Crystin Barrow
Veo Gossip girl en la TV, estoy acostada en el sofá grande, pues es sábado y no tengo nada que hacer, podría sacar a pasear a Poseidón el perro de la señora Robinson, ella me daría algo de dinero por mi ayuda, pero el perro se enfermó y se encuentra en reposo absoluto, así que no tengo nada que hacer, solo estamos la televisión y yo por todo el día.
Jason baja corriendo de las escaleras, como si no se hubiera desaparecido todo el día de ayer, esta como si nada hubiera pasado, o es un buen actor o de verdad para el no sucedió la gran cosa. Me ve acostada y me habla.
— ¿Será excesivo? — Lo veo, viste con unos pantalones de vestir negros, una camisa blanca de botones, zapatos bien lustrados y el reloj de su padre en la mano izquierda, se ve guapo. — Hoy saldré con Tiffany, creo que va en tu clase de Literatura.
La conozco, si va en mi clase de Literatura, es una chica muy guapa, es morena con el cabello más lindo que he visto, sus ojos son café, pero le resaltan mucho, hace mucho ejercicio pues es una gimnasta, es una buena niña, me cae demasiado bien, es de las pocas chicas que no me tratan mal y me hablan como si fuera normal.
— Se de quien hablas ¿Por qué saldrás con ella? Es muy linda para ti Jason, además pensé que andaba con Zack.
— Pues no, terminaron y me acepto una cita, haríamos la pareja perfecta, ella guapa, yo guapo, nuestros hijos serán hermosos — Ahora que lo recuerdo a Jason le gustaba desde niños, se podría decir que es su amor imposible.
— Te ves bien Jay, seguro se enamora de ti — Me ofrece una gran sonrisa, de verdad espero que le vaya bien con ella, merece ser feliz, ya ha sufrido mucho.
Nos quedamos viendo un rato la serie, preparamos palomitas y estuvimos conviviendo un rato. Verónica había salido a hacer las compras de la semana, así que solo estábamos Jason y yo.
El se fue aproximadamente a las 2 de la tarde, yo seguía en pijama, me había aburrido así que puse Titanic, me encontraba admirando a Leonardo DiCaprio cuando Verónica abrió la puerta,
— Ya llegué chichos, traje helado — Anuncia al aire mientras deja las bolsas de compra en el comedor, me ve y me hace una cara de asco — Báñate, pareces un ogro feo.
— Que graciosa eres tía — Digo sarcásticamente mientras le sonrió falsamente. Se sienta alado de mí, poniendo mi cabeza en su regazo.
— ¿Dónde está Jason? Se me hace raro que no haya venido corriendo cuando dije que había helado — Dice acariciando mi cabello.
— Salió a una cita — No la veo, pero se puso rígida como si la idea de Jason en una cita la asustara.
— ¿No dijo nada más? — Me cuestiona ella.
— No, solo que saldría ¿Por qué?
— Nada, solo que él no me aviso que saldría.
Ninguna de las dos siguió hablando, estuvimos un rato en silencio, pero algo le preocupaba por que ni siquiera lloro cuando Jack muere en el océano agarrando la mano de Rose, esa parte siempre la hace llorar. Después de que acabo la película ella subió a su habitación.
Decido ayudarla un poco, así que me levanto y empiezo a ordenar todo lo que trajo del supermercado, la comida la meto al refrigerador, el helado napolitano ya se derritió un poco, espero que para mañana ya este perfecto. Trajo algunas cosas más; pasta de dientes, shampoo, acondicionador, cereal, sal, aceite, entre otras cosas.
Algo me llama la atención, hay un libro grande, parece antiguo, la pasta es de cuero de animal, las hojas son antiguas, se nota por el color café que tienen, hay mucho contenido, todo está escrito a mano, la caligrafía cambia mucho así que varias personas han escrito aquí, hay algunos dibujos, la mayoría son símbolos extraños, no entiendo lo que dice, parece ser otro lenguaje, sea lo que sea, no lo debía de ver, opto por dejarlo en donde estaba. Tengo muchas preguntas, pero sé que será un error preguntar.
— Crystin ¿Qué haces con eso? — Pregunta Verónica, me está viendo desde las escaleras, se ve enojada, odia que me meta en sus asuntos.
— Nada.