VI

Martha, ya en lunes se encontraba alistándose para la escuela, abotonaba su camisa de colegio, tras terminar se acomodó su camisa, luego tomó su mochila le dio un beso en la frente a su hermanito, el cual quedaba a cargo de uno de sus hermanos con ayuda de la vecina.

- Doña Fernanda, ya me voy, por favor ahí le ayuda a ver a Sergio a mi hermano, se lo agradeceré mucho ya sabe.

La chiquilla emprendió su camino a clase. Martha, entró al aula tras la profesora, la cual le hizo un gesto de negatividad, la chiquilla, le sonrió yendo a sentarse a un pupitre, para luego ante sus amigos tornar los ojos en blanco.

Era hora del receso, Josh, estaba junto a sus amigos, después de la salida del día anterior donde regresó a casa tarde dos días consecutivos, en ambos, andaba de paseo con su novia, pero la chica no se presentó a clases.

- ¡Vaya! Por fin tienes tiempo para nosotros –dijo sarcástico, Marcos.

- Lo siento chicos, es que…

- Tranquilo, es entendible –indicó, René– tienes poco de andar novio, es normal que quieras pasar bastante tiempo con ella.

- Si, ya no sabes que este, solo locuras, es –indicó, Alfonso – ¿se acuerdan cuando era él que andaba ennoviado?

Al traerlo a la memoria todos soltaron carcajadas, a excepción de, Marcos, obviamente el cual tenía una mirada desintegrante puesta en su amigo. El joven para ese tiempo se había vuelto loquito por una joven de cuarto año, cuando él estaba en el segundo; se sentía presumido ante ello, sin embargo, la chica le cortó después de medio año diciéndole que ya no se podía, que él era muy pequeño para ella. Luego el pobre muchacho se enteró que había sido un reto, el cual era quitarle la virginidad a un chico, el cual él fue ese alguien. La pasó muy mal, pero después de unas semanas, se alentó por el mismo, ya que impresionantemente se había aislado, pero de la nada sus amigos le vieron sonreír y volver a ser el mismo despreocupado y bromista de siempre.

- Oye, pero ¿qué te pasó? –refirió, Alfonso– ya andas como si nada.

- Solo pensé mejor las cosas, no vale la pena… y si lo medito yo salí ganando. Para nosotros ya no ser inocentón, es un premió así que ahora yo soy el de la experiencia del grupo.

Así el joven regresó a ser el mismo de siempre. Lo que sus amigos sabían que era el más duro en cuanto a poder sentirse mal, él era pura despreocupación y destilación de felicidad.

- Ya no digan nada –dijo con cierta irritación– además niñitos, yo por eso fui el primero de ser hombre.

- ¿Qué antes eras niña? Porque yo siempre fui y soy y seré hombre.

- Ya cállate Poncho. No, antes éramos niños. Yo fui el primero, después fue poncho, tu René, hace poco…. Y tú Josh ¿ya?

- Eso no es cosa tuya –dijo el joven avergonzado.

- Eso solo prueba una cosa. Aun eres un niño.

Soltaron risas burlonas las cuales no agradaron al joven.

- Mis padres me han educado diciendo que fuera del matrimonio eso no es correcto.

- Uy pareces mujer diciendo eso. Eso, solo les quedan a las chicas monjitas raras.

- La verdad que en un hombre se oye raro –señaló, Alfonso, lo que asintió, René.

Lo molestaron por todo el tiempo del recreo, hasta el trayecto que cubrían del colegio hasta la casa del joven. Pero sinceramente las burlas y comentarios de sus amigos hicieron pensar en el tema a Josh.

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Celeste, tenía dos días de no saber nada de, John, lo cual la estaba empezando a impacientar, ¿qué pasó? ¿Por qué no se había reportado? En el día con los quehaceres diarios su mente se distraía, pero al llegar la tarde, miraba su celular y la entrada de su casa, esperando noticias, pero nada.

Mientras estaba en la sala sentada sin hacer nada porque ya todo estaba hecho, observó a Diego, su primo pasar. Lo que se le ocurrió preguntarle por John, de una manera casual, sin que pensara que a ella el joven le importara mucho.

- Hola, Diego.

- Hola, Cele –dijo el joven deteniéndose ante su prima– ¿ahí está mi tía?

- Si, ahí está en la cocina.

El chico asintió con un leve movimiento de cabeza, por lo que el muchacho se dispuso a retirarse.

- Diego, espera.