OSCURIDAD CONSUMIDA.

Ella se fue, se quedó con el último recuerdo de la traición. Mi traición.

Y no estaba del todo equivocada.

Pase siglos sumergido en la oscuridad, buscando resquicios de fe y luz, que me lleven a creer que había un propósito para que este en este mundo. Esperando que emergiera de nuevo la luz que se consumió en mi interior hace tiempo atrás.

Estaba tan perdido en un mundo de oscuridad. Estaba muerto en vida. No me gustaba hablar acerca de mi pasado, porque al pasar los años fui olvidando mi vida antes de que me convirtiera en este vil ser. Nadie sabía de mi pasado y los que tenían conocimiento de ello hacia siglos que estaban enterrados en antiguas tumbas. No porque los hubiera matado, sino que el tiempo hizo su trabajo con ellos, menos en mí.

Pasé la mayor parte de mi vida vagando en distintos países, buscando mi propósito y haciendo algunos trabajos como cazador. Pero no un cazador cualquiera. Hasta que un bello milagro se presentó en mi miserable vida. Ella.

El único ser que llamo mí atención. La vi tan pura, tan llena de bondad y amor en su corazón. Tan llena de vida. Con un breve vistazo llegó a mostrarme que había luz pura en este mundo tan perdido y oscuro. Tan perdido y oscuro como yo.

Fui tan egoísta que sólo quería que ella me perteneciera. No sé en qué momento la vil obsesión por su luz interior me llevó a enamorarme de ella. Un amor tan inusual e irreal. Ella la luz y yo el ser oscuro.

Incluso fui más allá de lo que creí posible llegar a obsesionarme por ella. Me presenté como un buen muchacho de su edad, bueno y lleno de luz. Pero eso solo fue mi máscara. Hasta que hizo volver en mí pequeñas chispas de luz que no sabía que aun tenía en mi interior.

Llegó un momento que ya no quería seguir engañándola con mi máscara. Descubrí que ella se enamoró de mí, tanto como yo lo estaba de ella. Así que comencé a contarle sobre los secretos de la vida y todo lo que fui aprendiendo con los años que estoy vivo. Hasta que ellos la descubrieron. No supe en qué momento me convertí en su títere, en su nuevo juguete. Ellos la querían, y yo solo traté de protegerla para no que no robaran su luz. Nunca supo lo que en verdad estaba ocurriendo a su alrededor, en los peligros que estaba sometida por mi culpa, por mi maldita obsesión. Por mi amor.

Al final me la arrebataron, me quitaron la luz que emergía a causa de nuestro amor. Ella logró que renaciera la luz que creía extinta y yo solo logre que le arrebataran su luz. No me perdonaré nunca que aquello sucediera.

Ahora en adelante, si alguna vez su alma rencarnara no me quedaré con los brazos cruzados, dejaré de ser el títere de ellos.

Y juro por nuestro amor, que voy a luchar, me quedaré en las sombras protegiendo y cuidando de todo mal en su nueva vida. Porque lo único que quiero es que seas feliz, más de lo que alguna vez tuviste en esta vida.  No dejaré de cuidarte, aunque la próxima sea la última vez que vea tu alma, que sienta un resquicio de luz en mi interior.

Te prometo que intentaré salvarte una última vez. Seré tu ángel guardián que te protegerá de la oscuridad.