Cuarta Parte.

Se sabe que duele; pero también se sabe que se debe ¿qué más? sino "intentar". El augurio parecía tan bien como la intención de ello mismo; Se oía a lo lejos una voz "tan melodiosa como se recordaba por mi mente de repente". Haciendo campanas para lo que teclas de un piano anunciaban; Talán talán talán talán tolón tolón tolón; "Ho-ola" y nada... Al cabo de una hora empezaban los camapanazos: "Ho-ola".

"De preocupaciones en preocupaciones"... "La preocupación" invade sus mentes. Aunque "el amor" prevalece ante lo demás. "Vosotros amaréis el resto de vuestras vidas aunque así no lo quisiéreis"; "La imperfección también nos hace grandes"; Sus miradas son casi como rayos deslumbrantes; con reflejos de sombra. Pues ahora están totalmente paralizados "por un lapso en el cosmos". Ella pide "un inocente té"; puesto que ha estado cansada últimamente también; y él pide "un frondoso chocolate". Su próxima comunicación sería inclusive sorprendente. A pesar de los "a disgustos" que ocasionaron. Pasaba la tarde y acontecía la tarde-noche y tan solo una hora había de pasar, pronto llegaban las estrellas acariciando la tibia tarde que ella era y a la espléndida primavera acaeciendo en respingos en la primera connotación de la palabra. Se quedaron paralizados y... "Enfatizando el hecho" se estaba.

Pasaban las horas y las sorpresas seguían. "El mundo seguía girando"; "Seguían conectados a través del pensamiento". "Seguían amándose". "A veces creemos que somos el centro del universo por ello hasta una frase al respecto existe bien sabida; lo que a veces no vemos es las historias que de ahí pueden emanar; dividiéndose y muchas veces rodeándote sin salida alguna ni de ello ni para ti..."