Dos días después.
-Mi reina- llama mi atención un Darksider -todos están preocupados sobre el Darkblood de este año, no se ha hecho la elección de los que participarán.
-Oh... cierto, reúne a todos en el salón enseguida bajo- le digo y sin decir nada más se va dejándome sola mientras miro por el gran ventanal como las hojas de los árboles son movidas por el viento.
Este año me ha servido para aprender a convivir con los Darksiders, he tenido la ayuda de mis padres, Natasha y Alan que se han convertido en muy buenos amigos, pero también estuvo siempre conmigo Adam quien me ha dado la alegría más grande que he podido sentir al saber que cargaba con una pequeña parte de nosotros en mi vientre.
Para muchos quizás soy muy joven para ser madre, pero estoy convencida de que estoy más que preparada para eso, porque ahora si en algún momento creo que no puedo continuar me obligaré a mí misma a seguir por los dos, por esa estrella que iluminará mi camino y por mí que tengo que apoyarla y tomarla de la mano para que no caiga.
-¿Cómo están mis dos tesoros?- Adam me saca de mis pensamientos cuando me abraza por la espalda acariciando mi abdomen.
-Supongo que bien- me volteo para poder poner mis manos alrededor de su cuello y besarlo.
-Ya están todos en el salón esperando por tí- me informa cuando nuestros labios se separan.
-Bien, entonces bajemos- juntos tomamos el camino al lugar donde están reunidos todos -Querían saber como se llevará a cabo el Darkblood- les hablo cuando llego y todos quedan en silencio -este año haremos algo diferente, todos pueden participar- aplauden y gritan de alegría.
Después de responder algunas preguntas dejé que regresaran a sus labores y me quedé con mis amigas.
-¿Y han pensado en el nombre?- pregunta Tiffany.
-La verdad es que aún no- le contesto.
-Deben pensarlo ya- habla emocionada mi amiga americana como si fuera ella quien está embarazada haciéndome reír -busquen un nombre para niño y otro para niña.
-No creí ser tía tan rápido- habla Leah.
-Seremos las tías que van a consentir a esta cosita hermosa- pasan la mano por mi vientre.
-Chicas me hacen cosquillas- reímos todas.
Una semana después...
El Darkblood se llevó a cabo sin problema alguno. Ha llegado el momento de despedir a mis amigas y estamos todos en el aeropuerto para eso.
-Volveremos pronto- me abrazan y no puedo evitar llorar -y traeremos regalos para nuestro sobrino.
-O sobrina- dice Adam.
-Bien también puede ser niña- le dice Leah.
Se marchan y volvemos todos a la cueva.
Tercer mes del embarazo...
-Sabrina ya te dije que no tenemos queso fundido en estos momentos- me repite por enésima vez mi madre.
-Lo necesito, siento que voy a morir si no lo como ahora- hago un puchero, la verdad no exagero, necesito comer queso.
-Enviaremos alguien al pueblo para que pueda traerte pero tienes que esperar.
Rendida voy a mi habitación, me acuesto a esperar pero en menos de cinco minutos me quedo dormida.
Cuarto mes...
Mi embarazo ha comenzado a notarse y no puedo evitar mirarme al espejo cada que paso frente a él y eso hago ahora hasta que me veo obligada a correr al baño por las nauseas y dejo que todo salga.
-Amor...- escucho que Adam está en la habitación -Oh... cariño ¿de nuevo? Has pasado toda la noche así.
-Ya estoy mejor- trato de decir pero otra arcada me lleva de vuelta al retrete para vomitar.
Quinto mes...
-Sabrina no puedes comer sal así- me quita mi padre el bote de sal.
-Pero quiero sentir el sabor salado- le hago un puchero pero me lo niega.
-Mi reina- me habla una de las chicas de la cocina -iré al pueblo a comprar cosas que se necesitan para la cena, puedo traerle dulces salados si gusta.
-¿Dulces salados? No sabía que existía eso, pero si es salado trae muchos- asiente y sale a buscar el coche que va a utilizar así que me doy una vuelta por el lugar.
