ODIO LOS LUNES
El fin de semana ha acabo y con eso se han ido todas mis ganas de seguir viviendo.
Ya se lo que dirán “estás siendo dramática”.
No lo soy en serio, lo puedo justificar, lo que sucede es que los lunes me recuerdan que debo de colocarme mi mascara nuevamente, me recuerda que debo de volver a montar mi teatro de chica “buena”. Para ser sincera me da tanta molestia ser falsa, pero es la única opción que tengo, por mi familia, por la comunidad y por todos. En serio quisiera ser yo o lo que considero que soy, no saben cómo odio ser una persona falsa por así decirlo, odio tener que fingir algo que no consigo ser, lo cual se me hace muy incómodo. Quisiera poder compartir lo que siento con mi mamá, así como lo haría una hija con su madre. Pero tengo la seguridad de que ella me juzgará en un dos por tres y me enviaría con un psicólogo o peor, con un psiquiatra. Y no me gustan esos lugares, me dan escalofríos y me entra muchísimo miedo al escuchar de esos sitios.
Mas sin embargo mis fin de semana son mi escape, son mi respiro, esos son los dos únicos días dónde no tengo que estar las 24 horas del día aparentando que todo está bien y que mi vida es perfecta.
En esos días me la paso encerrada en mi cuarto, así libero un poco lo que he venido comprimiendo a lo largo de la semana, y como mamá no se la pasa en casa es mucho mejor para mí. Prácticamente ella pasa todo el día en el trabajo, el único que está conmigo en la casa es Ben y cuando nota que aun estoy en mi habitación prefiere no molestarme, pero si me envía uno que otro mensaje preguntándome si tengo hambre o si me siento bien.
Los días que mamá no está en la casa, vienen señoras de servicio, ellas se encargan de hacernos comida y están pendientes del aseo de la casa, obvio, ellas entran a mi habitación cuando yo voy al instituto, porque de lo contrario nadie entraría, el único que en si puede entrar es Ben, ya mamá es otra historia, cómo les digo ella no respeta para nada mi privacidad, ella entra como perro por su casa.
Debido a eso he tenido que esconder varias de mis cosas en la habitación para que cuando se le antoje entrar a mi cuarto consiga todo bien, mi cuaderno si que lo llevo conmigo a todos lados, es necesario que lo lleve conmigo de lo contrario no podría liberarme si estoy en un sitio público, porque aguantar del instituto a la casa sería una completa tortura, por eso la cargo conmigo a todos lados.
No es que la libreta tenga infinitas páginas, ya he tenido muchas de ellas por que desde pequeña he tenido que hacerlo, escribir. Siempre estaba sola cuando ocurría esas cosas que son mis tormentos diarios hoy en día y de ese modo me sentía como que si se lo estuviera contando a alguien mas, pero no quiero recordar a ese mounstro ahora. Pero si, he tenido muchas libretas desde ese entonces y en ellas están escritos algunos acontecimientos de esos tiempo y otras cosas por esa razón las tengo escondidas en mi cuarto. Ya que mamá no sabe muchas de ellas y es muchísimo mejor así.
Volviendo a la realidad, hoy en serio que no tenía muchísimas ganas de levantarme de mi cama, quería seguir allí en mi pequeña y cómoda cueva, en mi lugar seguro, bajo las sábanas de la misma. En serio que no me apetecía ir al instituto hoy (como siempre), he intentando hacerme la enferma muchas veces para no ir pero mi mamá me termina descubriendo y me manda así sea arrastres al instituto. De verdad que odio a ese montón de estirados y niños ricos.
Y hablando del rey de Roma, cómo les dije ella no respeta para nada mi espacio personal.
Abre la puerta de un solo golpe que me hace salir de mis pensamientos y procedo a esconderme de bajo de las sábanas haciéndome la dormida. Aún no entiendo porque sigue haciendo eso tengo 17 años ya casi 18 y aún no ha entendido lo que está tocar una puerta, que sabe ella lo que puedo estar haciendo yo.
Bueno, debe ser por eso que lo hace.
En fin eso no justifica el hecho de que hago tal cosa, me molesta demasiado.
Si embargo empiezo a tomar mis respiraciones para así poder controlarme y no decirle algo de lo cual me pueda arrepentir cuando vuelva a mis 5 sentidos.
Ella entra a mi cuarto y me quita la sábana de la cara y la luz choca con mi cara haciendo arrugue la misma, es como si un ciego que estuvo toda su vida en la oscuridad viera la luz. Que horrible se siente eso
— Oh no, ni si quieras pienses hacerme lo mismo que me haces cada lunes, tu teatro no me lo voy a tragar hoy—
—Pero mamá…—
—Nada de peros, me haces el favor te levantas de esa cama ahora mismo, no quiero que llegues tarde al instituto. Sabes muy bien lo que pienso al respecto—
— Si mamá lo sé, pero no quiero ir, de verdad no me siento dispuesta desde la muerte de Kitty me he siento muy triste, no quiero que nadie me vea así— Kitty era mi gatita, por alguna extraña razón amaneció muerta, y eso fue como un detonador para hundirme más en mi tristeza. Ya tengo razones para estar mal agrégalo algo así, y será un detonante para sentirme aún peor. Se que no fue mi culpa pero no quita el hecho de que me sienta peor. La verdad no estoy buscando una escusa para no ir, ¿o si? Hay no se pero el hecho es que no quiero ir.
—Alaia, no me vengas con una escusa así, Kitty murió hace 5 días y tú estabas como si nada. Ahora no me vengas con eso. Esa escusas no te va a servir para nada, así que, te levantas te das un buen baño, te arreglas, bajas a desayunar y nos vamos. Por lo tanto no me hagas volverlo a repetir— me empieza a decir en un tono fuerte pero del cual estoy acostumbrada.
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Editado: 27.11.2021