Al verte parado allí, con tus manos en los bolsillos de tus vaqueros y tu cabeza moviéndose al compás de la música, lo supe. Supe que eras el indicado, o eso me hice creer.
Cuando estamos solos y tristes buscamos a alguien que nos acompañe, tal vez te conocí en el momento indicado pero no el tiempo correcto. Quizás por eso todo terminó de esta manera.
Me acerqué lentamente hacia ti, calculando cada paso y repitiendo en voz baja las palabras que iba a decirte. Cuando llegué y te vi frente a mí eras algo hermoso, una criatura de otro mundo, eras simplemente el amor de mi vida.
Te toqué el hombro, me miraste y pasaste de mí, sin embargo, no me rendí y repetí la acción anterior. Pareció que habías cedido, pero apenas te dije "hola" te alejaste lentamente de mi lado.
¿Por qué no seguiste así? Alejado de mí, sin darme una oportunidad.
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Editado: 07.02.2019