Capítulo: Soldados Arcanos

Lizari aún está impresionada, a la vez satisfecha de haber podido emanar la esencia arcana, tiene en su cuerpo y mente una mezcla de emociones infinitas; se le ha olvidado de momento, el incidente ocurrido el día anterior, por lo que nuevamente es la misma de siempre, la que sus amigos conocen.

—Muy bien chicos, ya que la mayoría han podido dominar la esencia arcana, es hora de proyectarlas en sus armas —dice la comandante Albany.

—Ahora intentaran infundir su arma de su esencia, se los mostraré...

La comandante toma su arco y en cuanto lo hace, se impregna inmediatamente de su poder.

—Esto lo pueden lograr, concentrando su esencia arcana en un solo punto y luego expulsándola.

—Ahora ustedes, intenten hacerlo. Deben proyectar su esencia al arma, sea lanza, bayoneta o arco, cualquier arma —indica la comandante Vendaval.

//Albany Vendaval es una elfa líder, su piel es de tonalidad clara, con cabello negro largo y lacio, ojos de color azulados, porte delgado, de unos ciento sesenta y cinco cm de altura, orejas características de elfo. Con ornamentos plateados en sus muñecas y cuello. Su vestimenta era un top manga tres cuartos, color turquesa y negro, pantalones de cuero negro, ceñido al cuerpo y botas largas color marrón con un pequeño tacón de dos centímetros de alto//.

La primera en intentarlo fue Jena, tomando su arco que siempre guinda de la misma forma que su aljaba y luego tomando una flecha, cargó su arco apuntando a un blanco, su arma fue rodeándose de esencia arcana azul

—Lista —susurra para sí, disparando su flecha, impacta en la diana, esta parece una bala de agua, pues la esencia arcana de Jena corresponde a la naturaleza acuática. Las esencias arcanas se originan en la naturaleza, pudiendo usarla a su favor.

Tián también lo intentó con su ballesta, este infundio de esencia arcana la misma, lanzando sus proyectiles contra un blanco en un árbol, impactando tres a la vez. Fue veloz, pero no tanto para superar a la comandante.

Lizari, procede a intentarlo, toma su arco de color rojo, y una flecha, esta carga su arma apuntando de igual manera a un blanco un poco mas lejos, cierra por un momento los ojos y logro escuchar, "tu puedes", por lo que abre sus ojos y vira hacia Jena, esta la observa con confianza. Su arco está rodeado de su esencia arcana de color verde, decidida, dispara su flecha que al impactar en el blanco, este brota hojas de inmediato, como cuando plantas una semilla y comienza a germinar con rapidez.

Sonia miro el suceso y le dijo... Tienes el poder de sanar y restaurar lo marchito. Es un gran poder de protección. Tián mira con fastidio a la joven de ojos verdes

—Que patético. —susurra de forma sarcástica.

—Todo poder es necesario, todo es importante —menciona Lizari.

—Si claro, eso dices cuando solo puedes obtener cualquier cosa. —refuta de forma sarcástica.

—Ya, Tián ella tiene toda la razón, todo poder es importante, aun si no lo lograra dominar, ella es una excelente cazadora —responde con certeza una joven enana.

—Hola, mi nombre es Narva Brillaviento —extiende su mano en forma de saludo hacia Lizari, quien no dudo en presentarse.

—Soy Lizari, un gusto Narva —dice, estrechando la mano de la joven de cabello rojizo,

—Él nunca sabe cómo hablar, ya lo vas conociendo —habla Jena, acercándose a las chicas y presentándose—. Soy Jena Vendaval, un gusto Narva.

—Oh, eres familia de la comandante... un gusto en conocerte, eres muy buena —pronuncia Narva, emocionada, su voz aguda era graciosa, por lo que agradaba a Lizari. 

Esa extraño quien no pudiese llevarse bien con la joven cazadora, excepto Tián que siempre la molesta por todo.

—Eh, pues gracias, el entrenamiento es lo que hace quien soy —responde Jena.

Narva usa una lanza como arma y como los demás usaba esencia arcana azul pero del origen aire.

—Muy bien, suficiente de charlar, reúnanse en la plaza, hoy elegiremos los grupos para las tareas que tendrán que realizar. —dice la comandante Albany, quien procede a ir hacia la plaza para reunirse con los demás comandantes, esta al llegar ahí, nota que nuevamente falta el comandante Tyron, por lo que mira a Gretta.

—El comandante Ibars ya lleva dos días sin asistir, que le pasará —pregunta Albany a la comandante de los sacerdotes arcanos, esta tampoco sabia el porqué de su ausencia. 

—Quien sabe que sucede con Tyron —expresa la comandante de los sacerdotes

Todos los soldados arcanos estaban reuniéndose en la plaza, en esta ocasión sería la mano derecha del rey, el Alto Señor Cristán Torreyes, quien daría la bienvenida a los nuevos soldados y a sus nuevas tareas a cumplir.

—¡ATENCION SOLDADOS ARCANOS! —Grita a gran voz, el alto señor Cristán.

—¡Si Señor! —respondieron a gran voz, todos los soldados, incluidos Denathal y Won, quienes han realizado todo el entrenamiento y todas las pruebas con gran facilidad.

Denathal asombró con su esencia arcana azul, de naturaleza eléctrica, pues era extraña lograr dominarla, cosa que el naturalmente ha hecho desde muy joven, por otro lado, a Won se le dio la libertad de elegir arma, pero no aceptó ninguna, prefiriendo el combate cuerpo a cuerpo usando su cambia forma.

—Quiero felicitarlos, pues mucho de ustedes han logrado convertirse en excelentes soldados con entrenamiento arduo —proclama Cristán, quien hablaba con un enorme gusto—. Recuerden que no es el fin de su aprendizaje, todo su entrenamiento deberán reflejarlo en la practica, y aunque contamos con paz y espero que siga así, nunca hace falta ser los mejores Soldados Arcanos.

—En este momento, se conformarán los grupos que serán enviados a tareas, dentro y alrededor del claro este. Les serán dadas tareas, prohibiciones y advertencias. Primero, esta prohibido el paso hacia el sur y oeste, nos ahorraremos el porqué; segundo, las tareas estarán conformadas por niveles, es decir, su nivel principal es el 1, serán tareas sencillas pero importantes para nuestra aldea y aldeanos, al cumplir las tareas, ganarán pecunias de plata que les servirá para su propio bienestar; y de ultimo, sean siempre leales al rey, a los aldeanos y a sus compañeros. Comandante Vargaz... —dice para ceder la palabra.