Listening to love

09

MÓNICA:

 

Noah O'donnell era el chico del momento, por el que miles de chicas matarían por estar. No podía, ni debía permitir que mis sentimientos tomaran rumbos equivocados. Si no quería salir lastimada, era mejor no hacerme ilusiones por alguien que nunca querría estar conmigo... Esas fueron las palabras exactas de sus dos primas, las chicas con bronceado falso y cerebro de pájaro que había conocido en el almuerzo familiar de Noah. 

Quise ignorar sus palabras, pero para ser honesta, me llegaron a trastocar tanto como para hacerme incomodar el inicio de la tarde. Pero por suerte el resto de la familia si fue bastante agradable conmigo y, conforme fue pasando el tiempo me sentía mucho más cómoda. Incluso tratando de ignorar las curiosas miradas entre Noah y sus hermano Chris. También conocí a Lía, se hermana de 16 años, a la que los chicos tenías bastante sobreprotegida. 

Sacandome por completo de mi vahído, mi mejor amiga atravesó la puerta principal, con grande cantidades de tela y papeles.

- Hola ¿Cómo estuvo tu día?  - Fue todo lo que dijo, por supuesto olvidando con quien pasé mi día. Ella simplemente dejó todo lo que traía sobre la mesa y comenzó a acomodar las telas por color. 

- ¿Para que es todo esto? - Desvié su pregunta por otra. Sacando las piernas del cobertor que tenía encima, me levanté del sofá y me acerqué hasta ella. 

- Solo tengo que diseñar un vestido, como parte del proyecto final. - Ahora sacó una carpeta, hojas y bocetos de ropa. Distintos diseños estaban plasmados en las cartulinas, sin embargo fue uno sencillo, de pliegues y bonito corte, color amarillo y destellos dorados, que llamó mi atención. 

Melissa guió su mirada a donde estaba la mía, entonces sonrió. 

- Justamente ese es uno de los diseños principales. - Como respuesta simplemente sonreí y la miré cortar y medir. Ella en serio era una apasionada por la moda, su closed repletó de sus propios diseños podía demostrarlo. - No me contestaste, Mon... ¿Cómo estuvo tu día con Noah?

Mi sonrisa cayó, pensé que lo había olvidado. 

En realidad no tenía mucho que contarle , exeptuando el "incindente" con las primas, la tarde estuvo bien. Su familia me agradó, y al parecer yo también les agradé, su mamá me invitó a que volviera, mientras que los hermanos se regalaban sonrisas y miradas que no comprendía. Habían dudas respecto a mi "relacion" con Noah, a veces parecía solo un chico  añorando ser alguien normal, y de pronto se convertía en el hombre que no paraba de sonreírme y mirarme más de lo debido y, que sin nigún esfuerzo, con su coqueteo lograba ponerme bastante nerviosa. Por supuesto eso no se lo diría a mi amiga, y es que lo más probable era que yo tan solo me limité a contestar con un seco "Bien", para luego embelecerme mirándola hacer su magia.  

- Hey, Mónica... ¿Lograste hacer las fotos? - La voz de Cody me hizo alzar la vista de mi libro, sonriendole en forma de saludo.

- La verdad es que sí, sin embargo no quedaron cómo hubiese querido. - Suspirando, cerré el libros que estaba en mis piernas. Mi compañero solo sonrió en compresión y tomó asiento a mi lado. 

- La fotografía también lleva trabajo, pero con practica te aseguro que lo lograras. ¿Hasta cuando tienes tiempo de entregar el informe?

- Hasta finales de semestre. 

Al menos aún tengo tiempo, pensé. 

- Si quieres yo te puedo ayudar. - Fue lo que dijo, en apenas un murmuro. Segundos después su semblante adquirió más seguridad. - En cualquier momento nos podemos reunir y te ayudo con tu portafolio. 

Sonriendo por la oferta, iba a asentir al momento que mi celular anunció un mensaje . 

Por si te olvidaste, es mi turno de planear la salida. Paso por ti a las 8: 30. 

No tuve ni que mirar el destinatario para saber quien era. Sin poder evitarlo, repasé el mensaje un par de veces más, mi sonrisa creciendo mucho más, pero me avergoncé cuando Cody pidió de nuevo mi atención. 

- ¿Entonces que dices? - Preguntó tímidamente. 

Yo tan solo asentí y le dije que luego lo planeariamos. Era muy buena la ayuda que me afreció Cody, él era realmente bueno en la fotografía y con su ayuda estaba segura sacaría un sobresaliente. Después le escribiría y acordaría encontrarnos en algún sitio, pero justo en ese momento tenía clase, para luego irme directo a cas. 

¿Dios, por qué mi corazón se sentía así? 

Pero lo ignoré. Llegué a la conclusión de que ignorar esas curiosas emociones serían lo mejor, si no quería salir lastimada. Con esa idea en mente pasé la clase y llegué a asa... Y aunque mi cabeza decía que no se dejaría dominar, estaba claro que mi corazón no dejaría de dar pelea. 

.

Me miraba dudosamente en el espejo cuando Noah me escribió, avisando que había llegado. Ya no me quedaba más tiempo para cambiarme, si tan solo Melissa hubiese estado allí, me ahorraría muchísimo tiempo. Sí, ella era mi asesora de moda.




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