Me despertaron temprano, me estiré y pensé en lo que no haría hoy y quizás por el resto de mi vida, mire mi ventada y aunque el paisaje era hermoso, París era maravilloso. Recordé esa mañana en que entro a mi cuarto, "necesito tu cuaderno de expresión" y se quedó observándome y aunque sabía dónde estaba y que ella no necesitaba ese cuaderno, camine por la habitación buscando, al final me dio un beso en la comisura del labio antes de irse por donde había venido. Suspiré y una lagrima traicionera se resbaló por mi mejilla, la seque y salí.
Afuera, me encontré con Abi, ella me sonrió tristemente
-¿Y tu madre?- le dije y ella se encogió de hombros
-La abuela le ha exigido que trabaje, ya sabes no es... su hija realmente
-Pero tu padre...- ella solo se encogió de hombros
El padre de Abi era realmente Hermanastro de mi madre, cosa que no supimos hasta la muerte de su padre. Era mi tío y eso yo lo sabia. A la Tía Irene, siempre mi abuela la trataba como su trapo y ella se dejaba por Abi o al menos es lo que dice ella, aunque creo más que es por el estatus que le otorga el estar cerca de la abuela.
Bajamos las escaleras y en la mesa estaba la abuela, nos hizo sentar a cada lado
-Te quiero en la empresa-me dijo y enarque una ceja
-No me interesa tu empresa- ella me miró desafiante
-Lo harás
-Abi está ahí
-Si, pero Abigail viaja hoy - Abi la miró confundida
-¿Por que? - la mire enojada, a la única persona que aún toleraba en la casa era a Abigail
-Por que yo lo digo¿ es razón suficiente Para ti?-me miró fijamente- regresaras hoy Abigail, debes solucionar ese problema
-Si abuela - dijo bajando la cabeza
No podíamos decirle que no, por qué aunque actuáramos rebeldes, tenía a personas que amábamos en la mira, mi móvil vibro
-Cambiaras de número- me dijo- y no es pregunta
Mire el móvil era Kiley, le conteste u llego otro mensaje, está vez de Hugo
-Era Hugo- le dije y sonrío entonces
-Bien, aún así quiero regalarte otro teléfono-la mire curiosa, Abi me miró negando levemente
-No, gracias abuela - dije y sonreí
-De vuelta, no tienes opciones, no es una pregunta- solo suspiré - las veré en la cena-dijo y se levanto
-No dejes de usar ese celular o empieza a pensar otra forma que no sea tecnológica para comunicarte con Roseline- la mire - la abuela tiene todo en red y ve y revisa todos los mensajes- antes de que pudiera hacer algo, un joven se acercó y me arrebató el teléfono.
-Este es el teléfono que la señora quiere que use -mordí mi labio inferior no me dio tiempo a nada- espero que sea de su agrado el modelo y color- solo asentí, un iPhone Rosa.- vamos señorita, la llevaremos a la empresa
-Señorira Abigail- dijo otro a mi prima- ya están sus maletas en el auto
-Creí que volvía hoy a la noche- dije sorprendida
-Hubo un cambio de planes - dijeron los hombres y nos retiramos a los vehículos, mire a Abi y corrí a abrazarla
-Dios - llore- cuídate ¿si? - ella asintió
-Intentaré volver mañana mismo, no sé qué tiene la abuela planeando- me abrazo fuerte- en mi cuarto hay algo para ti. Es una forma segura de comunicarse- me susurró- busca debajo del colchón- asentí y ella subió al vehículo
Yo me dirigí al que me correspondía, me senté y mire el retrovisor
-Disculpa, me olvide de algo en mi cuarto - el joven asintió - vuelvo en breve
-La acompañó- negué ysonrei calidamente
-Será muy rapido, ni te percatarás que me fui
Corrí escaleras arriba, agarre un bolso de mi habitación y entre en la de Abi, estire el sobre que salía levemente bajo el colchón
-Señorita Andrea- dijo una de las empleadas- ¿no debería...
-Shhh...- le dije y ella me miró asustada- sé que mi abuela te tiene amenazada también, que se ha vuelto algo loca, pero por favor ayúdame- le dije y ella asintió- solo no digas que estuve aquí
-Está bien- dijo y sonrío-
-Prometo que... te ayudaré con lo que sea que te tenga aquí- salí corriendo
Todos parecían soldados listos para recibir una bala por mi abuela, o para recibir cualquier otra cosa. Supongo que algo los tiene o un terrible miedo o una inmensa admiración, supongo que más lo primero que lo segundo.
Aunque puedo equivocarme, siempre alguien puede equivocarse.
Subí al vehículo y el joven me miró
-Está lista - dijo y asentí - no la veo muy segura, espero disculpe mi intromisión señorita Vellez
-Dime Andy o Andrea y olvida él señorita, no soy una- dije con una ligera sonrisa-
-Debo tratarla como tal, su abuela me ha pedido
-¿Pedido? ¿Mi abuela aún hace eso? - el me miró por el retrovisor- seguro que ella te ha exigido y aprisionado aquí
-No puedo arriesgar lo que más amo- lo mire- tiene bajo su poder a mis hijos, a demás mi novia trabaja adentro- dijo y apretó los puños- nos dejó seguir trabajando para ella, su corazón es algo piadoso, solo que lo que nos da nos alcanza a duras penas para que coman los niños. - lo mire y sentí el corazón estrujado- necesitamos llevar ese pan