MÓNICA:
La terapia me había ayudado mucho, no voy a mentir. Realmente la ayuda profesional me había venido bien, a tener un enfoque distinto y positivo. Al principio me costó, también lo admitía, pero el saber que existían personas que me querían y apoyaban me facilitaba mucho las cosas.
Por eso, después de al menos diez sesiones de terapias con la Dra Leonor —Qué se hacían esporádicas, porque de vez en cuando debía volver a Londres— al fin podía decir que me sentía lista.
— Entonces... ¿Estas diciendo que quieres que haga pública nuestra relación?
El cantante estaba a mi lado, tirado cómodamente en el sofá mientras engullia un plato de cereales. La manera en la que su cabello despeinado apuntaba en diferentes direcciones se me hacía cómico y tierno a la vez, por eso sonreí en respuesta.
— No. Bueno sí... No te estoy obligando a hacerlo ni nada de eso, solo quiero que sepas que de querer hacerlo, no me opondría. — Fue todo lo que dije, intentando explicarme. Tampoco quería que pensara que estaba en la obligación de hacerlo, si no quería pues lo aceptaba... Tampoco es que hacer público me emocionara demasiado, pero tampoco me disgustaba.
Lo aceptaba si ocurría, solo eso.
Noah dejó el cereal en la mesa del medio y me arrastró a su lado, dejó mi cabeza en su pecho y entrelazó nuestras piernas, de manera que quedábamos acurrucado en el mullido sofá de su apartamento. Así, tal cual nos habíamos quedado dormidos la noche anterior mientras hacíamos un maraton de series y películas de netflix.
— Me alegra al fin tener un día libre, desearía estar así todo el día. — mencionó, mientras le añadía más fuerza al abrazo.
Es importante aclarar que no había estado en mis planes quedarme a dormir, la tarde anterior solo había ido a pasar un tiempo con él, pero las nuevas temporadas de algunas series nos envició bastante como para tenernos pegados frente al televisor toda la tarde, mientras comíamos unos que otros snacks, y cuando nos quisimos dar cuenta nos habíamos quedado dormidos, acurrucados en el cómodo sofá de la sala principal.
— Yo también quisiera. — Admití — pero hoy tengo turno de noche en moca's — en cuanto me separé de él para levantarme, en seguida sentí el frío que proporcionaba el aire acondicionado, ocasionando que cruzara mis brazos en busca de calor. Cuando el cantante lo notó, me tumbó de nuevo a su lado y nos metió bajo las colchas que habíamos llevado también la tarde anterior.
— Sí, pero eso es en la noche. Aún te queda toda la mañana y parte de la tarde para estar conmigo.
Tenía un punto ahí. Y para ser honesta no me iba a hacer del rogar.
— Sobre lo otro... — Comenzó de nuevo Noah. — No nos apuremos, las cosas se darán cuando sea necesario, si en algún momento la prensa pregunta algo, o vuelven a tocar el tema, pues lo diremos... Pero mientras no ocurra, disfrutemos.
Solo asentí de acuerdo con él. No tenía más nada que decir, así que solo escondí mi cara en su cuello mientras sentía su respiración chocar en mi mejilla, y la mía chocaba en su cuello, generandole cosquillas y risitas.
Respiré profundo.
Amaba su olor. Noah siempre olía a jabón, pero a su vez con ese aroma dulzón que dejaba el perfume que usaba todos los días, mi favorito he de decir. Así pasaron lo que creí fueron minutos y cuando estaba dispuesta a acurrucarmr más a su lado fue que el sueño me alcanzó.
...
Estaba cómodamente sentada en el césped del patio central de la universidad, mis ojos lo único que hacían era seguir los párrafos del libro sobre mis rodillas... Eso hasta que una sombra se interpuso entre la luz del sol y yo.
— ¿Me puedo sentar? — Fue lo que escuché, descubriendo a una chica de pie frente a mi. Rubia, ojos claros y en espera de alguna respuesta, así que después de dudarlo un poco, solo asentí.
En cuanto volví mi vista al libro, sentí a la desconocida acomodarse a mi lado, yo por mi parte me alejé un poco, incomoda.
— Bueno... Mi nombre es Kristyn. — Mencionó, yo solo estreché la mano que me ofrecía y muy paulatinamente me presentaba yo también. — Mónica Hayeck, lo sé. Todos lo saben, cariño. Estas saliendo con Noah O'donnell.
Así que de eso se trataba. No era de extrañarse en realidad, desde que habían salido aquellas fotos, algunas personas decidieron acercarse "casualmente", para de alguna y poco disimulada manera averiguar algo de nuestra relación. Kristyn no sería la excepción al parecer.
—Entonces están saliendo ¿Ya está confirmado? — Esta vez no había sido la chica quien habló, en su lugar la reconocible voz de Coddy se escuchó a mis espaldas. Después de saludar, se sentó frente a nosotras.
Al percatarme de que ya no podría continuar con la amena lectura, tan sólo cerré el libro y lo guarde junto a los demás en mi mochila. Entrelace mis dedos, al tiempo que dejaba mi mentón reposar sobre el puño que había formado.
— Sí, estamos saliendo. — Mi respuesta fue clara y concisa. Lo había hablado con Noah, y a pesar de que hayamos dicho que no lo iríamos diciendo por ahí, ni buscaríamos hablar al respecto, si preguntaban no lo negariamos.
En seguida noté la expresión decaída de Coddy, pero tan rápido como había parecido, la ocultó. Solo sonrió para luego decir que ya lo veía venir... Obviamente el ya sabía que el cantante y yo andábamos en algo, incluso había ido al concierto, pero lo que en realidad lo había confirmado fue en aquel momento cuando me besó, en ese momento tuve que alejarlo y dejarle en claro lo que sentía por Noah, que si bien no éramos nada aún, sí me gustaba... Y así se lo dije, por supuesto que lo comprendió, sin embargo aún seguía siendo mi amigo.
— Me alegra que todo esté yendo bien entre ustedes — mencionó el chico con media sonrisa.
Mi respuesta fue una sonrisa, y a pesar de que quería decir algo más, la presencia de la chica me incomodaba, quien seguramente solo buscaba confirmar de primera mano aquella relación tan hablada en el campus. Sacándome de mi vahido momentáneo, mi celular sonó al mismo tiempo que el auto negro de Noah se estacionó frente al edificio, sonreí con muchas más ganas, y me levanté despidiendome de los chicos.