Gracias a Dios Max sólo tenía una leve inflamación en su pie, luego de que lo atendieron y le dieron los resultados de las radiografías, nos fuimos a tomar un café. Se lo debía por el mal rato que lo hice pasar.
Pasamos horas hablando de las cosas que nos gustaban y las que no, teníamos mucho en común incluso estudiábamos en la misma Universidad.
Cuando llegue a casa estaba en total silencio y eso me sorprendió, las luces estaban apagadas. Cristiano siempre las deja encendidas.
-Hola.- digo mientras dejo mis llaves en la mesa.- ¿Cristiano?
Al parecer no hay nadie, eso es bueno enciendo todas las luces y me voy al baño necesito una ducha urgente.
Una vez lista agarró mi laptop y comienzo a revisar mis redes sociales.
Como es costumbre reviso el perfil de Facebook de mi hermana, mientras miro sus fotos hay una que llama mi atención. Esta sentada en las piernas de un hombre sonriendo.
Esta no puede ser más zorra, no le da ni vergüenza que alguien pueda ver esas fotos. Sigo revisando su perfil y me doy cuenta que el tipo de la foto de llama Ignacio y le publica siempre cosas románticas. Ajá así que se vacaciones con las amigas. Ja!
Cuando estoy a punto de cerrar mi computadora me entra una llamada de Skype, pero miren nada más quien llama.
-Hola hermanita ¿como estas?, y mi futuro marido.
-Amelia.- digo mientras bostezo
-no me digas que ya te vas a dormir por Dios eres una aburrida, es viernes deberías estar de fiesta.
-por si no lo recuerdas yo estudio no ando de vacaciones con mis "amigas".- digo mientras hago comillas con los dedos.
-ay no me digas que ya viste mis fotos, no te parece guapo Ignacio. Si no me fuera a casar con el aburrido de Cristiano, lo haría con el sin dudarlo.
- ¿que edad tiene? ¿cuarenta y cinco? No crees que es un poco viejo, además le debes respeto a tu prometido acaso no lo quieres.
- tiene cuarenta y no, como dice nuestra madre mientras más maduro mejor.
- no me sorprendes, bueno necesito ir a descansar así que adiós.
-Adiós hermanita, Saludos a mi querido amado. Dile que volveré el lunes.- dice mientras envía besos con las manos. Zorra.
Dejó mi laptop en el velador, miro el reloj y me doy cuenta que son las dos de la mañana. Ni rastro de Cristiano ¿donde estará? .
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Cristiano
Cuando llegamos a la fiesta mi amigo Matías comienza a presentarme un montón de gente, ni siquiera se por que pero no recordaré ni a la mitad que he conocido esta noche.
Decido ir al bar por un trago, esta noche no voy a emborracharme aún me duele un poco la cabeza con todo el alcohol que bebí anoche.
-Pero miren a quien tenemos aquí, ¿no piensas desearme un feliz cumpleaños?- demonios ya había pasado mucho rato desde que la había perdido de vista.
-feliz cumpleaños Noemí, este año te luciste excelente fiesta.- digo mientras la abrazo.
-me alegra que vinieras, hace mucho que no te veía. Y gracias ahora que te veo se pone mejor.- sonríe pícara.
-Noemí, donde te metes vamos a cantar cumpleaños hermana. - dice una joven de cabello castaño.
-Cristiano, te presento a mi hermana Alison. Alison el es Cristiano.-
-Hasta que por fin te conozco.- dice mientras me da un beso en la mejilla.- he escuchado mucho de ti.
¿Que mierda tienen las mujeres conmigo? Acaso tengo un letrero en la frente que dice coquetéame.
-eh? ¿Gracias?.
-bueno te dejo iré con mis amigos, nos vemos luego me debes un baile de cumpleaños.
-claro.- digo mientras termino de beber mi copa.
Mientras escucho como todos cantan cumpleaños feliz, mi mente está en otro lado como fue que le confesé mis sentimientos a Anabel jamás debí tomar esa botella. Demonios ahora no se como verla a la cara.
No se cuanto tiempo pasa, pero ya llevo cinco vasos de vodka. No se si soy yo o el piso se está moviendo.
-Cristiano puedes dejar de beber, amigo disfruta de la fiesta. Hay un montón de mujeres guapas aquí ve por una.
- a la única mujer que quiero esta en mi casa. Así que me iré, venir aquí fue una mala idea.
- supérala hombre, ella es tu futura cuñada.
-Matías no me digas que hacer, ok. Me iré y eso es todo lo que necesitas saber. Despídeme de Noemí.- digo mientras me pongo de pie.
-te voy a dejar, vamos.
-no te preocupes tomó un taxi.
Me dirijo hasta la salida procurando no tropezar con mis propios pies, sólo quiero llegar a casa y ver los hermoso ojos de Anabel.