Capitulo XIII (Los hijos del pecado)
Hector
“Si Walter y el rey fueran del equipo de los pecados”. Hector no sabía que pensar, ¿cómo debería de sentirse? De ser así, sabía que todo dependía de él y delos guerreros, el mundo estaba en contra de ellos. Los habrían traído aquí para ser asesinados. No les habían dicho sobre estos bastardados, esto ha sido una puta mierda. Puede que esa marca de Sabiduría fuera falsa, quieren su alma corrompida, sólo los eligieron a ellos y los patearon por la puta borda, que hagan lo que puedan, sin armas, no les dieron nada, no les decían nada, unos chicos inexpertos mandados a una misión a lo desconocido, puede que sea los riesgos de cualquier guerrero, pero esto es un mierda.
-¿Qué pasa, guerreros?, ¿se van a quedar ahí? – dijo Owen.
El chico era aproximadamente de la altura de Hector, era rubio, muy marcado, y se veía muy joven. Daba asco.
Una de las chicas de ahí tomó la palabra.
-Vamos a ver de que están hechos estos supuestos guerreros.
La chica saltó al aire cruzando el lago. Los demás compañeros la siguieron, a excepción de una chica, ella se quedó en el lago.
Ewan se fue contra un chico de cabello lacio y verde, alto y muy bien vestido. Neo se fue contra una chica de cabello corto y morena y con cara de muerta. Ellia contra una chica de corto y enrollado. Geraldine contra un chico de cabello largo sujetado con una liga. Audrey contra una chica. Y Hector contra Owen.
Owen corrió hacia Hector, el chico se apartó, tomó a Owen y lo tiró al suelo. Un pico hecho de tierra levantó a Owen, pero no se enterró en su piel a pesar de lo puntiagudo que era el pico.
-Rayos…
Owen empezó a estirarse y sus músculos crecieron un poco. Era como si concentrara toda su fuerza y la mantuviera al límite. Owen corrió alrededor de Hector, su velocidad era increíble, era imposible saber dónde estaba, sólo veía como poco a poco la tierra se levantaba y empezaba a ser más fuerte que Hector, Owen se acercó por detrás de él, el chico no pudo esquivarlo y recibió un fuerte golpe en el pecho. Su fuerza y velocidad habían incrementado. Hector sabía que no podía hacer esto sin ayuda.
-Bien, vamos, Hector – le dijo su otra alma.
Hector se volvió a consumir por su alma corrompida, con su ojo derecho veía el alma de todos, la de Owen aún iba muy veloz, pero podía leer mejor sus movimientos, el hijo del pecado hizo su segunda entrada, pero Hector lo pudo ver, giró. Su mano derecha creció y atrapó a Owen. Hector saltó al cielo y luego se dejó caer a gran velocidad. Pudo ver a todos los demás guerreros pelear. Estrelló a Owen al suelo. El chico se levantó.
-Vaya, si eres muy fuerte, Roger – dijo Owen.
-¿Roger…? – dijo Hector.
La otra alma tomó el control de Hector por completo, Hector se resistió, pero fue inútil.
Roger convirtió su brazo derecho en una espada, corrió hacia Owen, enterró su espada en el pecho del chico, Owen intentaba separarse, pero al fin no pudo. El chico dejó caer su cabeza, había muerto. Roger quitó desenterró su espada, Owen cayó al suelo.
-Ya tenía años con querer hacer esto.
Roger miró a los demás guerreros, todo estaba bajo control, ni siquiera su equipo había volteado a ver a Owen. Y eso lo hizo dudar, volteó a ver al muerto, y Owen empezó a moverse, su herida empezó a recuperarse demasiado rápido. Roger dio un paso atrás. El joven se levantó y lo miró con una simpática sonrisa.
-Roger, Roger… sólo es cuestión de tiempo, serás nuestro, mi padre ya tiene ansias de despertarla, sólo largas tu agonía, tú lo sabes, sólo es cuestión de tiempo, y cada vez se reduce más y más.
-Ya veremos quien muere primero, Owen.
-Bien. Hasta entonces, Roger y Hector – dijo Owen -. ¡Hermanos, retírense!
Todos los hijos del pecado se retiraron al otro lado del lago. Los guerreros se reunieron y vieron como levantaban a la chica que se había quedado dormida, vestía de mallas y una especie de traje de baño completo. Un portal se creó y Neo salió volando a él.
-¡Neo, no vayas! – le gritó Ewan.
El chico se acercó al portal antes de que se cerrará y cayó. El portal se cerró.
Todos fueron a buscarlo.
-Cielos, ¿qué diablos te pasa? – le preguntó Geraldine.
-Esos chicos si saben pelear muy bien – dijo Ellia.
-Sé a dónde fueron – dijo Neo -. Puedo rastrear sus coordenadas.
Roger dejó de controlar a Hector, le explicó todo y todo volvió a la normalidad.
-Eres increíble, Neo – le dijo Audrey.
-Bien, parece que todo ha sido un error – dijo Hector.
-Lo sé…
-Chicos, no debemos ser muy fuertes con nosotros, apenas hace días empezamos a ser guerreros, a cualquiera le hubiera pasado – dijo Audrey.
-No hay tiempo de lamentarse – dijo Neo -. Tenemos sus coordenadas, las cascadas están siendo controladas por los soldados.
-Creo que ese árbol está perdido – dijo Ewan -. Maldita sea, esos bastardos… Hector, ¿qué sabes de eso?
-Tenemos que hablar muy seriamente de todo esto.
-Tenemos que seguir con nuestro deber, eso es todo lo hay que saber – dijo Geraldine.
-Pero, ¿a quién estamos ayudando en verdad? Nos mandaron aquí sin armas, sin información, sólo nos eligieron para ser los guerreros y nos patearon a que la suerte nos acompañe, nos mandaron a morirnos – dijo Hector con voz más fuerte -. Nadie nos avisó de éstos chicos.
-Hector, todo ha pasado muy rápido, tal vez no les dio tiempo – le dijo Ellia.
-Lo sé, lo sé, pero aún sigue estando mal, ¿cómo diablos vamos a saber solucionar algo, si no nos dicen nada?
-Es nuestra responsabilidad, somos los guerreros – dijo Neo.
-Bien, sigan creyendo eso, pero ahora, ¿qué hacemos?, se fueron y dejaron este rio lleno de sangre.
-Exactamente, ¿qué es este rio? – le preguntó Ewan.
Editado: 30.01.2021