.
Un sonido me despertó, al parecer era mi alarma para ir a la escuela, lo había olvidado totalmente, era martes y tenía que ir a la escuela, no había hecho mi tarea y ya se me hacía tarde, así que me levante rápidamente y salí corriendo a la escuela.
Llegué a la escuela y me senté rápidamente en mi lugar, al parecer había llegado a la hora justa ya que detrás de mi entró la profesora, todos se sentaron y la profesora dió un aviso.
— ¡Chicos! Tenemos una nueva alumna y me gustaría presentársela, es una estudiante de intercambio que viene desde Rusia y quisiera que se lleven bien. ¡Por favor pasa!
Entonces entró por la puerta esa chica, aquella a quien había salvado en aquel momento, o al menos eso creía, no estaba del todo seguro...
— Preséntate por favor— le dijo la profesora.
— ¡Muy buenos días, mi nombre es Karin Gardner y soy su nueva compañera! — dijo ella con un tono muy seguro.