MÓNICA:
¡Oh, por Dios!
No sabía qué decir, mi corazón aleteaba como loco y los nervios se aglomeraron en mi garganta, impidiéndome emitir palabra alguna. Cuando me di cuenta que ya el silencio se estaba haciendo insoportable, me esmere en buscar algo que decir, sin embargo lo único que logré fueron balbuceos incoherentes.
— Yo no... No sé qué decir... — pronuncié finalmente y arrepintiendome casi al instante.
¿Qué tan estúpida había sonado esa respuesta?
El profundo suspiro que escuché a través de la línea me hizo darme cuenta de la impaciencia del cantante, lo que me hizo sonreír.
— Bueno, realmente no era la respuesta que esperaba...
Yo quería decir algo más, yo realmente quería confesar mis sentimientos pero tanto mis dudas cómo los nervios me detenían. Mi cavilaciones eran por las inseguridades que me asediaban eso era cierto, pero más que todo era el miedo a qué algo entre los dos no funcionará... Y yo realmente quería que lo hiciera.
Finalmente, cuando creí haber arruinado todo con mi silencio fue que lo escuché hablar, sus cuerdas vocales vibrando con nerviosismo.
— Si no quieres no tienes que responder nada ahora... — lo escuché decir.
— No — dije un poco demasiado rápido— en realidad... también me gustas, Noah.
Lo único que recibí como respuesta fue un largo silencio, incluso creí que la llamada se había cortado o algo así, sin embargo fueron alrededor de 2 minutos cuando lo escuché hablar de nuevo.
— ¿Qué fue lo que dijiste?
Sonreí nerviosa.
— Ya me escuchaste la primera vez, no pienso volver a repetirlo...
Mi corazón se aceleró cuando escuché su risa a través de la línea.
— Por favor, sólo quiero cerciorarme de que mis oídos no me engañaron.
Yo tomé un profundo suspiro al tiempo que sonreía nerviosa y algo avergonzada.
— Me gustas, Noah... Y mucho.
(...)
— En serio no sabes las ganas que tengo ahora de besarte. — mencionó el cantante. No me podía ver, pero juraba que podía imaginarse mis mejillas encendidas. — Estoy que tomó un avión y me devuelvo a los ángeles sólo para verte.
Había pasado un tiempo desde que estaba hablando con Noah, realmente no sabía si habían pasado horas o tan sólo minutos, pero es que realmente el tiempo me daba igual en ese momento. Nuestras charlas después de mi declaración habían sido triviales, sólo de sus aventuras en la gira y parte de mi día, no queríamos tocar el tema de la prensa ni nada de eso aún.
— No digas esas cosas... — Logré decir entre pequeñas risas — No estoy acostumbrada a todo esto.
Lo escuché reírse, y ese pequeño acto hizo que mi corazón latiera desenfrenado.
— Pues te vas a tener que acostumbrar por... — sus palabras quedaron a medias, mientras que unos sonidos extraños escuchaban a través de la línea. — Chris, devuélveme eso. — escuché decir a Noah, su voz se escuchaba lejana.
— Así que al fin confesaron sus sentimientos — Sip, ese era Chris mofandose de nosotros. — me siento orgulloso de ti, Mónica... ¿O ahora debo llamarte cuñada?
A lo lejos escuché a Noah gritar.
— ¡Devuélveme eso si no quieres que te golpee!
Los escuchaba corretear mientras su respiración era pesada.
— Yo... No... — no sabía que responder a eso. Era cierto que ambos confesamos nuestros sentimientos pero... ¿Eso nos convertía en algo?
Uish debía aprender sobre esto.
Sin embargo no lo pensé mucho porque cuando me disponía a dar alguna respuesta, Noah logró quitarle el celular.
— Lo siento por eso... Dios, que verguenza — Su queja me dio bastante ternura, así que solo me reí mientas le decía que no se preocupara — Mónica sabes que me encantaría seguir hablando contigo, pero ya se me hizo algo tarde y tengo que prepararme para el concierto.
Lo entendía por completo así que sólo nos despedimos, pero no sin antes prometer que me llamaría en cuanto terminará el show para terminar la conversación que había iniciado en un principio.

....
— Así que estás saliendo con Noah O'donnell — la expresión de Melissa era imperturbable, y no me permitía adivinar del todo sus pensamientos.
— Bueno, en realidad aún no es oficial. Después de que me llamara esta noche al terminar el show, ambos quedamos en que sería mejor continuar hablandolo en persona.
Melissa comenzó a asentir en lentos movimientos, mientras dejaba su atención en mi.
— ¿Y cuando sería eso?
— En dos días. La gira fue todo un éxito, así que organizaron una firma de autógrafos improvisada. — Mi mejor amiga sonrió cuando notó mi emoción al hablar, y aunque me dio un poquito de vergüenza, me alegraba no reprimir mis emociones. — Así que en cuanto terminen, volverán a Los Ángeles.
Las sonrisas no se iban de mi rostro en ningún momento, estaba tan feliz de volverlo a ver que no cabía tanta emoción en mi pecho. Por supuesto que mi mejor amiga se percató de eso al instante, y en seguida comenzó a hacerme un buen interrogatorio, sin desperdiciar ni un minuto.
— ¿Y como te sientes con todo esto?
Esa era una muy buena pregunta en realidad. Porque sí, el hecho de estar concretando algo con Noah me hacía muy feliz, pero luego estaba todo lo que eso traía consigo... Aún el debía aclarar las cosas al público respecto a lo nuestro, y eso me dejaba nerviosa.
— No sé como sentirme en realidad. Solo esperaré y veremos que pasa.
Aunque la ansiedad corría por mis venas con eso.
— ¿Y que hay de la ayuda que te buscó Noah?
Esa era otra cosa, la cual me tenía completamente agradecida con el cantante. Me hacía feliz el saber que se preocupaba por mí, y quería ayudarme.
— Eso también es la próxima semana, solo debo esperar a que Noah llegue porque quiere acompañarme.
Otra sonrisa, y esta vez de ambas.
— Me alegra que estés mejor, amiga. En serio creo que ese chico quiere algo serio contigo y se ve que le importas, no dejes que las inseguridades jueguen contigo.