XXXIII

Josh fue a la entrevista como era de esperarse y para su sorpresa y sin siquiera esperarlo fue elegido diciéndole que en una semana podía empezar, por lo que esa semana le dio el tiempo para entregarle la carta de renuncia a Rafael, el cual no se esperaba la retirada del muchacho, intentó persuadirlo, pero de forma amable y agradecimiento total, Josh no aceptó.

La noticia de la renuncia de Gonzales se regó como pólvora por el lugar, a Víctor no le pudieron dar mejor noticia que aquella, estaba inmensamente feliz de no ver aquella cara tan molesta, pues desde que lo vio le calló muy mal, no sabía cómo expresar ese sentimiento, pero eso le pasó no lo toleraba y en su ser creció ese mal y propósito de hacerlo pasar mal y alejarlo, lo que día con día aumentó su mal por lo que el muchacho lograba. Añadiéndole a su novia el día que la conoció, verle esa cara de enamorado total y bueno esa parte fue sencilla por la actitud tan liberal de la joven. Lo hizo realmente para golpear al muchacho, pues no se sentía enamorado de Susana, pero claro, reconoció que ella era hermosa, pero a duras penas dilató con ella nueve meses, lo que le impresionó, porque él no dilataba mucho con una que solo lo atrajera.

Pero, en fin, fue bastante satisfactorio observarle la cara de abatimiento a Gonzales, pero desgraciadamente se repuso y ahora se notaba mejor que nunca, aunque no sabía si había vuelto a entablar alguna relación sentimental de aquel tipo, por el contrario, se rio de él cuando se enteró que se había integrado a la iglesia, pues para él era perdedera de tiempo. Sin embargo, no pudo pasar desapercibido la mejoría de su estado de ánimo, pero su propósito era que se fuera, pero no era algo fácil, sobre todo, porque Josh contaba con el apoyo de Rafael, y se notaba que el hombre le tenía mucha confianza al joven. Pero parecía que sus anhelos fueron cumplidos, pues después de tanto tiempo se iría.

Gonzales se despidió de casi todos, lo hizo de forma amable, lo que le agradó a este, es que le dejaba unos días para descansar en indagarse más en la compañía, además de aprovechar en las actividades en la iglesia. En definitiva, las cosas iban mejor para él, no podía negar que desde que había reconciliado su situación espiritual la vida era mejor.

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Kelling Gadea se sorprendió de todo lo que estaba aprendiendo en aquel lugar, pero en esos instantes estaba algo nerviosa y preocupada, Jazaira estaba fuera en una gestión, así mismo el contador general, y estaban a ultimo día para generar la declaración mensual de impuesto. Con una nota en su escritorio, Norlan le informó que ella lo hiciera. Por lo que la joven empezó con los preparativos en las planillas de Excel, revisando los ingresos por facturas, clasificándolas, observando las retenciones efectuadas por el cliente, además de terminar de alimentar el crédito IVA, el Impuesto sobre la renta tanto de bienes, servicios y vía planilla a los empleados.

Ella lo alimentó de la manera que observó en la anterior, entró a la pagina tributaria y empezó con el proceso, cargó cada una de las planillas, para luego observar como se desplegaba la descripción de la misma, pero estaban tan nerviosa como nunca antes y no sabía por qué, era tan absurdo, pero estaba un poco helada, sin embargo, trató de calmarse, respiró hondo y se dispuso a enviar la DMI (declaración mensual de impuestos). Una vez que el envío fue confirmado, soltó un suspiro –lo hice pensó con una media sonrisa.

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Mientras tanto Kelling Hernán cantaba “Good Morning Teacher” junto a sus pequeños estudiantes, lo bueno es que todos seguían la canción, algunos lo decían bien, otros medio parecido, pero al menos lo intentaban y eso era lo importante.

- Muy bien, very good –decía sonriendo – ahora vamos a jugar con el marcador, estuvimos viendo los colores, the color. Así que pasaremos un marcador, en tanto, yo sueno el borrador en la pared, ustedes van pasando el marcador a su compañero de forma ordenada, cuando yo termine el sonido el que tenga el marcador, pasa a la pizarra y escribe el nombre del color de la figura… ¿está bien?

- Si teacher –contestaron los pequeñuelos.

Le agradaba a la joven observar, como aquellos pequeños mostraban interés en su clase, era más sencillo con los de primer grado, porque en segundo, había niños demasiado imperativos que era un esfuerzo conseguir que prestaran atención a la enseñanza.

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Celeste estaba conmocionada, acababa de tomar su carta de despido, tragó saliva con dificultad y observó a la joven de recursos humanos. Era la típica aplicación del arto. 45 del código laboral, era tan injusto, pero sabía que nada se podía hacer.

- Así que hoy es su último día, entre ocho días puede venir a retirar su liquidación.

- Ok.

- Tenga buen día.

Celeste medio asintió, se levantó de la silla y se encaminó de nuevo a su puesto, mientras pensaba en lo último que la joven le dijo, sonó tan sarcástico –tenga buen día, si como no… ¿quién carajos va tener buen día cuando lo despiden? Maldición, y ahora yo sin trabajo… ojalá pueda encontrar algo –pensaba afligida.

La verdad no le sorprendía mucho, hacía unas semanas habían despedido a Milena, su compañera laboral y auxiliar… bueno también con la que tenía algo de amistad. Según los rumores el contrato para permanecer esa empresa textilera en el país estaba terminando, por lo cual era obvio aquel comportamiento.