Antes de crear los personajes hay que conocer cómo se dividen y que función tiene cada uno en la historia, ya en el esquema mencione los nombres, pero no la deficinion de ellos, así que este capítulo se lo dedicaremos a ellos y luego entraremos a como lo crearemos.
Según su participación en la historia:
Principales: aquellos sobre los que se desarrolla la trama principal, es decir, quienes lideran las diversas narraciones que la componen.
Entre ellos se encuentran:
El Protagonista: es el centro de la historia, si queremos que la historia sea creíble debemos ponerlo por encima de la trama.
Pueden ser héroes, antihéroes o simplemente protagonistas circunstanciales, pero sobre ellos versa el relato y rara vez éste puede continuar si ellos mueren o han desaparecido.
El antagonista: su función es oponerse a los deseos del protagonista. Son aquellos que adversan al protagonista, que se oponen a que cumpla con sus aspiraciones o que simplemente tienen deseos contrarios a los suyos.
Una historia es tan buena si el protagonista y el antagonista lo son.
Secundarios: son aquellos que tienen por función dar apoyo o soporte a los protagonistas y antagonistas. En este sentido, complementan a los personajes principales. Estos deben crearse teniendo en cuenta al protagonista.
Terciarios: son aquellos cuya importancia es menor, sus apariciones pueden ser de dos a tres veces en la historia. Son personajes incluidos para una broma, complemento y relleno del trama de un capítulo.
Según su rol
Tritagonistas: Son los personajes que no toman partido en la historia, sino que la transitan de manera eventual, sin tener que ver con las luchas internas de la trama.
Según su caracterización
Planos: aquellos que no presentan mucha complejidad, ni mucha elaboración en sus motivaciones profundas, sino que son bosquejos de sí mismos.
Redondos: son personajes densamente construidos, con mucho bagaje emocional o psicológico, es decir, más completamente elaborados.
Según su evolución
Estáticos: aquellos que no presentan ninguna evolución a lo largo de la historia, por lo que presentan las mismas características al principio y al final de esta.
Dinámicos: aquellos que se transforman y evolucionan a lo largo de la historia debido a lo que les ocurre en estas.
Según su imagen
Arquetipo: es un personaje que no se ajusta a esos patrones establecidos, y reinventa el estereotipo que teníamos del mismo, añadiendo nuevas características, o modificando las que ya tenía.
Estereotipo: son clichés, personajes o situaciones predecibles. Por ejemplo, un diablo estereotipo es malvado, con cuernos, cola, y tridente. Originalmente un estereotipo era una impresión tomada de un molde de plomo que se utilizaba en imprenta en lugar del tipo original.
Consejo:
¨Se el protagonista o antagonista de tu historia¨
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Editado: 21.04.2021