Capítulo 20. (EDITADO)

Año 3020. Actualidad. Mundo Humano. Rabat, Marruecos.

El corazón de Elena se detuvo.

¿Dañarla?

¿Su madre a ella?

¿Realmente podría haberlo hecho?

Ella era una bebé en aquel entonces...

Un escalofrío subió recorrió su cuerpo mientras el cuchillo de la mano de Cassandra caía bruscamente al suelo al mismo tiempo que sus rodillas fallaban.

-¿No creerás de verdad que la unión entre un lobo y un vampiro puede dejae descendencia, no?- Casandra comenzó a hablar.

-No se sabe mucho sobre historia antigua, pero está claro que los lobos provienen de la Diosa Luna y los vampiros fueron creados a partir de un sacrifio de sangre por el Dios Sol, ambos enemigos en aquel entonces...-

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Elena lo sabía, todo ello era cultura general; la única unión entre un vampiro y un lobo, también databa sobre aquella época y no salió bien, es más, el resultado fue un Von Spellman y la subespecie más débil de todo Promisedland, los omegas.

A partir de ahí, se había perdido todo el hilo de lo que ocurrió en los siguientes años hasta mediados del siglo VII d.c.

Cassandra hizo una pausa, acabando de contarle la introducción histórica más aburrida que Elena había oído en su vida.

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-Tu madre, amaba tanto a tu padre, que por él estaba dispuesta a renunciar a los derechos hereditarios del Clan Von Spellman, mientras que a tu padre, le cegaba la codicia por ver el crecimiento de su manada.-

Elena la miró sin comprender hasta que punto quería llegar con aquella absurda narración.

-Ambas razas se odiaban, no podían permitir la unión entre ambas especies, ni aceptar el amor que existía entre ambos jefes, si las cosas seguían así, habría otra guerra racial y tu madre encontró la solución. Tener un hijo.-

Y el bebé nacido entre ambas especies, estaba segura de que era ella. ¿No?

Eso era algo sencillo de deducir.

-Elisabeth era un vampiro, los vampiros no pueden albergar vida porque ya están muertos, a menos que antes de morir, por medio de la ciencia se lleven a cabo otros métodos, por lo que el cuerpo de un vampiro si que puede adaptarse para tener al bebé a la vez dotarlo de rasgos vampíricos y esto solo puede pasar con los altos nobles, pues su cuerpo, es el que está mas preparado para ello, son los más poderosos.-

-¿Quieres decir...que mi madre...?-

-Espera, déjame terminar. Tu madre, te tuvo de otra manera. Eres especial, esos métodos científicos, funcionan entre vampiros, pero nunca se ha dado el caso de un híbrido vampírico con excepción del Rey de Reyes. Tú eres el segundo híbrido que se ha dado entre estas dos especies.-

La mente de Elena estaba en blanco. ¿Cómo demonios había sido concebida ella?

-El último nacimiento híbrido se dio gracias a la intervención del Dios Sol en la creación de la Diosa Luna. Tu madre lo arriesgó pidiéndole al Dios Sol, como descendiente heredera del Clan Von Spellman, que le concediese ese único favor, el problema, es que ella no podía comunicarse con un Dios porque no tenía el don de las voces.-

-¿Qué es el don de las voces?-

-Es algo que se necesita para hablar con un Dios y que solamente poseen los ancianos de cada raza con excepción del Rey quién también lo tiene, porque es tan poderoso como uno de ellos.-

-¿Y cómo lo hizo mi madre? ¿Cómo habló con el Dios Sol?-

Elena quería seguir sabiendo.

Algo le decía que no era tan simple como le habían contado, que había un oscuro secreto que la involucraba indirectamente y que eso, era lo que había puesto patas arriba su vida.

-Hizo algo prohibido. Despertó a un durmiente, ya que se dice que ellos sueñan con el pasado, con la tan lejana Era de los Dioses.Los que ven como fue esa época, no pueden volver a despertar nunca.-

Esa etapa había sido el comienzo del universo y casi no se tenían conocimientos de ella por lo que todo aquello era un misterio.

-Tu madre despertó a un durmiente que había visto el pasado, y a de poder tenerte, tuvo que aceptar una extraña solicitud que le daría el durmiente más adelante.-

Elena cada vez estaba más inmersa en el relato.

-El durmiente solicitó asesinarte en cuanto naciese y tú madre obligada por el juramento vampírico que había tenido que hacer para sellar el trato, antes de perder la cordura, me suplicó que acabase con su vida, ella te quería más que a nada en el mundo Elena.-

-¿Por qué me cuentas todo esto?-

Todo aquello era extraño.

Cassandra podría habérselo dicho mucho antes en vez de esperar tantísimo tiempo.

-Ese durmiente ha despertado hace poco, y ha enloquecido como castigo de los dioses. Pero antes, te ha mencionado a ti, al Rey y a un tal Caín.-

¿A qué demonios se estaba refiriendo aquella loca?

Elena estaba segura de que la vampiresa se había dadomun golpe muy fuerte contra algo duro.

-Eso no es todo. Elena, tú no tienes un hermano como pasó con el primer caso de híbridos de razas incompatibles, tú has heredado ambas partes, la parte omega y la sangre del Clan Von Spellman. La profecía asegura que tu parte omega destruirá el mundo al unirse con "Caín". Si es así, los ángeles, protectores de las razas, vendrán a destruirte por lo que solamente tienes una salida.-

-Esto que me estás contando, ¿Son meras especulaciones verdad?-

Elena, aunque lo estaba oyendo todo, era incapaz de asimilarlo.

-La única salida que tienes es dejar que te convierta, que active tu parte vampírica y que pases a ser la siguiente heredera del Clan Von Spellman. Tu madre me lo explicó todo antes de morir. Me hizo jurarle que te salvaría, que no dejaría que las profecías que le había susurrado el durmiente mientras te daba a luz se volvieran realidad.-

El tono de Cassandra era serio.

Con un rápido movimiento recogió el cuchillo del suelo e hizo un profundo corte en su muñeca, dejando que la espesa sangre negra brotará como una fuente.