Light and Dark

LUZ CONSUMIDA.

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Todavía me pregunto en qué fallé, si te di todo de mí. Su traición fue como un puñal de fuego clavado en mi corazón. Sintiéndome miserable por como termino mi vida.

Siempre me creí una persona con buena percepción, que con sólo echar un breve vistazo determinaba si la persona tenía buenas o malas intenciones. Mi madre decía, que tenia buen ojo para conocer a las personas. Que eso hederé de ella. Aquella capacidad para poder saber si había maldad en las personas.

Al principio no confíe en ti, desconfiaba de que alguien tan perfecto se cruzará en mi camino, a tal punto de llegar a preguntarme cómo es posible que esté ser de luz siquiera optara por hablarme. Tu aparición desestabilizó mi vida, no comprendí en qué momento te volviste alguien indispensable, que con solo mirar al futuro siempre estabas en él.

Llegaste a mostrarte un lado de la vida que no conocía, tener una nueva perspectiva de todo lo que nos rodea y ver más allá de lo que mis ojos y sentidos pudiesen llegar. Aprendí tantas cosas, que no me di cuenta de que se trataba de una máscara, que solo estudiabas mis pasos, atento a mis fallas y precisando que todo lo que planeabas no se saliera de control.

Pensé que lo nuestro era único y sincero, pero solo fui un títere que manejabas a tu antojo para lograr tu mayor propósito, aquel que no supe ver, descubrir y sospechar. Lo ocultabas de tal modo que nadie dudaba de ti, inventado una vida que no existía, mostrando tu máscara de chico bueno.

Cuando te conocí no sabía de tu lado oscuro, pero al pasar el tiempo y cuando fui conociéndote note cambios en tu actitud, es como si me ocultaras algún crimen. Pero creí que me estaba volviendo paranoica, debido a que no te gustaba hablar de tu pasado.

Pasando los meses cuando fui conociéndote mejor, surgieron destellos de la oscuridad que albergaba tu corazón y comenzaste a alejarme. De un momento a otro cambiaste y me dijiste que algo andaba mal.

Te volviste un ser oscuro, pensé que la luz estaba ahí, resguardada en tu interior y que en algunos momentos me dejaste ver un poco de tu luz, pero que ilusa fui.  Tu oscuridad me consumió, fuiste como un agujero negro que arrastró a él, toda la luz que habitaba en mí. Me quitaste la felicidad que me producía estar a tu lado convirtiéndose en miedo. Miedo por mi vida.

Pensé que lo nuestro era amor, pero solo se trataba de una absurda obsesión, aquella que te impulsó a cometer los más inimaginables transgresiones. Tus manos estaban manchadas de los crímenes más perversos y oscuros.

Como el acabar con mi vida.

Tu “amor” fue como un fuego que exterminó con toda la luz que resguardaba en mi interior y me arrastró a través de la oscuridad hasta matar a mi alma.

Esto fuimos. Y en esto nos convertimos.

Una vez me dijiste que cuando uno muere, su alma pasa a otro plano de la vida, que cuando llega el momento reencarnamos de nuevo en este mundo. Traté de absurda tu teoría, pero si llega a ser verdad, prometo advertir a mi próxima reencarnación de que se aleje de ti. Que tenga mucho cuidado de ti. Que luche por vivir, por lograr su felicidad y que espero que tenga mayor suerte en su vida. Solo espero que, si alguna vez nos llegamos a reencontrar, acabaré con toda tu existencia. Porque yo si fui sincera, mi amor fue verdadero y mi muerte no será en vano.



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En el texto hay: historiacorta, luz y oscuridad, amor

Editado: 07.06.2020

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