Lluvia de Sangre

Capítulo 42

Esperando una respuesta aún, Mary acaba de recordar aquella noche cuando aquellos vampiros asquerosos la cogieron, pronto su cuerpo, cogiendo forma no propia de ella misma, cerró los puños  con toda la rabia y fuerza, tanto así que se hizo sangre con las uñas. Se dio cuenta y por fin levantó la cabeza y miró a Casandra. Mary ya tiene la respuesta.

_Esta bien, yo también quiero acabar con esas reglas- la tensión bajó, todos estaban más calmados. Pequeñas miradas pasaron a estar felices. Por debajo de la mesa, Trevol no pudo evitar cogerla de la mano y con la mirada decirle gracias. Esta lo aceptó.

_Muy bien entonces. Habla con Trevol para saber cuando vendrás a entrenar con nosotros - dice Casandra - Derek será quien te enseñe y Salamndra cuando se recupere. Cualquier cosa, nos lo dices - se levanta de la silla y se marcha hacia la puerta de salida - Esto será la guerra- esta desaparece tras decir eso seguida de Derek.

_Bueno, yo me voy a descansar- se levanta dolorida Salamandra  - Avisadme cuando estés preparada - se dirige a Mary - Galia, acompañame- la chica hace caso con mala cara y Mary lo nota, quedando así a solas con Trevol.

_¿Estas bien? - pregunta este. Mary asiente.

_¿Tu? - sabe lo que hizo. Sin quitarle la vista responde.

_Sí - hay silencio y miradas de vez en cuando.

_¿Por qué....- pregunta incomoda la chica - Me buscaste ? - Trevol se levanta para servirse un vaso de sangre, ofrece a Mary pero esta se niega.

_Supimos de ti cuando ocurrió con lo vampiros que te atacaron, luego lo dejamos ir, hasta que te encontré en el pueblo. Pero no me viste. Empecé a seguirte y ahora estás aquí. Tienes algo que llamó la atención. Potencial. Serás de gran ayuda - las mejillas de Mary se colorean.

_No sé decirte...- se ríe- Tengo miedo- vuelve a la seriedad, el joven vampiro se acerca a tranquilizar la.

_Tranquila, todo saldrá bien. Solo procura que no te maten. Ahora ya no hay inocentes. En la guerra no importa a cuantos has matado - la chica asiente - Pero puedes irte cuando quieras, no estás obligada.

_Lo sé- mira al suelo - Lo quiero hacer. Por el bien de todos.

_Si quieres quedarte esta noche - sugiere el chico y Mary acepta- Es mi casa, arriba está la habitación. Cuando quieras puedes irte.

Trevol durmiendo en el piso de abajo y la chica en la habitación. Apenas pudo dormir, se levantó y dejó una nota. Se marchó corriendo a la casa e intentó quedarse dormida.

A la mañana siguiente llegó Alice a una visita matutina, mientras que Ethan estaba en la reunión con sus jefes. La joven de cabellos dorados, ya con el apellido de los Marriott puesto, llega a la casa tumbando todo. El señor de la casa se encuentra fuera, por lo que ella es la única.

_Espersré a mi prometido aquí- le dice a Gerard que está acompañado de su querida Mary - Traedme algo de picar- suena su voz muy demandante.

_Como diga señorita- le dice a Mary que venga con él. Pero Alice la para.

_Tu- se dirige a la chica - Ponte a limpiar aquí un poco que hay mucho polvo y ya de paso quiero que abras las cortinas. Quiero luz en esta casa- con mala gana, acepta y el mayordomo le echa una mirada de que lo haga si no quiere tener problemas - Pronto vendré a redecorar y seré la señora. Y a despedir a algunos.

Sin decir nada, Mary va a por agua limpia para limpiar el polvo de los objetos. Alice se queda en silencio observando y riéndose. Abre las enormes cortinas rojas y la luz del sol le resplandece en la cara haciéndola más bella que Alice.

_No sé como mi querido hermano ha caído por un ser como tu - quiere jugar la del pelo dorado. Mary no se atreve a decir nada para no tener problemas luego, pero tiene ganas de explotarle una bomba a la cara- Sigo muy molesta por el baile - se levanta caminando moviendo las caderas haciendo que su vestido baile y se acerca a Mary con el cubo de agua- No quiero verte nunca más cerca de mi marido - se levanta el vestido y con una patada, lanza todo el agua al suelo, provocando un charco enorme que tiene que limpiar la chica vampiro, quien se queda con la boca abierta apunto de decir barbaridades pero se las aguanta - Limpia eso criada, cuando acabes, traerme el té - se dirige a sentarse de nuevo.

Después de un par de minutos secando el agua del suelo, con dolor de rodillas y cansada por el calor que hace , va a la cocina donde Lourdes prepara un pastel.

_¿Y esa cara muchacha ?

_La z.... de...Alice- procura poner buena cara ya que la vieja la ha mirado mal - Ha tirado toda el agua al suelo cuando limpiaba y tuve que secar el suelo muy bien. Y el colmo me he mojado también. No la soporto.

_Bueno...No quiero que te diga nada el señor Edward, así que por favor no quiero escándalos. Anda, haz lo que te diga y se paciente, luego olvídate de ella.

Con los nervios en la cabeza, echa el sobre de te en una taza y la llena de agua muy, muy ardiente, recién sacada del fuego, mira el azúcar y la sal, piensa, pero no quiere más problemas por lo que le echa  cuatro terrones, cosa que a Alice solo le gusta con dos. Preparado el té, va hacia la sala principal donde Alice se queda mirando el paisaje sentada con los pies en un taburete y comiendo un pastelito. Sabe que se acerca la criada y mete el taburete a escondidas para que tropiece, pero no le ha salido como ella creía.




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