Sexto mes...
Hoy me harán un ultrasonido para saber el sexo del bebé, están conmigo Adam y mis padres, y la doctora claramente.
-Bien, comencemos echando el gel- explica la doctora vertiendo la pasta fría en mi estómago.
Después de unos minutos nos mira con emoción en los ojos y nosotros creo que de igual forma.
-Es una niña- Adam me mira con una alegría que nunca le había visto y me abraza al igual que mis padres.
Séptimo mes...
-Llegamos- gritan mis amigas en la puerta y salgo a abrazarlas.
-Perdón por no poder ir a buscarlas- me disculpo.
-No pasa nada, la mini tú es prioridad ahora- me giña un ojo Tiffany.
-Imagino que ya tengan un nombre- dice Leah y la miro con un claro si -¿Cuál es?.
-Será sorpresa- me lanzan almohadas -no lo sabe nadie, así lo decidimos y lo cumpliré hasta el final.
Octavo mes...
-Pero amor ya te dije que te vez bien- me vuelve a decir Adam tratando de calmarme.
-Parezco una vaca gorda- sigo llorando.
-Sabes que para mí te veas como te veas siempre vas a ser la más hermosa- me besa en la frente y lo aparto de un empujón.
-Estás afirmando que me veo fea- corro al baño y me encierro a llorar.
Noveno mes...
-¿No crees que ya debería salir?- pregunto preocupada a mi madre.
-No seas tonta, el bebé debe acomodarse en el canal del parto él solo- me explica otra vez.
-¿Y si no lo encuentra?- sigo preguntando.
-Sabrina ¿Cómo no lo va a encontrar? No seas tonta- al terminar de hablar mi madre siento una fuerte punsada que me hace gritar y siento líquido correr por mis piernas -Oh Dios mío, acabas de romper la fuente.
-Ay me duele mucho- al parecer mis quejidos son muy fuertes porque en menos de un minuto ya hay Darksiders a mi alrededor para ayudar a llevarme a la enfermería.
Me suben rápido hasta la camilla y la doctora prepara todo a la velocidadde la luz.
-¿Dónde está Adam?- pregunto entre los gemidos de dolor.
-Fue al pueblo a buscar cosas que hacían falta pero ya le avisaron y viene en camino- me responde una de las chicas que ayudan en la enfermería.
-Por favor díganle que se apure- vuelvo a gritar.
Unos minutos después por fin llega Adam y yo sigo tratando de que la bebé salga. No escucho lo que me dicen a mi alrededor, sólo veo labios moviéndose mientras pujo con todas mis fuerzas.
Los segundos se me hacen horas hasta que escucho el llanto de mi bebé y me la entregan.
-¿Cúal será el nombre?- pregunta la doctora y Adam y yo nos miramos a los ojos sonriendo ampliamente.
-Azul- contestamos al unísono.
Decidimos que este sería el nombre porque es el color de nuestros ojos y nuestro color favorito.
Tres años después...
-Azul ¿Dónde estás?- es la tercera vuelta que le doy a la mansión y mi hija no aparece por ningún lado, paso por la puerta se la lavandería y me detengo con cuidado al escuchar en el interior risas infantiles. Riéndo para mis adentros abro la puerta sin hacer ruido y veo una pequeña silueta cerca de la ventana -Te encontré- salto sobre ella para hacerle cosquillas y sus carcajadas me llenan de vida.
-Mami ya déjame- me pide y me detengo, su cabello blanco está alborotado sobre su cara pero aún así se puede observar el azul brillante de sus ojos.
No nació el mismo día que yo pero aún así sacó las características de un Darksider.
-Sabrina, Azul- escucho a mi madre llamar desde el pasillo.
-Vamos que nos llama la abuela- cargo a mi pequeño yo en brazos y salgo con ella encontrando a mi progenitora.
-Por fin, Tiffany y Leah ya llegaron- nos avisa.
-¿Llegaron las tías? Mami bájame- la emoción es notoria en su voz y me patalea para que la deje en el suelo y eso hago para verla correr en el pasillo.
