-Lo dices enserio?- Preguntó Yoongi riendo luego de que Jimin le contara que una vez se asustó tanto por un insecto que cayó a un lago
-Si! Hablo enserio, ese día estabamos cómo a -1° y yo cayendome en agua helada!- Dijo Jimin con una sonrisa divertida en su rostro, para nada le daba vergüenza contar este tipo de cosas, le causaban gracia, eran accidentes, todos somos humanos, a todos nos occuren siempre
-Bueno debemos ser justos... Yo siempre le eh tenido miedo a las tormentas eléctricas, hasta el día de hoy les tengo pavor- Confesó Yoongi mientras este le regalaba una hermosa sonrisa al más bajito
-Y una vez cuándo tenía cómo diez años estaba en la escuela, había tormenta eléctrica, todos estábamos en el salón, pero de un momento a otro la luz se cortó, y adivina quién terminó entre los brazos del director de la escuela... Si, yo- Dijo y Jimin no pudo evitar soltar una risita mirándolo mientras se tapaba la boquita
-De echo-limpió su manita con una servilleta- De echo me parece muy tierno, es lindo saber que detrás de ese Min Yoongi que todos creen que eres está un Min Yoongi tierno y temeroso- Dijo con una sonrisa y Yoongi no pudo evitar soltar una risita y que un lindo y pequeño sonrojo se posara en sus pálidas mejillas
-¿Terminaste de comer?- Preguntó Yoongi a Jimin y este asintió con su cabecita mirándolo
-Acompañame a un lugar, te gustará- Dijo Yoongi con una sonrisa
Jimin con una sonrisa se levantó del sofá de color rojo en el que se encontraba sentado, tomó su mochila y se apresuró para ir dónde Yoongi
Ambos chicos caminaban por las calles frías de la ciudad mientras hablaban de temas triviales, ambos disfrutaban de la compañía del otro...
No caminaron mucho cuándo por fín llegaron al lugar del que hablaba Yoongi, era una tienda de videojuegos, estaba repleta de maquinitas para jugar
Un emocionado Park empezó a dar saltitos cómo niño pequeño, Min lo tomó de la mano y lo llevó hasta adentro, compró fichas para jugar y ambos se dirigieron a las maquinitas
-Jamás me ganarás en este, es imposible- Dijo Min con una sonrisa segura en su rostro, Jimin lo miró con sus ojitos entrecerrados y lo retó a jugar
Uno... Dos... Tres... Cuatro... Veinte disparos y golpes seguidos de Yoongi hacía el personaje de Jimin, lo derrotó como si nada, Min estaba orgulloso de su logro mientras Jimin lo miraba con sus brazos cruzados y un lindo puchero en sus labios
-No me mires así, me haces sentir culpable, vamos, sigamos jugando...
[...]
-No se bailar!- Dijo Yoongi riendo
Ambos se encontraban jugando en la maquina en la que debes seguir las pequeñas flechas de color y pisarlas, para bailar, ambos reían, Jimin lo hacía mucho mejor que Yoongi, este último nunca en su vida había jugado con esa maquina hasta ahora
La canción terminó y sus fichas también, ya estaba muy oscuro el cielo y era tiempo de que ambos chicos volvieran a sus hogar, Yoongi se ofreció a acompañar a Jimin a su casa, el no dudó en aceptar, no quería estar sólo a esas horas y caminar hasta sus casa, además de que era del conocimiento de Jimin que vivían por el mismo rumbo...
-¿Es verdad que gustas de mí Jimin?- Preguntó Yoongi mientras caminaban rumbo a casa de Jimin
El pelirrosa paró en seco y miró con un enorme sonrojo en su cara al pálido ¿Cómo lo descubrió? ¿Había sido muy obvio? ¿Quién le fué con el chisme?
-Yo...
-Antes de que digas algo... Que sepas que hoy me pelee con eso chicos por el chico que me gusta, lo estaban insultando... No me quedaría de brazos cruzados mientras te llamaban de mil maneras horribles...
Y Jimin por fín entendió... Sintió cómo casi se desmaya ¡Le gustaba a Min Yoongi! ¡Yoongi se peleó por él! ¡Era una confesión!
-Yo... Si, si me gustas
Lo último que supo es que ahora los labios del pálido se encontraban sobre los suyos, esos labios que había ansiado probar por tanto tiempo estaban besando los suyos en ese momento, eran dulces, exquisitos...
Y así fué cómo dos jovenes de secundaria confesaron su amor en una fría noche de invierno, en una de las calles de su ciudad natal, intercambiaron besos y palabras hermosas... Sintieron sus corazones conectarse y latir al mismo tiempo y con la misma intensidad...
Si es verdad, eran cómo dos gotas de agua, tan iguales pero tan diferentes, y cómo bién dicen por ahí <<Los polos opuestos se atraen>>
Y pensar que todo esto fué causado por una linda confusión...
Si Jimin tan solo no tuviera tan mala suerte y hubiera terminado en detención por algo que no hizo, tal vez nunca se hubieran confesado su amor...