Quiero pensar que he escuchado mal lo que ha dicho este hombre. Quizá todo el ruido que hay alrededor haya hecho que escuche mal. Pero lo vuelve a decir:
—Me gustas,Adelaide.
—¿Qué no acabas de terminar con Sarah?
—Lo sé. Enterarme de que me era infiel me abrió los ojos y me di cuenta de que tu eres extraordinaria y me haces sentir bien. Y también con esto me di cuenta de que realmente me gustas y me da celos que estes con ese tal Gerard.
—Vaya Matthew, yo de verdad no sé que decirte.
—No digas nada por ahora, pero piensa en que tienes la posibilidad de estar conmigo.
Y ahora había otra posibilidad. Miraba a Matthew,después entre toda la gente busqué a Gerard. Quizá no me gustaba del todo, solo era cuestión de tiempo. El tiempo ayuda mucho y si yo decidía tener una relación con Matthew,creo que eso sería lo mejor. Pero creo que ciertamente debía pensarlo mejor, solo debía aclarar mis sentimientos y decidirme,de todas formas Matthew es un chico lindo,amable,tierno y creo que podría darle una oportunidad. Además era la primera vez que alguien me confesaba su amor, la primera vez. Después de un rato, decidí regresar a casa pues ya era bastante tarde, Matthew insistió en acompañarme así que caminamos.
—¿Te gusta Gerard?—Su pregunta es directa. Mientras caminamos.
—No—Respondo. Aunque sueno segura,no paró de pensar en esa respuesta,sinceramente no lo sé.
—Sé cuando te gusta alguien, inclusive me di cuenta cuando yo llamaba tu atención pero fui un idiota y comencé a salir con otra chica en vez de salir contigo.
—Las cosas suceden por algo Matthew. Quizá lo nuestro nunca fue posible.
—Puede ser posible ahora, si así lo quieres.
—Matthew eres lindo y todo pero de verdad tengo que pensar en todo esto, porque estoy muy confundida.
—Claro en esos pensamientos algo te interfiere tener una relación. Te gusta Gerard. No lo niegues.
—Matthew no sé si me gusta mucho, estoy confundida, solo quiero dejar de pensar en él. Estoy decidida a olvidarme de él si es que siento algo.
—Claro que sientes algo,no es común pensar en una persona todo el tiempo. No sé creo que deberías pensar en algo, quizá puedas salir con alguien más y no sé,yo podría ayudarte te haré sentir mejor que ese imbécil.
—Y si te molesta ¿por qué lo invitaste?—Cuestiono mirándolo fijamente,lo veo acomodar su cabello negro. Se ve tan guapo.— ¿Qué es lo que planeabas?
—No sé—Se encoge de hombros y luego añade.— Quería confirmar mis sospechas de si sentías algo por él y peor aún quería confirmar si él sentía algo por ti. En algunos momentos lo parecía, parecía que él también se siente atraído por ti. Pero cuando lo vi coqueteando con otra chica todo eso se esfumó. No queda duda, si le gustas esta tratando de ocultarlo.
—¿Estás seguro de lo que dices?— Suspiro. Y me quedo, recordar esa imagen de él y otra chica realmente me hace sentir triste. —Supongo que tienes razón.
—Es un idiota, pero existo yo. Si me das la oportunidad sé que puedo conquistar tu corazón, y me amarás yo sé que lo harás.
—Matthew, no lo tomes a mal pero estoy abrumada darte cuenta de que te enamoraste de la persona equivocada y no sabes que hacer. Es tan estresante, yo sé que tú sientes algo por mi y te agradezco por contarmelo lo tendré en cuenta.
—Esta bien, yo seré paciente contigo Ade, solo te pido que pienses en verdad las cosas, yo te amo y quiero hacerte feliz, claro si es que me lo permites.
—Yo...—Mi voz tiembla. Esta vez me he puesto nerviosa. La respiración de Matthew puedo sentirla sobre mi rostro, es cálida. Sus ojos me miran fijamente, eso me pone aún más nerviosa, mi corazón late demasiado crei que solo pasaba con Gerard. Matthew acerca poco a poco su rostro hacia mi pero me apartó. No puedo hacerlo. —Lo siento.
Salgo corriendo hacia el edificio donde vivo. Decido darme una ducha y al salir me preparo algo de comer. Ciertamente lo que sucedía ahora en mi vida parecía ser un drama, un drama total, algo que una escritora estaba plasmando, una historia de romance donde claramente yo era la protagonista pero me preguntó quién es el protagonista de esta historia ¿Matthew o Gerard?
—Escritora no estás ayudando mucho—Miro hacia arriba hablando como una loca.—Mi vida estaba bien ¿ahora que debo hacer?
Pensaba en Matthew la forma en la que me miraba. Ese beso que casi me da. Pero que no pasó, mis sentimientos, que es lo que pasaba ahora. Nunca me había enamorado y cuando lo busco aparecen 2 chicos guapos,ambos son encantadores y no sé que hacer. La respuesta era simple tenia la oportunidad de salir con uno y con el otro no. Dicen que la vida es corta para no disfrutarla pero ¿iba a disfrutar estar en compañía de Matthew? ¿Seria feliz si tomaba esa decisión? eran las dudas que no me permitían decirle que si. Y eran bastantes, y si digo que si, salimos y todo acaba mal. Todos esos pensamientos me abrumaban pero al menos ya no pensaba en Gerard. Me fui a la cama pero no dejaba de pensar en todo ese mar de posibilidades infinitas, toda decisión que tomes siempre tendrá una consecuencia si elegiste bien será una buena pero si lo hiciste mal será una mala. Sin más poco a poco voy perdiendo los sentidos y comienzo a soñar.
Al día siguiente, me levanto temprano y salgo lo antes posible a la oficina. Es domingo pero da igual, creo que necesito escribir. La oficina está vacía los fines de semana, eso me hace sentir en calma, en paz. De pronto escuchó unos zapatos, definitivamente es Helen.
—Hola—Exclama en cuando se percata que la observo.—¿Qué tal la noche con Matthew? eh picarona.
—No ocurrió nada—Me encojo de hombros.—Nada de nada.
—Pero si ese es un idiota, crei que te haría pasar una noche inolvidable.
—Sí que fue una noche inolvidable, creo que necesito hablar de esto con alguien, de verdad que no sé que hacer.
—Puedes contarme para eso soy tu amiga—La veo tomar una silla, ponerla a mi lado y luego la veo acomodarse en ella.—Te escucho.