Lo que imaginé

Capitulo 3.

CAPITULO 3.

 

02:00 PM.

 

 

Estaba caminando hacia el parque con Lorena, quién no dijo ni una palabra más de su pequeño error con Luka, ella dice que no fue un error, pero le recuerdo una y otra vez que si Luka no la quiere para más que tener sexo, será un mal recuerdo para sus siguientes años, diciendo que ojalá hubiese tenido su primera vez que por lo menos la supiera valorar, se queda callada y avanza, iríamos al parque, luego a su casa, luego a la mía y nos quedaríamos ahí, como era nuestro último año, no tendríamos tareas ni nada de eso, solo los exámenes, esos empezaban la próxima semana, ya nos están hostigando con que deberíamos elegir nuestro futuro, mí madre a pesar de su abandono y que ya no hablamos, me insiste que trabajé en su agencia de modelaje, la cuál no me gustaba mucho, modele unas tres veces para intentar que me guste, pasaba todos los fin de semanas ahí, pero no logro apasionarme, así que cuando ella llorando dijo lo mucho que quería esto para mí, que tenía un gran futuro en eso, le prometí estudiar eso, ahora que se fue no sé si esa oferta seguirá en pie, si no, me dedicaré a estudiar para ser una gran Jueza, mi padre dice que cualquier camino que tomé, se sentirá orgulloso y tendré todo su apoyo, se me aprieta el corazón escuchar eso, íbamos caminando en silencio con mí mejor amiga la pelinegra tan deprimida que está ahora, cuando un pelinegro de ojos azules nos sonríe, o más bien, me sonríe a mí, sus ojos azules irradian un poco de emoción, me da un sonoro beso en la mejilla, cuando aparece su mejor amigo, el pelirrojo de ojos marrones, también sonríe con emoción, su mirada es traviesa, besa mi mejilla y besa la de mi amiga, dirigí mi mirada primero a él pelinegro —Luka.

 

—Lorraine, —su ojo se cierra y se abre, guiñándome el ojo, veo de reojo como mí mejor amiga aprieta sus puños, Luka no le ha tomado mucha atención , de hecho solo la miro y no se digno a saludar, cosa que me molesto un poco, mi mirada se dirige a León, quién pasa su lengua por sus rojos labios, León era una persona coqueta por naturaleza, tiene una boca sucia, dice lo que quiere lo que piensa y lo que se le de la gana, era un niño rico y mimado, pero te cae bien en el fondo.

 

—Lorry, tan linda como siempre. —sus ojos irradian lujuria y algo en mí se remueve, León era conquistador, tenía potencial como jefe de personas que de una mirada te baja la braga, no miento, nuestros ojos están en una guerra de coqueteo intenso, pero Luka la rompe diciendo algo que me da mal sabor, mala espina, mala suerte, mala... bueno ya entendieron.

 

—¿Pueden dejarme conversar a solas con Lorena? —la pelinegra y yo nos asustamos, antes de ese encuentro frenético entre dos amigos, Luka le decía Oreo u Orena, jamás Lorena, proteger a mí amiga ante todo, esa sensación me da ver a Luka, cuando voy a negar, la fuerte mano y varonil de León me toma, nos guía hasta el parque, que quedaba a una cuadra, de lo que llevábamos con Lore, así que no me queda de otra de darle mi pulgar arriba a Lore, Luka está distraído poniendo su mano en la espalda de Lorena incitándola a acompañarlo, me doy media vuelta y León me da una sonrisa traviesa, entre León y yo siempre ha habido esa química que es imposible evitar, jamás se nos dio la oportunidad de pasar a algo más de amistad, así que le devuelvo la sonrisa, el me acorrala contra un árbol, me concentro en sus labios, los lame lentamente y dejo de respirar, bien esto está mal.

 

Cuando me voy a alejar, su voz me detiene, su ronca voz, lo miro—Jamás hemos podido estar solos, pero eso cambio ahora.

 

 

—Siéntete afortunado de tener un momento a solas, con está bella dama. —digo, el ríe y sus ojos se achinan, pequeñas líneas formándose al lado, un hoyuelo apareciendo haciéndome burla.

 

—¿Afortunado? Me siento en la misma gloria.

 

—Bah, cállate pelirrojo teñido.

 

El se hace el devastado, finge llorar y empiezo a reír, esto me gustaba, pasar buenos momentos con el pequeño y coqueto León, en vez de besarnos salvajemente, claro que tampoco lo besaría de una, siempre hay momentos destinados a ser momentos, así que suspiro cuando siento la voz de alguien carraspeando, no reconozco el olor, no reconozco esos zapatos, pero reconozco esos ojos marrones y ese pelo castaño, unas casi invisibles pecas en los pómulos, León no se aleja de mí, de hecho su brazo sigue al costado de mí cabeza, pero su mirada ya no es juguetona, ahora es amable, León no era el chico engreído ni el que trataba mal a las personas, de hecho le dedica una sonrisa a Peter Jackson a mí lado , sí Peter Jackson estaba aquí parado a mí lado con el ceño fruncido, mirándome, estaba evitando su mirada, pero decido encontrar mis ojos con los suyos, sus ojos marrones observándome, le sonrío y el habla—¿Por qué no contestabas mis mensajes, Lorraine?




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