Limits ❃ Hyunin

 ♡ : CAPÍTULO III

 

Jeongin no podía apartar los ojos de Jisung, que, con la boca abierta, escuchaba las razones de Kai por las que debía perdonar a San por su desliz y volver a salir con él.

Inició en su mente la cuenta atrás. Al llegar a cero, estaba seguro de que Jisung abriría la boca y, sin cortarse un pelo, enviaría a Kai a que le hicieran una lobotomía de urgencia.

—Bueno, no es que yo crea que estuvo bien lo que hizo —decía Kai —. Pero, reconozcámoslo, ¡es un chico! Y si un fulano como el “innombrable” se lo da servidito en bandeja, pues es comprensible que lo tome. Los chicos tienen necesidades y no todos son de piedra.

—¿Tú estás colocado? ¿Qué te has fumado? —preguntó Jisung entornando los párpados.

Jeongin miró a su alrededor para asegurarse de que nadie en el bar estaba pendiente de su conversación. Se masajeó las sienes y se cruzó de brazos; estaba cansado de aquel tema. Su ruptura con San había sido la comidilla de todo el vecindario. La pareja perfecta ya no lo era y ese hecho parecía haberse convertido en un problema nacional para todo el mundo.

—¡No, ya sabes que yo no tomo esas cosas! —respondió Kai ofendido—. Solo digo que San es el chico más popular. Es guapo, un brillante universitario y su familia es la dueña de medio condado. Y todos sabemos que con Innie aún… pues eso, que nada de nada. No creo que haya que enviarlo a la hoguera por un error. Está arrepentido y quiere volver con él. —Clavó los ojos en Jeongin—. En serio, Innie. No sé a qué esperas. Los chicos como San no abundan y tú vas a perderlo por no tragarte ese orgullo.

Jeongin lo miró sin dar crédito a lo que acababa de escuchar. Abrió la boca para contestar, pero Jisung se le adelantó.

—¿Estás insinuando que, ya que mi mejor amigo no se acuesta con él, su ahora exnovio tiene todo el derecho del mundo a tirarse a alguien para bajar el calentón?

Jisung levantó las cejas esperando la réplica.

—¡No, solo digo que, hasta cierto punto, es comprensible! Cuando no… cuando los chicos no… Ya sabes, se excitan y no tienen sexo, les duelen los testículos y…

—¿Eso fue lo que te dijo Yeonjun para meterse entre tus piernas? ¿Qué le dolían los testículos y que necesitaba…? ¿De verdad eres tan inocente? —Jisung empezó a reír con ganas.

—¿Quieres bajar la voz? —masculló Kai, fulminándolo con la mirada—. Sé que es cierto, también se lo oí decir a mi hermano.

—¡Kai somos chicos! ¡Sabemos que eso no pasa!

—¡Es que no todos somos iguales!

—¡Oh, Dios, ¡mátame! Si oigo una tontería más me haré el harakiri —replicó Jisung. Se inclinó sobre la mesa—. Kai, crece de una vez. No somos ONGs para chicos salidos, ¿ Bien? San lo fastidió al acostarse con alguien mientras salía con Jeongin. Si él le importara de verdad, no lo habría traicionado por un mal polvo en el asiento trasero de su coche.

Beomgyu, que estaba junto a la ventana sin decir una palabra desde que habían llegado, carraspeó para llamar la atención de sus amigos.

—Jisung, tienes razón. Pero oí a San hablando con Niki, y dijo que ese camarero se le echó encima. ¡Casi lo violó! No sé, seamos sinceros, San es un partidazo. Jeongin no encontrará a nadie más como él. —Miró a Jeongin a los ojos—. Y está loco por ti, deberías perdonarle. Lo está pasando fatal desde que rompieron.

—¡Oh, pobrecito! ¿Y tú qué vas a decir? ¡Es tu primo! —le espetó Jisung.

—Ok, ya está bien, dejen el tema. San es asunto mío, ¿De acuerdo? —intervino Jeongin.

—¿Y eso qué quiere decir? —estalló Jisung—. ¿No te estarás planteando volver con él?

Jeongin resopló exasperado. Adoraba a Jisung, pero su sinceridad y su mal genio formaban una mezcla que lo sacaba de quicio.

—De momento, solo hablaremos. Le prometí que le escucharía y es lo que voy a hacer.

El ambiente se llenó de aroma a Chanel nº5 y todos alzaron la cabeza.

—¿Qué es lo que vas a hacer? —preguntó Kai, un chico pelirrojo que acababa de llegar. Ocupó el asiento al lado de Jisung.

—Innie hablará esta noche con San —respondió Kai.

—¿Es hoy la gran noche?

Jeongin asintió y se hundió en el asiento mientras la conversación volvía a girar en torno a su relación con San. Habían salido juntos durante más de un año y, a lo largo de todo ese tiempo, se había sentido el chico más afortunado del universo por tenerlo como novio. San era el hombre que cualquiera podría desear… y los padres de la persona… y los amigos de la persona…

Era guapo como un dios del Olimpo, estrella del equipo de baloncesto; inteligente, caballeroso y muy divertido. También era algo engreído, pero ¿Quién no lo sería con su ficha? Pertenecía a una de las familias más ricas de todo el condado y, en cuanto se licenciará en la universidad, tendría un prometedor puesto en la junta directiva del conjunto de empresas que generaciones de Choi habían levantado.

Pero todos los sueños, planes y promesas se vinieron abajo cuando San destrozó el pequeño universo de Jeongin al follar en el asiento trasero de su deportivo con un chico. Y si eso ya era malo, peor fue descubrir quién era el “chico” en cuestión: Lee Félix. Félix era el chico con peor reputación de todo Busan, un colgado; y Jeongin sentía ganas de vomitar con solo pensar en él.

—¡Madre mía, saquen el paraguas, han empezado a llover ángeles! —exclamó Kai, y sus ojos repasaron de arriba abajo al chico que acababa de cruzar la puerta del bar.

Sus amigos se giraron en el asiento y siguieron la dirección de sus ojos.

—¿Quién es ese? Me suena mucho —preguntó Jisung.

Jeongin levantó la vista de la mesa y se quedó sin aire en los pulmones. Hwang Hyunjin avanzaba hacia ellos entre los clientes que abarrotaban a esas horas el local.

Su mirada no se fijaba en nada concreto. Daba la impresión de que solo buscaba un lugar libre en la barra; pero la de Jeongin sí que se empapó de él. El chico vestía unos tejanos desteñidos y una camiseta blanca, pringada de grasa, con una camisa de cuadros anudada a la cintura. Cuando logró que sus ojos se desplazaran del cuerpo hacia arriba, se encontró con un rostro por el que los antiguos escultores griegos habrían matado para inmortalizarlo. Incluso con aquella mancha oscura tan linda que le ensuciaba la mejilla.



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En el texto hay: hyunjin, jeongin, hyunin

Editado: 29.07.2023

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