Vicedirector
Seguí el sendero hasta llegar a mi pequeña casa, me dolía todo el cuerpo y me sentía mareado por el cansancio, además de tener algo de frío...
Llegué a casa arrastrando mis pies por la pesadez de mi cuerpo y dolor tanto de mis articulaciones como de los rasguños que tenía en la mayor parte del mismo.
-Luka, llegué... .-Abrí la puerta lo más lento posible para no asustar a mi mascota ya que seguramente se encontraba durmiendo.
Al no oírlo ni verlo cerré la puerta por detrás de mí y comencé a caminar por la casa diciendo una y otra vez su nombre sin recibir ninguna respuesta.
-¿Dónde estás? .-Alce un poco mi voz mientras me dirigía a mi habitación mientras entraba sigilosamente... Y ahí estaba él, sin preocupaciones acostado durmiendo en mi cama lo cual el tenía estrictamente prohibido ya que me daba miedo a que la quemase con su poder, pero al acercarme me percaté que ese tono anaranjado que lo caracteriza estaba muy opaco, casi sin vida.
Me acerqué lo suficiente a la cama como para verlo más de cerca y parecía estar bien, pero se me hacía muy extraño su color de cabello así que lo desperté tranquilo pero asustado .-Luka, despierta... .-Zamarreé su cuerpo hasta que se despertó, se le veía algo asustado pero cuando apenas vio que era yo saltó a mis brazos y comenzó a lamer toda mi cara, me sentía mas tranquilo pero ese tono de cabello no cambiaba, ese tono anaranjado cobrizo se volvió como un grisáceo con un toque amarillento, sus bellos cuernos estaban casi del mismo tono de su cabello pero no le di mucha importancia, su actitud era la misma de siempre, esa energía frenética que muchas veces me agobiaba y muchas otras me hacia sentir el hombre más feliz.
Le di un cálido abrazo para luego volver a dejarlo en la cama arropándolo con las sabanas para que continuara durmiendo, era muy temprano para él.
Luego tomé algo de ropa del ropero, unas toallas y me dirigí al baño para darme una ducha fría.
Entré a la ducha dejando caer lentamente el agua fría en mi cuerpo haciendo que este se active y dejar de sentir ese pesado sueño, hasta dolor por los golpes que me di en el transcurso de la noche; una vez salí de la ducha seque rápidamente y comencé a ponerme mi ropa volado en mis pensamientos sobre lo que pasó esa noche, sobre esas criaturas tan tétricas, pero en lo principal era en Irene... Me tenía algo preocupado todo de ella, el como estaba ahora, me preocupaba el hecho de que abriese la boca sobre lo que ocurrió ahí fuera con esas cosas, pero lo que más me intranquilizaba era lo de su extraño poder, era capaz de controlar de cierta forma el tiempo como yo... ¿Será tan idiota de decir algo? ¿Se sentirá bien? ¿Ya no confía un poco en mi?
Entre dudas sin repuestas sin darme cuenta ya me había quedado parado frente al espejo del baño mirando mi reflejo de forma perdida mientras que Luka desde el otro lado de la puerta me ladraba.
-Ya voy... .-Abro la puerta con toda mi ropa sucia en una mano junto a la toalla que use para secarme mientras que con la otra mano acariciaba a Luka para que se calmara.
Deje la ropa sucia y la toalla en el cesto para luego dirigirme hacia la habitación para acomodar la cama, agarrar mis cosas para llevar al Instituto e irme.
Luego de dirigí hacia la cocina y me preparé un café en la maquina que tenía y la vertí en una botella térmica que llevaba cuando estaba muy cansado o cuando llegaba tarde y no me daba tiempo a desayunar.
Ya alistado tomé las llaves de la casa y me dirigí a la puerta pero al bajar mi cabeza veo a Luka en la entrada de la misma mirándome con esos tiernos ojos pidiéndome que por favor lo llevara y no lo dejara solo nuevamente.
-Bueno, vamos... .-El se emocionó mucho así que se apartó de la puerta para pararse junto a mí mientras saltaba y hacía esos ruidos extraños cuando estaba emocionado.
Abrí la puerta despacio para que él saliera primero y así lo hizo, así que detrás de él salí yo dándole una ultima ojeada a la casa para cerrar la puerta, ponerle llave y guardarla en mi bolsillo para volver al sendero que me dirigía al Instituto.
Mientras íbamos caminando prestando atención al paso y a Luka mientras que no paraba de pensar en Irene, ya hasta me estaba molestando, todo lo ocurrido la noche anterior pasaba una y otra vez intentando ver si se me escapaba algún detalle de lo ocurrido y no, no había nada fuera de lo normal dentro de todo, desde que ella se levantó de esa siesta hasta cuando se fue por este camino hasta al Instituto... Además no paraba de pensar en esa forma en la que me miraba, o el momento que acomodó mi cabello de esa forma tan inocente y concentrada, como si de verdad le importase mi apariencia... Ese estúpido pensamiento hizo que me sonrojara un poco sin que ni por qué.
(...)
Al llegar al lugar deshice todos esos pensamientos y me dirigí directamente a mi oficina para dejar todas las cosas en su perspectivo lugar.
-¿Te quedas o venís? .-Le dije a Luka mientras colocaba mi café en el escritorio de la oficina.
Apenas dije eso Luka se fue directamente a la puerta par recostarse en ella esperando a que yo terminase de acomodar mis cosas.
Acomodé todo, tomé unos libros que necesitaba para tal vez entender lo que sucedió y salí de ahí junto a él para dirigirme al curso de Irene, a ver como estaba ella y como la trataban todos.
Mientras caminaba por el pasillo y nos acercábamos al curso de Irene, Luka se ponía cada vez más y más feliz, hasta su cabello volvía a ese hermoso tono anaranjado que tanto me gustaba, así que me detuve un segundo en el pasillo mirando detenidamente la emoción de mi compañero que el solo se dirigía hacía su curso como si ya supiera en donde estaba ella... ¿La reconocerá por el olor? Fue la primera duda que se me pasó por la cabeza pero la descarté al instante ya que no es la primera vez que alguien va a mi casa y Luka no le importa o mucho menos se acuerda de su olor, la verdad que era muy extraño.
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Editado: 17.02.2023