MÓNICA:
A mi parecer media hora de practica no era suficiente si quería alcanzar un buen nivel en la fotografía, pero mi compañero de clase seguía insistiendo en que solo debía prestar atención a los mínimos detalles para lograr un buen trabajo. Cody era realmente bueno en la asignatura, por eso no me detuve a pensarlo cuando le pedí ayuda y unos que otros tips para el buen manejo de la cámara. Sin embargo, no se me estaba dando tan bien como esperaba.
-Te lo vuelvo a repetir, Mónica... Cuando desees mostrar un entorno solo tienes que usar el gran angular con el sujeto en primer plano. - La voz de Cody se escuchaba cansina, y yo me encogí en mi puesto, avergonzada. - De igual manera, tienes que tener en cuenta que a la fotografía le dan más énfasis cuando es periodismo político, y cuando es musical prestale interés al entorno ¿Entendido?
A estas alturas yo no hacía más que asentir al ritmo de su explicación, por eso me di cuenta lo tonta que me veía cuando el chico me miró atento. Tomó la cámara en sus manos y, para dar ejemplo de lo que me había explicado, capturó varías imágenes del patio central.
- También debes fijarte en que la luz sea la adecuada. - Agregó, yo asentí otra vez.
Después de unas cuantas fotos más, Cody se sacó la cinta, con la que colgaba la cámara, de su cuello y la extendió en mi dirección. Yo simplemente la observé por algunos segundos, mientras me insistía en tomarla.
- Ahora es tu turno.
- No, no creo que tenga mucho talento para esto sinceramente. - Dije simplemente, pero Cody no le importó ni un poco mi negación y tomó mis manos para dejarlas entorno a la cámara, sin pensarlo mucho se ubicó tras de mí y me fue guiando delicadamente por los botones.
Me quedé de piedra ante sus movimientos.
- Solo tienes qué tomarla con la mano izquierda, y la derecha la dejas bajo el objetivo. Así podrás realizar los enfoques y manejar los demás botones sin complicaciones... - Siguió explicando con pelos y detalles todas las maneras que me facilitaban, y yo sinceramente no sabía que hacer.
Cody estaba demasiado cerca y yo no hallaba manera de alejarme de forma disimulada, realmente me sentía muy incómoda. Para mi suerte -o mala suerte, depende cómo lo veas- mi celular sonó exigente con una llamada, y fue la excusa perfecta para alejarme un poco de mi compañero de clase, saqué el aparato de mi bolsillo trasero y con una leve mirada noté el nombre del cantante que últimamente me buscaba tanto, en letras grandes y parpadeantes, en la pantalla.
- ¿Noah? - Inquirí, aunque sabía perfectamente que era él.
- Hola, Mónica... Mi hermano y yo estamos fuera de tu universidad. ¿Aún te falta terminar?
Miré a mis alrededores, y efectivamente, el mismo auto negro que hace un tiempo me buscó en mi trabajo, estaba estacionado frente a la salida del complejo estudiantil. De manera rápida me despedí de Cody, no sin antes agradecerle por su ayuda, y con pasos rápidos me aproximé hasta el auto de Chris, me metí en él y salude con una gran sonrisa a los chicos que se encontraban dentro.
El cantante solo me sonrió, mientras su hermano si respondía a mi saludo, sin embargo no pasaron para nada desapercibidos las extrañas miradas que se mandaban. Fue Chis que decidió romper el silencio, después de carraspear levemente.
- Ese chico de ahí... - Comenzó Chris, sin despegar la vista de la carretera. Tardé algunos segundos en comprender que hablaba de Cody. - ¿Es tu novio?
Por poco me reí en su cara.
- No, para nada. Es solo un amigo. - Fue todo lo que dije.
Un suave suspiro se escuchó en el auto, para después dar paso a otro carraspeo.
- Pero se nota que está interesado en tí...- Fue Noah el que habló, por primera vez durante el tiempo que llevábamos de camino.
- Por su puesto que no. - Respondí. Pero si era honesta, esta respuesta no fue tan segura que digamos.
Chris nos había dejado en la dirección que le dicté, el plan era ir a un sitio donde nadie lo reconociera, y no es como que hubiesen muchos lugares en la lista, así que me tocó llevarlo hasta allá.
- ¿Este es tu maravilloso plan, para enseñarme a ser normal? ¿Un lugar para ancianos?
Solo sonreí mientras rodaba los ojos, en realidad no había muchos sitios existentes donde no lo reconocieran... ¿Donde más podríamos tener el primer intento de normalidad?
Yo no había almorzado, así que solo pedí un sandwich en la cafetería, y lo fui engullendo en el camino, prácticamente arrastrando a Noah hacía donde quería llevarlo. Sus músculos se fueron tensando a medida que nos acercábamos, cuando llegamos al cicloparqueadero, donde todas las bicicletas estaban acomodadas en filas, el cantante se detuvo.
- No voy a subirme ahí. - Habló decidido, ni me miró cuando lo hizo.
Sus ojos no abandonaban las bicis, yo seguí su vista, buscando algo fuera de lo normal que hiciera que reaccionara así. Los engranajes de mi cabeza iban a millón, y fue una sola idea la que me hizo reaccionar. Sonreí con burla.