Capitulo 17: Ciudad Artejo
Delante de los dos se hallaba la Llanura Pétrea. Estaban cada vez mas cerca de la ciudad. Era un camino algo largo, pero lo recorrieron rápidamente, pues no tenían en ese momento o interés de la zona, por no decir que ya habían perdido demasiado tiempo entrenando y capturando Pokémon. Antes de entrar en el Espejo del Gigante, Miura capturo una Salazzle y Paul un Machoke que les habían saltado, literalmente, en la cara, haciéndolos recordar que no podían bajar la guardia en el Área Silvestre. Al entrar en la nueva zona sacaron de sus respectivas bolsas la comida que les había quedado del desayuno, comiendo y dándoles un parte a los pokemon que los acompañaban. Paul suspiro, pues no se esperaba que el camino hacia Ciudad Artejo era mas complicado de lo que pensaba. Puede si no hubieran estado haciendo pausas a cada rato ya habrían llegado, ya que tenían un buen ritmo. Al final, ilusionado de la imagen de la cuidad que se veía en la distancia, propuso a hacer una carrera, aunque no le dio tiempo a la chica a responderle, pues empezó bruscamente a correr, forzando a Miura a seguirle el paso. Llegaron a la Cornisa de Artejo en media hora. Paul se sentó en la hierba, admirando la ciudad que ya estaba prácticamente a la vuelta de la esquina
-- Ya te vale, Paul... - Se quejo la chica, respirando con dificultad debido a la carrera hacia allí - De todos modos habríamos llegado a la ciudad
-- Ya, pero así tenemos mas tiempo
-- ... - Se sienta junto a el - Eres el colmo
-- Pues las escaleras hacia la ciudad están justo allí - Las señala - ¿Vamos?
-- ... Al menos dejame recuperar el aliento...
-- Ríe - Ok, ok - Se tumba - Una pausa estaría bien. Mmmm.... oye, Miura, ¿puedo preguntarte algo?
-- Claro
-- ¿Tu que quieres ser?
-- ... ¿Como ?
-- Pues... se que no quieres ser la nueva Campeona
-- Suspira - Pues... sinceramente, no lo se. Creo que... quiero terminar el Desafío de los Gimnasios para descubrir eso. O al menos, darme cuenta de que no quiero hacer
-- Un poco contradictorio pero al mismo tiempo que tiene mucho sentido. Ahora... tras lo que me dijiste antes... creo que y yo haré el Desafío con el mismo pensamiento. Quiero decir, si, mi sueno desde pequeño es ser el campeón de Galar y vencer a mi hermano, pero... tal vez tengas razón y puede mi destino es hacer otra cosa - Se levanta - Y creo que el modo de descubrir eso es llegar hasta el final. Me alegro de recorrer este viaje junto a ti - Sonríe - Bueno, creo que a venido el momento de ir a la ciudad, no crees?
