MATEO DE NOVELIS.
Me sentía tan furioso, la actitud tonta de Amar me frustraba, ya no era la misma, siempre callada y aburrida cuando estaba con los chicos tal parecía que les cayera mal y no tenía razón para ello, además de eso siempre volvía temprano a su casa sin importarle yo. Tanto esfuerzo que ponía en mis dietas, en los ejercicios y hasta en ser popular y a ella no le importaba, solo era una niña egoísta que no valoraba mi sacrificio.
Lleno de furia e impotencia entre a mi habitación a buscar la ropa que llevaría a la fiesta de Max, no iba a dejar de ir por sus caprichos, no importaba cómo actuará ahora porque cuando fuera mi novia tendría que ir, aunque no quisiera. Terminé de arreglarme y me quedé unos segundos frente al espejo, poco a poco iba siendo el Mateo que siempre quise, eso me hacía tan feliz y triste porque Amar no le veía. Para finalizar arregle mi cabello, tome mi mochila, salí de mi cuarto y de mi casa.
En la fiesta de Max había muchos chicos mayores tal vez invitados de sus hermanos, aunque no había alcohol o al menos yo no había visto, cuando llegué me puse una calzoneta playera y no pude quitarme la camisa, aún no tenía el valor para eso.
Vi a Max venir dando unos pequeños pasos de baile que me parecen graciosos—. ¡Hey Mat!, ¿Qué onda hermano? —se sentó junto a mi—. ¿Y la bella Amar? —me preguntó moviendo su cabeza de un lado a otro—. ¿Dónde está?
—No quiso venir —respondí molesto y triste.
—¿Y eso por qué? —puso su brazo sobre mis hombros.
—Dijo que no quería venir —me crucé de brazos y me recosté en la silla provocando que Max quitará su brazo instintivamente.
—Pero no estés así —movió su cabeza siguiendo la canción—. Esto es una fiesta hay que divertirnos —se levantó y siguió bailando de forma graciosa para animarme—. Sabes he notado que tu bella Amar es un poco reservada y es mejor porque así cuando sea tu novia no tendrás que preocuparte de que esté en una fiesta con a saber qué tipo ya que tu sabrás que ella estará en su casa como una niña bien.
Levanté mi torso analizando sus palabras—. ¿Tú crees? —cuestione pensativo.
—Por supuesto, mientras tanto tu diviértete y vive por los dos ya que con la poca experiencia que tienes no eres mejor que ella —centró su vista en una chica al otro lado de la piscina.
Fruncí mi ceño—. ¿A qué te refieres? —pregunté confundido.
—Si, ya sabes tu poca experiencia con las chicas no te ayuda mucho —se volvió a sentar—. Por ejemplo, yo con Lucía, dijo que no quería venir, pero cuando comencé a chantajearla con que era su novio y que no me podía dejar solito en este día porque era mi cumpleaños y muchos rollos más aceptó venir y hasta dijo que tenía una sorpresa para mí —movió sus cejas de arriba abajo y sonrió lobuno.
—¿Quieres decir que si Amar hubiese sido mi novia si habría venido? —sus palabras tenían mi mente confusa.
—Tal vez si o tal vez no, pero no lo sabes por la falta de experiencia en relaciones amorosas —habló intercambiando miradas con la misma chica de hace rato.
—Hablas como si fuera mil años mayor que yo —reclame volviendo me a reclinar en la silla.
—La edad no importa Mat, lo importante aquí es que yo he tenido más novias que tú y por eso sé más —presumió con una enorme sonrisa—. Y algo que sé y tal vez tu no es que los primeros amores no duran.
Me levanté de golpe y centré mi mirada exaltada en él—. ¿Qué quieres decir?
—Eso amigo —volvió a poner su brazo sobre mi hombro—. Que si te haces novio de la bella Amar ahora puede ser que su relación no dure mucho y hasta puede ser que su amistad no vuelva a ser la misma.
Sus palabras eran como una despiadada puñalada directo a mi corazón, cómo era posible que asegurara que mi relación con la niña que amaba no sería para siempre como yo soñaba, no podía permitir eso, en mis planes de vida estaba vivir con Amar hasta ser muy muy viejitos.
—Eso no es cierto —negué—. Cuando Amar y yo seamos novios nunca terminaremos —asegure repudiando sus palabras.
—Puede ser que sí o puede ser que no, normalmente las primeras relaciones nunca son para siempre —miró a Jerry pasar y lo detuvo—. ¿Jerry tú has tenido novia? —le preguntó tratando de aclarar su punto.
—Si he tenido una —respondió sin problema.
—¿Pero ya no están juntos? —preguntó nuevamente obteniendo una respuesta negativa—. Dame la razón vieja y dile aquí a nuestro querido Mat que las primeras relaciones no siempre son duraderas.
—Es cierto —dijo dándole un sorbo a su bebida—. Está comprobado que los primeros amores no se cumplen, es científico —concluyó siguiendo su camino.
—¿Ves? —dijo orgulloso por tener la razón.
Suspire totalmente decepcionado, deseaba tanto estar con Amar para siempre que tan solo la idea de perderla me hacía morirme de la preocupación—. ¿Qué puedo hacer? —pregunté con tristeza.
Rodó los ojos—. Fácil, ten otros amores para que ella ya no sea la primera, Dah.
—¡Claro que no! —dije ofendido y molesto—. Yo no podría tener otras chicas a la única que quiero es Amar —dije decaído. Tan solo pensarlo me causaba escalofríos, no, yo no podía tener a otras chicas.
—No necesitas quererlas solo llenar el espacio vacío por mientras llega el momento de estar con la bella Amar —se levantó y miró a su alrededor—. Por ejemplo, Angie está enamorada de ti y es linda.
Incliné un poco mi cabeza y la vi sentada al otro lado de la piscina junto a la chica con la que había estada Max intercambiando miradas—. Amar es mucho más linda —asegure rechazando la idea.
—Mejor —dijo irritado—. Así si andas con ella no te enamoraras, solo lo harás para experimentar y aprender cosas que puedes poner en práctica con Amar —se acercó a mi—. Porque no has dado tu primer beso ¿Verdad?
Me separé y lo vi sin poder creer su pregunta, era tan vergonzosa—. No aún no —musite sintiendo mis mejillas arder.