Life Eternal

CAPITULO 11: Hold Me Tight Or Don´t

>>Desde los ojos de Tyra<<

     Entro al club de Tony, sigue igual, las luces neón, la gente de dudosa procedencia, claramente este lugar es nido de ladrones. Camino entre todos, algunos se retiran al verme pasar, supongo que mi reputación me precede. En la barra como siempre, al pie del cañón, Jade sirve tragos y limpia con una sonrisa de oreja a oreja, en cuanto me ve saluda de lejos, le hago una seña de que entraré al despacho de Tony y ella asiente con la cabeza, ¡Querida! como si te estuviera pidiendo permiso de ver a ese desgraciado. Sigo caminando y abro la puerta, lo veo sentado en su escritorio, tiene un vaso vacío y una botella con la cual empieza a rellenarlo. 

-¿Por qué no me sorprende verte aquí?- Me dice sin voltear a verme, creo que mi presencia no le es grata, cierro la puerta detrás de mí, ahogando el ruido de afuera.

-Tony... que gusto verte de nuevo... - Jalo una de las sillas y justo cuando planeo sentarme frente a él, lo vuelvo a oír hablar. 

-No eres bienvenida, ni tú ni tu concubino ni tus crías...- Dice antes de tomar de su vaso, después de su encantadora descortesía procedo a sentarme como si lo que dijo no me importara. 

-¿Cuál es tu problema contra mí y mi familia?- Cruzo la pierna y espero su respuesta, vacía el vaso de forma rápida y vuelve a llenarlo.

-¿Familia?... te juntaste con Lucifer para engendrar esas aberraciones... - Dice con algo de odio, aprieta el vaso y vuelve a vaciarlo de un solo trago. 

-Tony... ¿qué te ha pasado?...  No es que seamos los mejores amigos, hemos tenido diferencias... pero... no eras así... - Me inclino hacia delante buscando en su rostro la respuesta, él solo clava su mirada en su vaso y cierra los ojos con fuerza.

-Solo vete...- Dice apretando los dientes, creo que está dudando en si hablarme con sinceridad y desahogarse o simplemente seguir escondiendose debajo de ese caparazón, supongo que un par de tragos más harán la diferencia. 

-Tony...entiendo que la caída del Covenant fue demasiado para tí... que de cierta forma te sientes culpable... pero... esto que está pasando es demasiado, ¿por qué tiene tanto poder esa ángel?...- Sigo hablando pese a su negativa en querer entablar una conversación. Levanta su mirada hacia mí.

-¿Por qué?... es ni más ni menos que un integrante del consejo de ancianos... un grupo de antigüos que se encargan de dirigir al Covenant, de organizarlo... son los escogidos por Abel... pero claro... desde que te volviste amiga de Caín tu rechazo al Covenant es más que evidente...- Noto que empieza a arrastrar la voz con forme habla, vuelve a llenar su vaso casi hasta el tope. - Ella tiene todo el derecho de venir y organizarnos como se le de la gana, nos guste o no...- Cuando termina de decir eso empina el vaso por completo, lo bebe sin degustarlo. 

-Bien, entiendo... creo...- Me recargo en el respaldo de la silla y él pega con el vaso en el escritorio. 

-¿En verdad lo entiendes? Yo lo dudo...- Vacía lo poco que queda de la botella en el vaso y la vuelve a colocar en el escritorio con torpeza. -No entiendes nada...- Ve directo al vaso. -Tu pudiste ser una gran inquisidor...-

-Bueno, el detino me tenía preparada otra cosa...- Me cruzo de brazos y veo como empieza a sonreír, parece que lo que dije le causó mucha gracia. 

-Claro... ser la madre de esas abominaciones...- Levanta la mirada hacia mi con repudio.

-¿Qué es lo que te molesta Tony?... ¿Qué esas "abominaciones" tengan más potencial que cualquiera de tus futuros inquisidores?... Seamos sinceros... son mejor que un ángel y que un demonio... son algo que están más allá de nuestra comprensión... y sobre todo no son propensos a ser dominados... ¿eso es lo que te molesta?- Le digo retandolo un poco con mis palabras, veo la indignación en su rostro, parece sorprendido de que le haya dicho todo eso. 

-¿Crees que eso me importa?... Siento lástima por ellos... - Se levanta molesto con su vaso, le vuelve a dar otro trago mientras camina hacia la barra. Me levanto y lo sigo con la mirada, esta vez me siento en el escritorio. -Lo que en verdad me duele es que criaturas tan magníficas quieran ser sometidas por ambas partes... no podrán descansar... todos querrán que se dobleguen... - Se sienta en uno de los bancos y se recarga en la barra, me sorprenden sus palabras, ¿habla en serio?. -Es una raza incomprendida... más allá del bien y del mal... hace siglos hubo un brote de esta especie... pero fueron perseguidos por ángeles y demonios por igual, los buscaban para meterlos como  soldados, losíveian como una oportunidad única para hacer frente a la otra parte... terminarón erradicandolos...- Voltea hacia mí con tristeza en los ojos. -Hasta ahora...- Toma otra botella y se sirve otro trago. -Dudo que tus hijos sean los únicos, supongo que debe de haber muchos más como ellos, más de los que nos imaginamos... pero se mantienen viviendo en la clandestinidad, escondidos incluso de sus propios padres... si tus hijos llegan a ser inquisidores... ¿crees que no llegará algún hijo de puta que quiera su propio híbrido?- 

-Vaya... no creí que esa fuera tu preocupación... - Me toma por sorpresa, en verdad no creí que tuviera esa forma de pensar, pense que odiaba el hecho de la mezcla de dos especies. 

-Jajajajajajaja no pensaba externarlo ¿cierto?... no quería dar más ideas...- Se levanta y ve su vaso lleno de nuevo. 




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