-- Miura se levanta y ella - Si, hemos estado suficiente - Empiezan a caminar hasta las escaleras que llevaban a la gran Ciudad Artejo. El lugar era, literalmente, un enorme palacio. El estado de este era conservado diariamente. Un guardia bloqueaba el paso a los Aspirantes, solo dejándolos pasar si habían obtenido las Medallas de Plata, Agua y Fuego. Al mostrarlas, este les permitió seguir su camino. Llegaron al Centro pokemon justo cuando anochecía. Cenaron y se fueron a dormir pronto. Paul se preparo y se marcho a las primeras horas, mientras que la chica prefirió ir a ver si encontraba por la ciudad, pero antes se paso por la tienda de ropa. Lo de llevar falta blanca de había durado poco, aunque la verdad ni tenia pensado llevarla mucho. Se puso los pantalones cortos que se compro y paseo un buen rato de un lado a otro. El lugar era realmente increíble. Tan... antiguo pero al mismo tiempo tan fresco. Llego hasta uno de los grandes balcones del lugar, donde encontró un Confite Fresa. Si recordaba bien, con ese objeto se podía evolucionar a Milcery. Lo guardo en su mochila y siguió investigando el lugar. Se encontró con una nina, que le pidió amablemente que le llevara una carta a un chico que le gustaba, que supuestamente ahora vivía en Pueblo Plié. Miura acepto, pues de todos modos tenia que ir para alla. Aunque por algún motivo esa niña le daba un sentimiento extraño, como si lo que acababa de pasar nunca debió de ocurrir. Pero ignoro eso y continuo. En un final, fue a visitar el Gimnasio. Estaba curiosa, pues ahí algún dia haría un combate contra el Líder de tipo Dragón, el mas fuerte Líder de gimnasio de Galar. En la entrada estaba Berto, hablando con Rose, cual este estaba como siempre, acompañado de su asistenta Olivia
-- ¡Señor ! Quería informarle que mi misión de reunir las Medallas de Gimnasio y Estrellas Deseo marcha viento en popa
-- Buen trabajo, Berto - Felicito Olivia, con su típico tono serio - Me alegra ver que tienes presente de tu deber con el presidente Rose
-- Si consigo suficientes Estrellas Deseo, le ayudare a solventar el problema que tanto le preocupa, ¿verdad, señor?
-- No te equivoques, joven aspirante. Esto no lo hago por mi, si no por nuestra querida región. ¡Todo por Galar! Ademas... ten en cuenta que las Estrellas Deseo no bastan de por si solas. También necesito contar con un Entrenador fuerte... Como el Campeón, por ejemplo
-- Con el debido respeto, yo mismo logre poner en su sitio a Paul... Nada menos que el hermano del Campeón, que cuenta y con la recomendación de este. Estoy seguro de poder derrotar a Lionel. Es mas, ¡lo haré!
-- ¡Así me gusta! Es importante mantener el espíritu competitivo bien alto para que el Desafío de los Gimnasios no decaiga
-- Aspirante Berto, me gustaría comentar algunos detalles contigo en privado. Acompáñame - Berto asiente y sigue a Olivia, momento que Rose observa a la chica de cabello azabache, que estaba no muy lejos de allá, aunque aparentemente no lo suficientemente cerca para oír de que habían hablado. O al menos,eso pensaba el
-- Ah, hola, Mira - Saludo alegre
-- Oh... Buenos días, señor Rose - Le devolvió el saludo, secamente. Había algo en ese hombre, que a pesar de saber que tenía buenas intenciones no era capaz de confiar en el
-- Veo que fuiste capaz de llegar hasta aquí. Con seguridad no decepcionaste a Naboru - La chica que seda paralizada por un segundo, dándose cuenta por el tono del hombre que ya había sido informado de la conexión del Líder de tipo Fuego y ella. Rose sonrió - Vi tus batallas. Realmente impresionantes. Como ya sabrás, las Estrellas Deseo son las misteriosas piedras que se engarzan a las Muñequeras Dynamax. Pero no solo son capaces de agigantazar a los Pokemon. En realidad, encierran un poder... una energía mucho mayor... Si tienes curiosidad, acompáñame al estadio, allí te diré mas - Miura se lo pensó por unos momentos, tras que accedió y siguió a Rose al estadio. En el interior de este, Rose le explico como funcionaba la planta eléctrica y como la torre generaba energía usándose de los recursos naturales. Tras un rato explicándole mas sobre como sucedía todo, Olivia lo interrumpió, informándole que habían asuntos de los que se debía ocupar. Antes de irse, le dio a la chica una invitación, con la que podría acceder a la sala heptagonal que le había mencionado la ultima vez que se habían visto. Miura decidió aprovechar e ir, pues pocas personas tenían acceso a dicho lugar. En la entrada de este estaba Sonia, lista para entrar. Al verla, decidió ir con ella, pues al parecer a la joven le interesaba saber mas sobre Negra Noche. Le agradaba mucho ver tal curiosidad, pues hoy en dia a muchos no les importaba estudiar el pasado