-Creo que las quiere más que a mí- me habla mi madre y sonriendo la abrazo para caminar juntas por donde se fue corriendo Azul.
En el salón mi hija se roba toda la atención, y a mis amigas que la llenan de regalos.
-Y este regalo es para mami- se levanta Tiffany y se acerca a mí con un pequeño cofre y me lo entrega, al abrirlo me encuentro con un collar de plata que le cuelga una perla azul en forma de corazón y una A de perlas dibujada en el centro.
-Es hermoso- es lo único que puedo decir.
-Lo pedimos con una A pero ya es cosa tuya decidir si es de Adam o de Azul- habla Leah.
-Es de Azul porque mami me ama más a mi que a papá- llega corriendo mi mundo para que la levante en brazos.
-Mi reina- aparece agitada una Darksider -Hay problemas, su abuela reunió personas en nuestra contra y ya están en el bosque.
-¿Qué?- le entrego a Azul a mi madre y me pongo en marcha a mi habitación -reúnan a los más fuertes- aviso en el camino y todos corren a prepararse.
-¿Cúales son las instrucciones mi reina?- se me cruzan barios en el pasillo.
-No dejar que se acerquen a la mención- grito -vienen por el bosque y no por la carretera así que les tomará más tiempo.
-Ya estoy aquí- aparece por fin Adam -vienen varios- informa -muchos si soy sincero.
-Los que no pueden ayudar vayan a las habitaciones subterráneas- ordeno -Tiffany y Leah cuiden a Azul- me despido de mi hija y corro al bosque con los otros.
El que el día esté nublado y los árboles prohíban el paso de luz da la impresión de que es de noche, a lo lejos podemos ver el movimiento de las personas que vienen en busca de nosotros sin saber que ya estamos alerta.
-Allí hay monstruos- gritan y se apresuran a comenzar a disparar en nuestra dirección.
-Cúbranse- les informo y rápido buscan donde esconderse, veo a varios resivir balas pero no en el pecho por lo tanto estarán bien, hay una buena distancia así que la bala no hará suficiente daño.
-Mi reina corra, nosotros nos encargamos de ellos- me dice uno y niego, no los dejaré solos.
-Sabrina- Adam llega a mi lugar agitado- debes irte -tenemos personas cerca de ellos y han avisado que te buscan a tí, tu abuela quiere matarte.
-No me iré- antes de que termine de hablar ya Adam está corriendo conmigo sin soltarme la mano obligándome a seguirle el paso -Déjame, quiero ayudar.
-No es una opción, estás mejor en la mansión con Azul.
Me arrastra con él y unos minutos después escucho voces y pasos siguiéndonos no muy lejos.
-Esa es la reina, mátenla- gritan y mi corazón comienza a latir aún con más fuerza, ya estaba bastante acelerado.
-Rápido- me grita y toma mi mano la cual había soltado por un momento para que pueda seguirle de cerca.
-Ya no puedo ir más rápido- frente a nosotros se habre un gran acantilado y me empuja para que no caiga pero esto hace que aún tomados de la mano él resbale mandándome al suelo en lo que queda a orillas de la caída sin nada donde sujetarse más que mi mano.
Por un momento recuerdo ese sueño que tuve cuando Vanessa lo hirió pero la diferencia es que ahí cargaban con antorchas y esta vez es real y traen armas de fuego.
-Suéltame y corre o te matarán- grita y me niego a soltarlo -Sabrina tienes que correr.
-Si te vas me voy contigo- le grito llorando.
-Te amo preciosa- con la mano libre aparta la mía y cae al vacío.
-Adam- un grito se escapa de mi garganta dañando mis cuerdas vocales, pero por alguna razón mis lágrimas dejaron de salir, ahora desbordo de rabia y me pongo de pié agarrando el cuchillo que cargaba y lo único que quiero en este momento es lo que mi naturaleza me pide "Matar".
#7806 en Fantasía
#2947 en Personajes sobrenaturales
#3661 en Thriller
#1881 en Misterio
Editado: 17.01.2023