Los altoparlantes han dado el último aviso de abordaje del vuelo, el bullicio del lugar es tal que, es imposible ver mas allá de tu nariz, pero de alguna manera todo está programado para que nadie se extraviara y para que nadie pierda su vuelo.
Un hombre toma la mano de su pequeña hija de cabello rubio, tez blanca y ojos muy verdes, los dos junto a su madre caminan a la entrada del vuelo, entregan sus pases y abordan, el avión despaga sin problemas es un viaje relativamente corto son solo dos horas de vuelo hasta su destino, el aterrizaje y el recoger del equipaje paso sin contratiempos, la familia suben un auto rentado y comienzan su camino hasta esa enorme casa ubicada en el campo lejos del bullicio de la ciudad.
Tarde por la noche después de la cena aun esperaba a que mi hermano apareciera, a la muerte de papa a cada uno de nosotros nos afecto de maneras diferentes, en el caso de mi mama, ella se centro en las flores y su enorme jardín aferrándose a quedarse aquí en esta casa, en el caso de mi hermano también fue algo parecido, Esteban se dedico a la ganadería, y no le iba nada mal, tenía sus tierras, sus animales, y sabia por las cartas de mama que, daba cursos de aprender a montar a caballo, como crear su propia comida, etc., a niños de escasos recursos y ayudaba a familias necesitadas, ya que su dinero venia más de la inversión foránea ya que el, era el principal proveedor de Leche, Huevo, y carne de res del condado y partes cercanas, pero en mi caso, decidí viajar con mis abuelos a nuestra antigua casa, estudiar una carrera profesional en una universidad y me concentre aquí, en la gran ciudad con mi esposa y con mi hija, pero sabía que, tarde o temprano debía regresar a casa, de nuevo a este lugar que me llenaba de terror cada noche
Platicando, recordando buenos momentos, hablaban los dos hermanos, Esteban contaba su vida y su trabajo en ese lugar
- ¿Cómo murió papa?- Uriel
- Ya lo sabes cayó del caballo, estuvo mucho tiempo en cama y llego el momento en que no lo resistió- Esteban bebiendo su cerveza
- Si ¿pero cómo?- Insiste Uriel
- No hay nada de sobre natural en esto Uriel, una liebre se le atravesó en paso del caballo, papa no pudo controlarlo y cayo, eso fue todo- Esteban suspirando - ¿No me digas que sigues en tus cosas de fantasmas y de eso que según tu habitaba en el pozo- Finaliza
- Tu me creíste aquella vez- Uriel
- No, no te creí, simplemente le dije a mis papas que fueran más tolerantes contigo, el cambio de casa, no es fácil de procesar de un niño de tu edad- Esteban
- Si claro, ¿y que fue eso que espanto cuando era niño?- Uriel
- Era el vecino, camino abajo vivía una mujer con su único hijo, estaba mal de la cabeza, se acerco demasiado a la casa y tú que ya estabas sugestionado creíste que era ese supuesto ser maligno que te persiguió de camino casa- Esteban
- Por eso solo nos quedaremos cinco días en lo que se resuelve el testamento y ya- Uriel
- Haz lo que quieras- Esteban
Uriel observa por la ventana en silencio, por más que lo intente, el reprimir esos recuerdos de su niñez no lo logra, de nuevo una silueta aparece a lo lejos mirándolo, cierra y abre los ojos en dos ocasiones y esa cosa sigue ahí, de pie frente a él, cierra la persiana, traga saliva y da media vuelta, sube hasta la habitación con su esposa y su hija, se sienta sobre la cama y trata de alejar esos extraños pensamientos de su mente para poder dormir un poco.
Uriel abre los ojos, el viento frio le eriza los cabellos de los brazos, se pone de pie para cerrar la ventana, ve su reloj pasan de las nueve de la mañana, su esposa y su hija no están ahí, con él, pero escucha sus risas en la parte de abajo, donde ya lo esperan para desayunar y con una noticia
- Al fin despiertas amor- Mama de Uriel
- Hola buenos días, perdón estaba cansado- Uriel sentándose a la mesa
- Si, el viaje y todo esto, nos fatigo a todos- Esteban
- Me gustaría conocer el pueblo, los lugares coloniales como este me fascinan, además me gustaría pintar, no sé, algún paisaje- La esposa de Uriel, Rebecca
- Iremos después de desayunar además quiero comprar unas cosas que necesito- Mama
- Yo quiero montar a caballo- Yezbeth
- Es peligroso- Uriel
- No si va conmigo- Esteban
- Además puede aprender, digo estaremos aquí unas semanas- Rebecca
- ¿Cómo que unas semanas?- Uriel
- Si, estaremos aquí unas semanas, en unos días es la feria del pueblo y nos vamos a quedar aquí hasta que pase, además hay que decidir unas cosas de tus papas, como la casa, y propiedades- Rebecca
Observan en silencio a Uriel esperando su respuesta quien simplemente sonríe y responde con una leve sonrisa.