Lo mejor de mi vida

Capítulo: 4

Damián
— Una hija Damián? — Bea camina de un lado al otro sin creérselo aún, me preocupa cómo ella sé lo va a tomar—¿tienes una hija? 

— Aún no es confirmado, mañana haremos la prueba, pero Bea, es igual a mí— respondo pensativo, ella se detiene y me mira

— Y cómo te sientes? En este momento no pareces feliz

— Estoy feliz de tener esa hija, pensé que nunca tendría una y ahora la tengo, bueno, estaba feliz hasta que su tía llegó, puedes creer que me amenazó? a mí? a Damián Brown? — Bea ríe y se acerca a mí que hasta entonces estaba sentado en la cama

— Bueno, veo que conociste a Damián en versión femenina, ya quiero conocerla también 

— Sí, y lo peor es que está buenísima la chiquilla esa

— Oh Damián, no me digas, vas a seducirla para que te deje a la niña

— Bueno, seducirla y llevarla a la cama sería magnífico, pero ¿puedes creer que le dio igual verme?, no fue como con las otras mujeres, ella me miró como si fuera un bicho lo que viera— Beatriz comienza a reír, yo la miro enfadado.

— Entonces deberías tener cuidado con ella, si se parece a ti como dices, querrá que esas pruebas salgan negativas

— lo sé y ya tengo un plan para eso, pero antes debo preguntarte algo— Me levanto y tomo sus manos— Bea, si esa hija es mía y gano su custodia, tú qué harías? Créeme, no te obligaré a— ella deja un breve beso en mi boca haciéndome callar

— Damián, si esa hija es tuya, la voy a querer como si fuera mía, es más, ya quiero conocerla, tú y yo somos amigos y siempre te voy a apoyar en todo, pase lo que pase, además, le dices a todos que somos novios para ayudarme a mi

— Que sería yo sin ti Beatriz Sánchez?— pregunto sonriendo, pero sé que un día lo nuestro acabará, ese es el trato, estar juntos hasta que encontremos a la persona que de verdad vamos a amar, bueno, ese es el plan de ella porque de algo estoy seguro y es de que nunca me voy a enamorar,¿por qué amar a una si puedo tener las que quiera? 

— Un mujeriego inmaduro— responde ella sin dejar de reír.

Yo salgo de la habitación, luego de comer algo salgo de la casa a tomar algo de aire, una hija, no puedo negar que me siento más feliz y completo, eso era lo único que faltaba para que mi vida fuera completamente perfecta, esa niña si es mi hija será lo mejor de mi vida

— Señor, lo esperan en la sala— me dice Gia, la empleada más antigua de la casa, yo la miro enfadado

— Gia, cuántas veces debo decirte que no me digas señor, para ti soy solo Damián — ella sonríe amable

— Damián, te quiero como a un hijo, pero eres mi jefe

— Exageras, pareces de mi edad— digo acariciando su rostro, ella sonríe

— niño conquistador, ya Bea me dijo, eres papá y no me habías dicho

— Aún no es seguro Gia, pero pronto sabremos

— Felicidades, un hijo es lo mejor que a uno le puede pasar, uno siente por este un amor más grande que cualquier otro— comenta con lágrimas en sus ojos, yo la arraigo hacia mí y la abrazo, seguro todo esto le recordó a la muerte de su hija

— Gia, quiero que cuides de mi hija cuando viva aquí así como cuidas de mí

— No pude cuidar de mi hija Damián 

— Eso no es cierto, lo hiciste bien, todo lo ocurrido fue un accidente— expreso secando sus lágrimas con mis manos

— Un accidente y del culpable solo conozco el auto porque era alguien con dinero que se aprovechó para no pagar la muerte de mi pequeña, aunque les di a la policía hasta la matrícula del vehículo

— aún recuerdas esa matrícula?

— por supuesto, jamás lo olvidaré

— Gia, cuando salga de todo esto sobre mi hija, juro que buscaré al culpable, el dueño de ese auto pagará y esta vez su poder y dinero no le servirán frente al mío, ¿por qué no me dijiste esto antes? 

— No quería molestarlo 

— eres de la familia Gia — la abrazo una vez más y entonces me dirijo a ver a la visita que me espera

— Marcos? — pregunto, el chico se voltea sonriendo

— hola, amigo— nos abrazamos riendo, Marcos es mi mejor amigo, pero llevaba meses sin verle

— Dónde has estado viejo? 

