Llegamos a un pequeño aeropuerto, no pasó mucho tiempo de viaje, Pierre se acerca a mí y me ayuda a bajar del avión, en cuanto pongo el primer pie en tierra firme veo unas siluetas en la profundidad de la bodega donde guardaron el avión, tanto Pierre como yo nos ponemos a la defensiva, a estas alturas no es nada raro que todo lo vea como amenaza, pero con forme estas figuras se acercan me siento relajada.
-Awwww la mini Boogie ya llegó...- Escucho su voz y no puedo evitar salir corriendo hacia él. Es Caipora, el excompañero de mi madre durante su estancia en el ejército. Siento como me levanta del suelo y gira conmigo en el aire. Cuando me deja en el piso veo a Warlock y su novia Rita, ambos también excompañeros de mi mamá. Me ven con una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Qué tal el viaje?- Pregunta Warlock viendome con alegría. Rita se acerca y me abraza con cariño.
-Bien... pero... ¿Cómo supieron que estaría aquí? y... principalmente ¿qué hacen aquí?- Les pregunto confundida de verlos reunidos.
-Tu madre nos puso sobre aviso, nos pidió que vinieramos a apoyarte, después de todo somos los más sercanos a Roma... - Dice Caipora cruzandose de brazos, aparenta rectitud y seriedad. -Señorita... esto no se hace... no son formas...- No puedo evitar sonreír ante su remedo de padre.
-Lo siento, prometo que no pasará... pero en serio tenía que hacerlo... necesito buscar a alguien...- Antes de que pueda continúar Rita me interrumpe.
-Lo sabemos... el monje del monasterio de Santo Toribio... Bernardo... ¿no?...- Me quedo sorprendida, como es que saben todo eso.
-Tu madre nos lo dijo... nos pidió que te ayudaramos en todo lo que pudieramos... como llegamos antes que tu decidimos adelantar un poco de trabajo... siguenos...- Dice Warlock con una sonrisa, hace una señal con su cabeza invitando a seguirlo, volteo hacia Pierre que levanta los hombros.
-Pero... Yo no le dije nada a mi mamá... solo le dije a donde venía y que estaba asociado con lo de el incendio en esas basílicas y en el monasterio, pero... nada más eso...- Les digo mientras caminamos hacia una furgoneta negra que está frente a la bodega.
-Jajajajajaja Se te olvida quien es tu madre pequeña saltamontes... por si no sabías es una maravillosa estratega... claramente iba a dar en el clavo... además eres su hija y creo que las mamás tienen un sexto sentido que desarrollan con respecto a sus crías así que... bueno... no es de sorprenderse...jajajajaja- Dice Caipora mientras pone su brazo en mis hombros.
-Jajajajajaja Tyra siempre ha sido muy perspicaz... aún te falta mucho que aprender pequeña...- Dice Warlock volteando hacia mí con ternura. Abre la furgoneta y saca unos ganchos con ropa en unas bolsas negras. -Si quieren entrar no pueden parecer maleantes...- Tomo uno de los ganchos y bajo un poco el cierre, no puedo creerlo. -Tienen que camuflajearse con su entorno...- Sonrío de oreja a oreja y saco el hábito de monja, me lo pongo sobre puesto como si de un vestido se tratara y Pierre se sorprende, abre el suyo y ve que es el atuendo de un padre.
-¿Listos para vestirse?... en cuanto lo hagan los llevaremos a la clínica donde se encuentra el monje...- Dice Caipora, yo de inmediato me subo a la parte de atrás de la furgoneta y cuando Pierre está a punto de seguirme el brazo de Warlock lo detiene y lo ve con molestia.
-Uno por uno... amigo...- Pierre sonríe divertido y retrocede mientras que cierran las puertas de la camioneta.
>>Desde los ojos de Tyra<<
-¡¿Qué se fue a dónde?!- Grita Lucifer mientras Leo le muestra el mensaje de Fiore, yo simplemente me quedo de brazos cruzados en uno de los sillones.
-Pero... eso es muy ambigüo... si le pasa algo ¿cómo sabremos dónde encontrarla?- Voltea a verme, parece molesto por la paz con la que me comporto.
-Lucifer... ella ya no es una niña... ya es una mujer... decidió ir tras una pista ella sola...- Me levanto del sillón y camino hacia él. - Está bien... cuando me conociste solo era un par de años más grande que ella, no tenía una familia que me cubriera las espaldas...- Le digo mientras camino hacia la cocina.
-Pues si... pero ella la tiene... ¿por qué hacernos a un lado de esta forma?- Parece muy herido y preocupado. Saco del refrigerador una cerveza y volteo hacia él con tranquilidad.
-Si, es sorpresivo que de repente haga algo sin avisarnos antes... me causa curiosidad por que lo hizo de esa forma, como si temiera que fueramos más un lastre que un impulso...- Noto como su rostro cambia, algo me está ocultado. Camino hacia él. -Pero descuida... no está sola, tal vez nosotros no podamos ayudarle... pero envié a Caipora, Warlock y Rita para que le den su apoyo...-
-Ahora que el Covenant está levantandose no sé que tan buena idea sea esa...- Me dice poco convencido, se cruza de brazos y se recarga en la barra.
-Eran los más cercanos a Roma, no iba a esperar a que alguien del Covenant fuera en su auxilio, además confío en esos hombres y lo sabes... - Bebo de la botella sin quitarle la mirada de encima. -Leo... ¿puedes dejarnos solos?- Tomo por sorpresa a mi hijo quien sigue viendo su celular, de un solo brinco se levanta del sillón, toma su chamarra y sale por la puerta, dejandonos a Lucifer y a mí solos. -Algo me estás ocultado... - Me acerco a él y noto su nerviosismo por un momento.
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Editado: 09.05.2020