Gracias por todo, pero ya no más.

Y siempre que siento que te extraño, me basta con mirar el ahora para entender por qué no estás a mi lado, y a veces que quisiera mirarte en un futuro conmigo, recuerdo todas esas noches en las que no dormí pensando en tu bien, mientras tú lo conocías a él un café.

¿Nunca pudiste pensar acaso en el daño que provocaste con tu partida? Me volví alguien inseguro, perdí oportunidades con chicas, y aunque no deseo culparte porque no todo ha sido de tu parte, me sentía vacío, insuficiente para la vida. Si ya no me querías, pudiste decirlo, no tenías por qué engañar a mi amor con ese chico.

Te quería tanto, pero aun así pude haberte entendido, ¿No lo sabias?

Aquella tarde, aquél mensaje tuyo de "No me llames amor, no me gusta" me bastó para entender que hace tiempo te habías marchado, que la persona que estaba a lado mío no era la misma de la cual yo me había enamorado. Que la vida no siempre nos brinda lo que queremos, que no todo es color de rosa, que un día puedes estar abrazando a quien quieres y al siguiente puedes estar abrazando... solo su recuerdo.

Hoy he vuelto a saber de ti. Puedo confirmar que, las personas siempre vuelven. Después de enterarme de tu dramática ruptura con él, vuelven a mí los screenshots de tus estados sobre mi casi a diario. ¿Qué me mencionas ahora? ¿Qué te has dado cuenta de quien no valora?

Ya no me ocurre eso de hablar de ti como antes, lo entendí en cuanto supe que tenías a alguien. Y aunque ya pasaron años para esperarte, dentro de ellos anhelaba estar juntos por mucho tiempo, esta vez ya no estoy seguro. Ya no formas parte de mis sueños, oculté nuestras fotografías de redes, guardé el anillo, archivé nuestra historia y si alguien me pregunta, siempre digo que fuiste una buena persona, porque ¿Qué caso tiene contar lo nuestro cuando todo se ha perdido conforme los años? ¿Cuándo me costó más superar los malos momentos que agradecer por los buenos? 

El tiempo va avanzando, va evolucionando, y nuestro círculo social se olvida, solo aplaudía lo bien que te veías, inclusive muchas madrugadas quise engañar a mi mente intentando pensar que a el amor de mi vida había encontrado ya, y eras tú. Lo creí por meses. Rechacé invitaciones. Perdí amistades. ¿Imagen? ¿Qué era eso cuando te lloraba? ¿Cuantos estados no puse? ¿Cuantas veces no recorrí las calles esperando encontrarte? ¿Cuantas veces no lloré por sentir que no fui lo suficiente? Y entonces hoy sólo puedo ver lo que publicas con nostalgia, porque a pesar de todo no fuiste una etapa mala.

Ya formas parte de mis escritos, de mi pasado. Ya no dueles porque cuando volví a saber de ti le pedí al cielo que no te sintieras igual como tú me hiciste sentir a mí. Ojalá su partida no te haga llorar, que no te haga pasar meses pensando que tan fácil te pueden reemplazan. Y si la vida dicta que ya no eres para mí, por favor, no intentes más hacerme volver, no regreses. Vete y llévate todo lo que recuerdes de mí, que yo ya no soy al mismo que conociste, aprendí. Ya no más