Juan
Tenía en mi mano el diario, acababa de terminarlo y esperaba el mensaje de Andrea. Lo golpee entre mis dedos ¿era esto lo que quería? Jamás le pregunté qué haría con esto. Acababa a de contar todo todo. Aunque aún, me queda el las últimas hojas en blanco , un mensaje llegó
Andrea: hola señor. Le llegara una carta en breve. Léala bien y luego haga lo que dice al final
¿Okay? Es bastante curioso cómo funciona su mente, así que no tenía idea de que quería hacer. Mi mente trabaja a mil.
Hugo
-¿te que?- dije mientras cerraba mi maleta - pensaba ir a París hoy
- Lo siento- soltó una risilla al otro lado - me han dado un nuevo trabajo - rodé los ojos
-¿A donde vas?- le dije y me senté en la cama frustrado
-Sorpresa, sorpresa- dijo ella
-Odio tus sorpresas hermana- reí-pero ¿es lo que quieres Kiley?
-Es exactamente lo que quiero- dijo y podía oírla feliz - por cierto, si venias por Andrea déjame decirte que no ha venido a París- fruncí el entre cejo- pero me dio un mensaje, dice que recibirás una carta con unas instrucciones y que luego podrás completar el final de tu diario- río y abrí mis ojos
-¿Como lo supo?- dijo y Kiley soltó una risa fuerte
-Dios, hasta crei que eras un meme - reí con ella - es Andrea, debería sorprenderte otra cosa de ella no eso -En eso tenía razón
-Ya me dirás a dónde irás- reí y ella suspiró
-bien...-
Juan
Tenía la carta en mis manos. Estaba entre abrirla y no abrirla ¿ que podía hacerme una estupida carta.
"Admítelo Juan, temes que no te elija " mi consciencia hablo con alta voces en mi cabeza y bufé. Odiaba toda la razón que tenía
-Vamos Andrea- dije y abrí el sobre - ¿en serio?- tenía una pequeña directris, típico de Andrea, reí
"Cuando termines de leer la carta, encontraras uña acertijo. Pero te pido la leas toda. El acertijo te llevará al verdadero amor o al menos, es lo que pienso. "
Reí. Nunca hará nada fácil. La carta sin duda era una declaración exacta de todo lo que ha sufrido y de lo mucho que le dolía todo.
-¿Que coño?- dije y volví a leer - si sabes de qué hablo...
"Iras al lugar donde hicimos click. Ya sabes ¿no? Ese lugar donde todo se movió en ti. Aunque no quieras admitirlo y te parezca raro lo que estás pensando. Si es ahí mismo Juan, ahí donde todo empezó, donde estuvo esa mágica conexión"
-Coño- dije, pensé en el teatro de aquí ¿pero por qué? No fue ahí donde nos conocimos.
Hugo
Hoy llegaba la dichosa carta de Andy.
Elegir a alguien, debe ser un trabajo duro, aunque con Juan llegamos al acuerdo de que no importase quien estaríamos bien por ella.
Estaba en las escaleras de mi casa mirando la ranura del buzón ¿cuanto tarda una maldita carta en llegar? Y habré suspirado quizás por 9na vez esa mañana.
La carta llego y la tome, la moví varias veces y me mordí el labio nervioso. Reí ¡Vamos Hugo! Sea lo que sea, se supone que estarías bien, por ella " vamos hermano, sabes que quieres ser el que estará con ella" era cierto, pero no sé si era por qué no sabía perder o por qué la quería realmente. Abrí el sobre y tenía una directriz
-Si si- dije leyendo todo y rodando los ojos, leía la carta. Mierda, me hace sentir mal. - lamentó todo Andy-dije y seguí leyendo-espera..¿que?- volví a leer
"¿Aún te acuerdas cómo nos conocimos?"
Jardín de niños Andrea. 5años. Ni siquiera pensé que me cambiarías la vida
"Te acuerdas como cambio todo al momento en que las miradas se cruzaron. Recuerdas el momento del click"
Repito, teníamos 5 años.
"Por favor Hugo, usa bien ese cerebro tuyo. Ve ahí, si justo el lugar qué pasó por tu mente en este mismo instante. Vamos, ve y gánale al tiempo"
Pero... ¿el gimnasio del colegio? Por qué eso pasó por mi mente. Siempre íbamos ahí.. bien ahí voy
Juan
Entre al teatro, recuerdo el día que llegamos. Una suave melodía me llamo. Mire el piano y entre, acaricie el instrumento y me senté. Empecé a tocar sonando en ella la balada de lado de los cisnes, concentrado en si mismo hasta que sentí una brisa levanto la vista y sonrío.
-Hola- dijo con una sonrisa gigante
Hugo
Entre al colegio, se encontraba vacío. Camine hasta el gimnasio, intentaba rememorar como era el click del que me hablaba. Entre y me senté en las gradas, miraba mi pulsera y jugaba con ella. El gimnasio estaba vacío, hacia memoria intentando saber si me equivoqué, pero las puertas del gimnasio se abrieron y sonrio al verla
-Tiempo sin verte Simpson- sonrió
Juan
Ha pasado una semana y estoy en Italia, paseando por la universidad. El diario lo estaba por enviar. Sonreí ampliamente, hay historias que son juego y hay historias eternas. La parte del título estaba en blanco.