Me encontraba con Liam y Austin en la cafetería de Nancy’s, habíamos acordado desayunar los tres allí. Desde que volvimos a California, creamos la tradición de ir a desayunar cada domingo a la cafetería donde inició todo, y aunque hace dos semanas inventé que estaba mala por el embarazo hoy no tenía ánimos de mentirle a mi hijo y desilusionarlo.
—… entonces Asher me explicó que la tía Gina era su ángel y que aunque no la viera ella siempre iba a estar con él y Emily —me había perdido la mitad de las cosas que había dicho Liam por quedarme mirando a la nada—. ¡Mami!
—Dime cariño —mi atención volvió al pequeño pelinegro.
—¿Me estabas escuchando?
—Lo siento cariño —me excusé por no prestarle mucha atención a lo que estaba hablando—, estoy algo distraída —al ver su carita de desilusión intenté arreglarlo—. Pero sí escuché lo del tío Asher.
Ver su carita iluminada por su sonrisa era lo mejor que me había pasado en estos días, nunca me canso de verlo así. Él es una de mis mayores debilidades.
—Papis, ¿podemos ir a ver a la tía April y al tío Colín?
—No sé, tendríamos que hablarlo con ellos. Además creo recordar que la tía April está en Brasil grabando su nueva novela.
—Los tíos estarán felices de verte, has crecido mucho en los últimos meses —Austin le acarició la mejilla y Liam solo sonreía.
—¿Los podemos llamar? Porfis
—Claro que sí amor, pero será en la tarde. Para los tíos aún es de noche —le informé con cautela.
En lo que restaba de desayuno solo me limité a asentir y contestar a alguna que otra pregunta que hacía Liam, pero los pancakes de arándanos estaban casi intactos, cuando iba a ingerir otro trocito del pancake unas inmensas ganas de vomitar me invadieron, salí corriendo en dirección al baño —la suerte que tuve es que estaban completamente vacíos—; abrí la tapa del inodoro y empecé a vomitar, cuando creí que las nauseas ya había parado baje la válvula . Odiaba ingerir algún alimento y segundos después vomitarlo, no recordaba una de las peores partes del embarazo.
—¿Estas mejor? —al escuchar su voz detrás de mí, me sobresalte.
—No —esa simple monosílabo bastó para que se pusiera de cuclillas y me abrazara, hasta ese instante no me había dado cuenta de lo mucho que necesitaba uno de sus abrazos—. ¿Podrías dejarme sola? No es necesario que me veas en este estado
—No te voy a dejar sola, te he visto en situaciones peores y aún así siempre he estado para ti. Así que ahora no será la excepción y permaneceré a tu lado.
—Gracias, pero también lo decía porque no quiero que Liam esté solo.
—No lo está, la señora Nancy se quedó hablando con él.
Ante su explicación solo asentí, duramos varios minutos más allí, hasta que me sentí mejor.
Liam
La señora Nancy se encontraba enfrente de mí haciéndome compañía, mientras mis padres volvían, ella era una señora muy amable y simpática.
—¿Quieres que te explique cómo conocí a tus abuelos e hice de cupido?
—Sí —exclamé con alegría—, se ven tan lindos juntos.
A pesar de los años que llevaban juntos los abuelos, ellos seguían muy felices juntos, era como si los años no hubieran pasado y la alegría aún permaneciera entre ambos.
—Todo empezó cuando tus abuelos tenían 15 años, Mel y yo éramos amigas desde que nacimos, un partido de fútbol lo cambió todo para los dos.
—¿Qué pasó en ese partido?
—Fue muy gracioso —soltó una gran carcajada—, al final del partido tu abuelo… ¡Oh, mira! Ya vienen tus padres —me gire y los vi a ambos aparecer, mi madre se veía algo pálida.
—Gracias por vigilar a Liam, Nancy —le agradeció la suave y débil voz de mi madre.
—De nada, ¿estás mejor?
—Sí, el embarazo me está pasando factura —una leve risa salió de sus labios.
En los últimos días las cosas en casa no iban bien, mis padres estaban algo distantes entre ellos —aunque intentaban mostrar todo lo contrario— y aún así lucían una sonrisa en su rostro. Me daba tristeza la situación que estaban pasando, pero lo que más me enfurruñaba era saber que todos entendían lo que estaba pasando y aún así intentaban tapar el sol con un dedo.
Han querido comprar mis sonrisas concediéndome todos los caprichos, al principio me gustaba pero con el paso de los días ya no era lo mismo, prefería que todo fuera como antes, incluso era mejor estar en Liverpool.
—Liam, ¿quieres ir por un helado? —el tío Asher llamó mi atención, la cual se encontraba puesta en la primera película de Harry Potter— Tessa también vendrá.
Asentí con mucha alegría, Tessa me cae muy bien y me agrada su compañía —además el tío siempre sonríe cuando está a su lado— puse en pausa la película y fui a avisar a mi madre, era la única que se encontraba en casa; siendo específicos estaba en una tumbona tomando el sol junto a la tía Emma y la prima Emily.
¡¡Holisssss, feliz año nuevo!!
Editado: 02.12.2021