5:00 am, hora de despertar. Una ducha caliente es una buena manera de empezar el día, prepare el desayuno y estuve lista para irme, tomo el ascensor y al llegar a la planta baja ya estaba el taxi a la espera para partir, no dude en subir para dirigirnos hacia el "Edificio de cristal", ese es el nombre del nuevo lugar donde trabajare y la verdad me entusiasmaba ya que es uno de los más reconocidos.
Al entrar me doy cuenta delo enorme y hermoso que es el lugar, llego hasta la oficina y lo primero que veo es a una mujer y en cuanto se percata de mi presencia sonríe y se dirige hacia mi, no se ve muy grande, es como de mi edad o menos.
-Hola- dice con una gran sonrisa- Soy Sarahy pero me dicen Sara, ¿tu eres Evelyn no?
- Hola, así es- le digo mientras extiendo mi mano para estrecharla con la mía- un gusto.
- El señor Anders te espera- dice mientras observa la oficina- ninguno de nosotros lo ah visto y es un gran misterio, ¡Suerte!.
- Gracias- dije un poco nerviosa.
Con un par de pasos llegue a la oficina y trague saliva antes de entrar, dos o tres golpes bastaron para hacerme pasar, una voz gruesa y varonil se escucho a lo lejos, entrando un hombre alto y vestido con un traje negro me esperaba y al dar media vuelta observo los ojos más hermosos antes vistos, con un café amielado bastaron para hacerme perder toda noción del tiempo.
- Buenos días señorita Clark- es lo primero que escucho y me saca de mi trance.
-Buenos días, lamento la espera, seré su...
- Tome su puesto y Sara la pondrá al tanto- dice antes de que termine- y por favor no me moleste a menos que sea necesario ya que detesto las interrupciones .
"¡Pero que tipo tan más pesado!"- pienso mientras salgo de ahí.
- y??, Qué tal es?, Es lindo?- pregunta Sara mientras se acerca a mi.
- Es un pesado!- caigo en mi silla posando mis brazos en el escritorio mientras le cuento todo.
- Ay que lastima!- dice frustrada- No creía que fuera el típico niño mimado, pero.. por lo menos es lindo no?
con su pregunta coqueta logra sacarme una sonrisa.
- Si que lo es, esos ojos son realmente lindos y ni hablar de su voz.
- Valla!, algo bueno tiene al menos- dice con gran alivio.
No pude evitar reír con su comentario, mientras reíamos una voz conocida me robo el alma.
-¿Qué es tan gracioso señoritas?
pregunta enarcando una ceja. Tome algo de aire para poder contestar a su pregunta pero por más que quería las palabras no lograban salir de mi boca.
-Señorita Clark- Dice mientras se aleja lentamente.
-D-dígame jefe
-Sígame por favor.
Al llegar a la oficina le ordena que cierre la puerta.
-El fin de semana asistiremos a una demostración de joyas y usted me acompañara como mi asistente que es, use algo decente- dice mientras la recorre de pies a cabeza con la mirada.
Ella lo mira con recelo pues no sabia si su comentario se refería a que tiene mal gusto.
-Es todo, retírese.
Ella sale echando chispas pues no entendía el por que de su actitud prepotente, es guapo y de eso no cabe duda pero no es motivo para ser tan alzado y altanero, era el colmo que se alejo de todo lo que amaba para llegar a atender a un hombre tan insoportable.
Al salir del trabajo paso por una calle la cuál no conocía, caminaba tranquila cuando de un momento a otro se sentía observada e incomoda, acelero el paso cuando un hombre de aspecto poco agradable apareció frente a ella, se dio la vuelta para volver sobre sus pasos pero se percato de que a sus espaldas también se encontraba otro sujeto.
-Hola linda, ¿quieres que te acompañemos?.
-Estoy bien, gracias
-Vamos linda, somos muy agradables, te aseguro que la pasaremos muy bien.
Ella intenta huir pero son más rápidos que ella y la toman de la muñeca, ella intenta gritar pero el hombre saca una navaja y la amenaza con ella.
En ese momento estaba imaginando lo peor pero de pronto puedo observar como de un solo golpe derriban al hombre que tenía sujeta mi muñeca.
-Estas bien?...