Lizäri

Capitulo: Campo de entrenamiento. P1

Los jóvenes se encuentran reunidos en el campo de tiro al blanco, tras la explicación por parte de las superiores, sobre las esencias arcanas. Y también, de la importancia de los Soldados Arcanos. Estos se preparan para seguir su entrenamiento de combate, con sus armas elegidas.

—Lo siguiente que deberán hacer y aprender será disparar su arco en movimiento, es decir, mientras caminan y mientras corren, deben mantener su arco firme y su mirada en el objetivo —menciona Albany mientras realiza una explicación práctica de cómo deben hacer el siguiente desafío, lanzando tres flechas seguidas a tres blancos distintos, a su vez que va en movimiento. 

Lizari es la primera, se dispone a practicar con su arco, primero camina con el arco ya cargado, apuntando hasta la diana. La flecha da encima del punto central de la diana, conforme, vuelve a tomar otras dos flechas, esta vez y apuntando mientras corre, dando ambas en el centro del blanco, procede a recoger sus flechas.

Jena mira orgullosa a su amiga porque ha logrado lo que por tanto tiempo le costó. Durante su entrenamiento juntas, mejoró considerablemente su agilidad, rapidez y puntería. A pesar de todo, y con la terquedad que caracteriza a Lizari, lo intentaba una tras una, hasta lograr poner la flecha en el centro de la diana, o cualquier objetivo que estuviese colocado en los árboles, a distintas alturas. 

Tián, también logra ser ágil en el uso de su ballesta, con seriedad y seguridad, va entrenando y clavando las estacas en distintos blancos, a distintas distancias. Los que no usan el arco como arma, entrenan con bastones de madera en pareja o clavando las bayonetas en las dianas, lanzadas velozmente con la mano. Algunos les cuesta dar en la diana, fuera arco u otra arma, como también hay otros que después de dos intentos, logran dar casi en el centro del blanco.

—Bien chicos, van muy bien, algunos deben seguir practicando, es cuestión de disciplina y constancia para lograr nuestro objetivo. Otros deben practicar, todavía más, el manejo del arco, de las bayonetas y el uso del bastón. Ahora, Lizari, Jena, Tián y Mara, ustedes son los mejores, los felicito por su constancia, la práctica que han tenido, da resultados positivos -alienta con orgullo la Comandante Albany. 

Todos asienten ante lo que dice la comandante.

—Ahora, deberán aprender a infundir su esencia arcana, de esta manera. —Albany toma una flecha y la coloca en el arco, en ese momento un aura azul recubre sutilmente a la flecha, mientras la comandante exclama:

Disparo acuático —clavando así la flecha en la diana, o mejor dicho atravesándola.

Todos quedan atónitos por ese impacto, mientras la comandante comienza a explicar:

—Para lograr infundir de esencia su arma, deben primero concentrar su esencia en un punto, en su lugar cierran sus ojos y ponen su mente en blanco, intenten relajarse y a conectarse con la naturaleza. Jena por favor.

La joven elfa ya conoce como infundir la esencia. Empieza cerrando sus ojos, relajándose y colocando las manos en forma de oración para concentrarse y emanar esencia, recubriéndose de una fina capa de esencia arcana azul.

—Muy bien, Jena. Has mejorado —dice y luego se dirige a los demás cazadores—. Inténtenlo, concentren su esencia, relájense y piensen en el agua, en el viento, en su fluir. Háganse uno con lo natural.

Los cazadores atienden a lo que dice la comandante y ponen sus manos de la misma manera que lo hizo Jena, cerrando sus ojos, Lizari también lo hace, a ella le cuesta concentrar su esencia por lo que nunca lo ha podido conseguir, siempre antes de entrar e la academia, practicaba con su amiga pero no lo lograba y esto hace que se frustre.

Albany observa a los cazadores, la mayoría lo logran a la primera, pero la joven cazadora no puede conseguir dominar la esencia arcana. La comandante se acerca a ella y coloca su mano en el hombro, infundiendo así, un poco de su esencia vital a Lizari, pues ella posee la habilidad de transferencia de esencia a otro usuario, algo común en los sacerdotes y algunos magos.

—Inténtalo, sé que puedes lograrlo, no te alteres y...

—No puedo lograrlo, he practicado, pero...

Es interrumpida por Albany.

—Claro que lo puedes lograr, vamos, inténtalo, cierra los ojos y concéntrate —toma a Lizari de las manos que tiene, formando un rezo—. Piensa en el agua, en algo que te relaje y solo deja que fluya dentro de ti, créeme, se que lo puedes lograr.

Lizari lo intenta de nuevo, comienza a imaginarse a ella en su sitio favorito, en la naturaleza, los animalitos, en sus amigos junto a ella. De pronto, comienza a emanar una esencia arcana de color verde, la comandante se asombra, pues es raro que un cazador principiante emane una esencia arcana que no sea la azul, es la común entre esa clase.

—¡Increíble! —exclama Albany Vendaval.

—¡Asombroso! Usa la esencia arcana verde —susurran los aspirantes a cazadores, mientras el joven Tián mira con desagrado la situación de la joven Lizari, riéndose para si mismo.

Lizari escucha los murmullos, por lo que abre sus ojos y se ve a sí misma recubierta de un aura verde, atónita a lo que ve, pues según la explicación de la general Sonia es extraño que un cazador use la esencia arcana verde tan pronto y a la primera.

—¿Cómo puede ser posible?

—No te asombres, tu madre, la gran sacerdotisa, usaba la esencia arcana verde, era su potencial, pues al parecer tú... Heredaste la esencia que utilizaba Flora —explica la general Sonia.

—¿Flora? —susurra Lizari para sí.

—Espera, ¿no conoces las historias de tu madre? —resalta Sonia, siendo respondida con un no por parte de la comandante.

—Claro, las esencias arcanas, como lo explicamos hace rato, pueden ser heredadas o aprendidas, aunque las aprendidas suelen llevar más tiempo, por lo general es la esencia arcana azul la que despiertan primero —resalta la comandante.




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