Capitulo 16: Dia de Hadas
En un final, la niebla había desaparecido poco después de pasar de la Ribera de Piston. Miro hacia la ruta que llevaba a la ciudad. Aun estaba bastante lejos de llegar. Observo a un Corvisquire que parecía tomar una pausa cerca del puente. Sin darse cuenta, se choco con alguien. Era Paul. La chica se pregunto cuando se le había adelantado, pero mas que seguro paso cuando estaba en mitad de la niebla y no se veía nada. Este le sonrió alegremente a su amiga
-- Hola, Miura. ¿Que tal?
-- Avanzando. Paul.... Mmm.... ¿Como vas?
-- Pues de ir voy bien - Ríe
-- ... Como digas - Observa al Munchlax que estaba junto a su amigo - ¿Es tuyo?
-- Jeje, si. Atrape a este campeón hace poco. ¿Y tu? ¿Como vas con las capturas?
-- Bastante bien
-- Te pusiste en modo capturalos a todos, ¿eh? Que bien, que bien. Oye, la verdad no me doy mucha prisa en llegar a la ciudad. ¿Y si hoy nos ponemos a buscar Pokémon juntos y entrenar?
-- Mmmm... si, claro - Empiezan a caminar juntos
-- Oye, Miura... ¿Tu crees que Berto tuvo razón con lo que dijo...?
-- Suspira - Sere sincera contigo
-- Ni no me espero a otra cosa de la ti
-- Si sigues por el camino de tu hermano, no llegaras a ningún lado
-- ... ¿Como?
-- Paul, tu no eres Lionel - El chico baja la cabeza, fijando la mirada en el suelo. En ese momento, Miura pone su mano en el hombro del chico - Y no debes serlo. Puedes llegar a ser mejor que el, lo se. Pero no si intentas ser como es el. Tienes que encontrar tu propio camino
-- ... ¿Y como hago eso?
-- No puedo decidir por ti. Tienes que encontrar ese camino solo. Yo... solo puedo apoyarte en cualquiera que sea la decisión que tomes - Paul mete sus manos en sus bolsillos y suspira, levantando la mirada
-- Presupongo que tienes razón. Solo es que... no se otro camino que no sea el de mi hermano y hacerme uno propio... Pero en todo caso... saber que puedo contar contigo me hace sentir mejor
-- Tu siempre estuviste conmigo desde el dia en que nos conocimos. Aunque hubo momentos en los que yo rechazaba tu presencia, nunca me dejaste. Y aun sabiendo mi pasado...
-- Pasa su mano por el hombro de su amiga - Venga, no pienses en esas cosas. En plus, a mi me da igual de donde vengas. Lo que me importa es saber que estas conmigo ahora. Y me alegro de no haber renunciado al principio, pues ahora con seguridad tengo la mejor amiga del mundo
-- Sonríe tímidamente - Gracias, Paul
Siguieron caminando hasta llegar a el Valle Entrepuentes, donde se la pasaron un buen rato buscando nuevos Pokémon y entrenado. En cada zona nueva había un sin fin de Pokémon nuevos que descubrir. Los había por todos lados, hasta te podían saltar en la cara si no estabas atento a tu alrededor. Un grupo de Cutiefly apareció en la zona. Miura saco su celular, revisando los datos del grupo, mientras que Paul miraba curioso la pantalla. La chica le explico que era una aplicación especial para verificar los datos de los pokemon a distancia. El chico sintió interes por dicha aplicación, haciendo que en un final se decidiera por comprársela y el. 20 minutos después, Miura se paseaba junto a su amigo acompañada de una Cutiefly, mientras revisaba que Pokémon había ocultos a su alrededor. Bruscamente, la pantalla brillo mostrando que un pokemon raro se escondía entre la hierba alta. Antes de que pudiera ver de cual se trataba, tropezó con algo, cayendo entre la hierba. El chico empezó a reir. Miura se levanto rápidamente, sentándose en la hierba buscando con la mirada de lo que se había tropezado. Se extraño mucho al ver como un Togepi se acercaba a ella sonriente. Se paro justo delante de esta, aparentemente alegre de verla
-- Vaya, hay muchas Hadas
-- Si... Vi en los datos de la PokeDex de que por aquí habitan bastantes Pokémon de ese tipo - Levanta al Togepi. El Pokemon ríe alegremente al sentirse levantado por la humana. Miura se puso de pie, acariciando la cabeza del pequeño - Je, es adorable
-- La verdad es que si. Parece incluso que te buscaba. Claramente quiere ir contigo
-- Mmm... eso parece - Saca una LujoBall y atrapa al Togepi, cual no puso resistencia alguna
-- ¿Una Lujo?
-- Claro. Togepi evoluciona por amistad
-- Oh, claro, claro. Bien pensado... eh, rimo - Ríe
-- ... Yaa...
-- Venga, no me mires asi, jeje. ¿Continuamos?
-- Si, vamos
-- Oye, pues que suerte has tenido de encontrar un Togepi. Esa aplicación te mostro que había uno cerca. Tras ver esto si que si al llegar a ciudad Artejo me la descargo. ¿Es muy cara?
-- Bastante... pero merece el dinero
-- No, de eso estoy seguro. Merece cada PokeCuarto
-- Bueno, sigamos, que se hace tarde y estuvimos demasiado en esta zona
-- Sip, vamos allá
Tras caminar unas horas, llegando hasta la Llanura Petrea. Ya se había hecho tarde, asi que montaron la acampada y prepararon la cena. Tras haber comido todos, Paul se sentó entre la hierba, mirando las estrellas. Miura lo siguió, contemplando y ella la mirada nocturna. Raboot se tumbo y ella junto a su entrenadora, mientras que el Thwackey de Paul se unio poco después, tumbandose en la cabeza de este, para la desesperación del chico, que le rogaba que se apartara. Miura reia sin parar. En un final, los dos se quedaron dormidos en la hierba. Raboot estaba acurrucada junto a las piernas de su entrenadora, mientras que Thwackey estaba completamente tumbado en el pecho de Paul. Aun quedaba poco para que el sol saliera. Miura se giro hacia la derecha y debido al sonido que hizo la hierba, la chica despertó. Al abrir los ojos vio al Ralts como la miraba fijamente. Al darse cuenta que había despertado y que lo miraba, se asusto soltando un gruñido que despertó a Paul, que se levanto bruscamente de pie, haciendo que Ralts huyera a toda velocidad
-- ¿¿Q-que paso?? - Se friega los ojos mientras bosteza - ¿Que fue eso?
-- Ah... no tengo idea, la verdad
-- Bueno... - Se vuelve a tumbar - Despiértame cuando salga el sol - Empieza a amanecer - ¡¡Oh, venga ya!! - Miura ríe - Venga, es momento de que preparemos el desayuno, recojamos todo y sigamos
-- Pff... si sabia que acabaríamos por dormir en la hierba no habría montado la tienda de acampar
-- Al parecer a tus pokemon les gusto dormir ahí
-- ¿¿Eh?? - Mira hacia su tienda de acampar, que estaba llena de sus Pokemon, que se habían metido todos en esta - ¡¿Pero que?! - Salta de pie y corre hacia su tienda - ¡¡Salgan, que me la rompen!! - La chica de cabello azabache no paraba de reir, mientras que Raboot miraba divertida el espectaculo. Se levantaron y encendieron el fuego para preparar algo ligero de comer y seguir. En ese ritmo, en menos de dos días llegarían a Ciudad Artejo