Nos secamos las lágrimas y Evelyn llego con un par de tazas de té. Cuantas cosas podían ser y no ser ¿como nunca nos dimos cuenta? No nos parecía muy coincidente todo, 1 día exacto de diferencia de cumpleaños, teníamos los rasgos muy similares. ¿por qué la abuela oculto semenjante cosa?
-¿Todo bien?- dijo y sonrío, ambas asentimos y sonreímos- esto ayudará a calmarlas un poco
-Evelyn- dijo Abigail- muchas Gracias
-No hay de que - dijo ella - pero... es a Irene a quién deben agradecer, saben es muy boca floja...
El teléfono sonó y ella atendió. Asentido y luego corto la llamada
-Es su abuela Niñas- dijo y la miramos fijo- desea verlas
-No quiero verla - dijo Abigail- ella me mantuvo aquí, con amenazas, y a su lado mi Madre- dijo y sonrío- la verdadera y que me quería así como era, me ayudó a sopórtala - la mire y sonreí- nos amaba Andrea
-Lo se - dije y una lágrima resbaló- es por eso que debemos ir, y encarar a la abuela, nos debe unas cuántas explicaciones
Asentimos, Eduardo y Evelyn sonrieron
-Prometo- dijo Abigail- les prometo que volveremos con algo más que una orden.
-Podrán ir a ver a sus hijos-dije yo entonces y ellos asintieron
-Pero primero las llevo- dijo Eduardo y seguimos a joven, Evelyn me detuvo
-Andrea, espero no te moleste- dijo ella y miro al suelo- eh enviado todas tus cartas a esa chica Roseline - la mire incrédula - ella debe saber todo - solo asentí y subí al auto
-Roseline- dije despacio y mire por la ventanilla, mirando a cielo ¿podía tan siquiera pensar en mi libertad? Suspiré y me fijé que ya estábamos llegando.
-Un consejo- dijo Eduardo y paramos- no se lo digan tan directamente, ella está muriendo -dijo entonces el y nuestros ojos se abrieron - si pidió que vinieran es por algo
Asentimos y bajamos del auto, la enfermera nos indicó la sala con una sonrisa melancólica.
-¿Piensas decirles?- dijo mi Tía Irene
-No me llevaré tremendo secreto a la tumba Irene - dijo mi abuela e Irene volteo a verla
-Deberías- dijo ella - te lo dije antes y te lo diré ahora de vuelta, las únicas herederas son ellas y... si Abigail descubre que no soy su madre me hechara de la casa y eso, eso no lo permitiré - seguimos en silencio al ver cómo Irene volteaba - tanto tiempo oculto ¿no necesitan saberlo?
-¿Abigail? Ella es una angel, sería incapaz- dijo mi abuela -no son ellas Irene- dijo la abuela- es más por mi paz, por su perdón
-debí suponerlo, como siempre sacando tu beneficio- dijo volviendo a ver la ventana - ¿y qué hay de mi? ¿Viviré bajo un puente?
-Irene, deja de pensar en el dinero y en el estatus- ambas miramos sorprendidas e Irene volteo a verla colérica, enojada
-Tu- le señaló- tu que puedes decirme a mí, tu qué mataste a tu marido para poder tener al hombre millonario- dijo y Abigail y yo nos miramos- y mataste al siguiente para quedarte con todo, pero no pudiste;el tenía un hijo, un hijo que se enamoro de tu hija con el cual tuvieron 3 hijos ; cuando tu marido murió y no pudiste reclamar nada mataste a José, y tu hija ¿también tenias que matarla? ¿A tu nieto?
-Yo no mate a ninguno de ellos - proclamó furiosa - yo no maté a mi sangre
-Oh cierto- sonrió Irene y mi abuela empezó a respirar con fuerza- tu no mataste a tu sangre pero la muerte de José te persigue,después de forzarlo a casarse conmigo y dejarle con una de las niñas ¿tu hija quedo tachada? Solo por tus tonterías del adulterio, que decían de la pobre de Natalia- mi abuela lloro- también te persigue el fantasma de ella, y todas las cosas que decían de ella y qué hay de tu nieto, admítelo Teresa, cuando él murió, cuando el decidió matarse, por qué por si te olvidabas se suicido- dijo fría - se mato por tener que ocultarle las cosas a sus hermanas- Irene se veía grande - sabes que es lo peor de todo esto Teresa, que al final esas niñas nunca sabrán la verdad -a mi abuela claramente ya le falta el oxígeno, se acercó al cable - ellas nunca tendrán mi dinero
-¡NOOO!- gritamos ambas pero ya era tarde, corrimos adentro, tomamos su mano desesperadas por qué no muera
-Niñas- dijo y nos acercamos, Abigail vio cómo su "madre" salía- en... en el despacho- dijo suave- ahí está el testamento y muchas otras cosas que me hubiese gustado haberles contado- asentimos con lágrimas en los ojos- perdónenme, sé que... Dios, son libres- dijo y su vida se fue
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Enterramos a la abuela; pero habíamos leído el testamento, al cual mi tía no pudo llegar.
Todo lo que teníamos, las posesiones de nuestros padres y de mi hermano nos pertenecía. Éramos las dueñas de todo, la lluvia cayó
-Te perdono Nona- dije al arrojar el lirio blanco , Abigail estaba a mi lado tomando mi brazo
-También lo hago Nona- sonrió- siempre serás mi nona que me hacía galletas
-Que preparaba chocolate caliente y nos dejaba ver caricaturas. -sonreí tristemente
Sonreímos y nos dirigimos a la mansión, primeramente que nada dejamos a todos ir a ver a sus familias, a sus amigos, a tomar vacaciones. Aunque Evelyn y Eduardo insistieron que vendrían 1 vez al día, nosotras negamos; queríamos ese tiempo juntas, ese tiempo de libertad.