— Trabajo, demasiado, pero decidí tomarme unas vacaciones

— Perfecto, debemos salir a divertirnos pronto

— qué tal hoy? — me siento tentado a decir que sí, pero recuerdo que mañana son los exámenes

— Hoy no puedo, pero pronto, antes debo contarte muchas cosas— digo y comienzo a decirle sobre mi hija, él me mira asombrado y feliz por mi felicidad, luego Bea llega a donde estamos

— Marcos? eres tú? — esta sonríe al ver a nuestro amigo, que se levanta para abrazarla

— Bea, cada día más bella

— Gracias, tu siempre tan galante— los coqueteos de Bea con Marcos no me sorprenden, a ella siempre le ha gustado, decido dejarlos solos, mañana será un largo día para mí y mejor duermo, necesito estar preparado para enfrentar a la tía de mi hija.

— Le enviaste bien la dirección? — me pregunta Bea mirando el reloj, la chiquilla decidió que vendría a mi casa y de ahí iríamos en su auto a la clínica que yo elegí, no sé por qué quiere eso, si yo quisiera sobornar a alguien ya lo hubiese hecho, aunque quizás solo quiera conocer donde vivo y en qué condiciones

— Sí, mira, ahí llega— digo al ver el auto negro acercarse a la casa

— Ese es su auto? — pregunta Gia que estaba a mi lado, yo asiento, ella se queda mirando el auto y yo camino hacia este cuando mi niña baja

— Hola preciosa, cómo estás? — le pregunto tocando su mejilla, ella me sonríe

— Bien, nerviosa, creo

— yo también estoy nervioso pequeña, quieres conocer mi casa— le digo, quiero que esta niña se familiarice ya con todo lo mío 

— Ahora no — dice la tía insoportable

— Soy Damián, la otra vez no nos presentamos, tú eres? — le extiendo la mano

— alguien que no quiere conocerte, ya que cuando esas pruebas digan que no eres el padre de mi sobrina entonces no volveré a verte

— estás muy segura de eso—murmuro mirando a la engreída, lo que peor me cae de ella es su falta de interés hacia mí 

— mucho— dice y cada vez que abre su preciosa boca la odio más — ahora vamos y terminemos con esto— ella sube al auto sin siquiera saludar a Bea o a Gia que estaban detrás de mí, claro está que esta chica al igual que yo, es arrogante y orgullosa, la niña sube y yo me siento a su lado

— Se llama Alyssa — me susurra Samy, yo le sonrío

— pensé que era Lucifer — murmuro, ella ríe y si las miradas mataran, entonces Alyssa ya me hubiera asesinado. La chica conduce rápido por las calles, pero con destreza, llegamos a la dirección que le indiqué y somos atendidos bastante rápido y con la mejor atención posible

— Bien, ahora solo queda esperar para confirmar que eres mi hija— expreso saliendo de la clínica con la niña en mis brazos, no me quiero despegar de ella

— Que no lo es, diría yo

— Alyssa, si Samy es mi hija, pediré la custodia — comento, ella sonríe sin miedo, presumida

— no lo será Damián — los tres subimos a su auto, en silencio llegamos a la casa

— Tía, puedo ver su casa? — Alyssa asiente de mala gana y bajamos del auto, sonrío, todo será demasiado rápido y fácil, entramos a la casa, el lujo de esta no sorprende a Alyssa para nada, que mira todo de la misma forma en que me mira a mí

— Gia— llamó a esta que estaba mirando a Alyssa— puedes enseñarle la casa a Samy? — ella asiente y toma la mano de la niña y se va sin decir nada

— Pensé que tú le enseñarías la casa a tu no hija— dice Alyssa, aunque debería llamarle Lucifer, tiene una hermosa boca, pero no sabe ser agradable conmigo

— tengo otros planes — digo, miro su precioso cuerpo, de dos zancadas llego hasta ella y la levanto del suelo poniéndola en mi hombro, ella chilla, maldice y grita mientras la llevo, para mi sorpresa no pesa nada, aunque bueno, soy bastante fuerte, no por gusto tengo un gimnasio en mi casa y cuido mi cuerpo más que a nada

— bájame idiota, qué te pasa? — exclama mientras me golpea la espalda con sus puños, cuando llego a mi destino la bajo, al hacerlo ella me da una gran bofetada qué sé, marcará sus dedos en mi mejilla

— Cuidado, vas a dañar un rostro perfecto— digo sujetando sus manos— dime Alyssa, en serio crees que te dejaría libre como si nada, para que sobornaras a todos y cambiaras los resultados de la prueba de ADN? 

— qué vas a hacer? déjame ir

— ni siquiera lo niegas— yo río — te quedarás aquí encerrada hasta que los resultados salgan— la suelto empujándola hacia la cama

— Maldito infeliz, me las vas a pagar — grita, pero yo riendo salgo de la habitación y cierro la puerta con llave.



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En el texto hay: secretos, amor, niña

Editado: 07.02.2023

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