Claramente me atrevo a llamarle huracán,
Porque no hay sinónimo más perfecto que le pueda describir.
Y a éstas alturas me hubiera gustado haber hecho caso,
Porque entonces no estaría aquí.
Llegó como una suave brisa de verano,
Cambiando mi mundo a su paso.
Yo, cegada tal vez por su belleza,
No me daba cuenta de lo que causaba en mí su presencia.
Poco a poco mis ideales cambiaron.
Mis metas, mis opiniones, mi “desagradable” escote,
Todo giraba a lo que el dictara, lo que tanto había deseado,
Y fueron reemplazados por silencios que mantenían el porte.
No entendía porque ellos decían que no era bueno.
No importaba cuantas veces me maltratara,
Total, era algo pasajero,
Si me contentaba siempre con regalos a la siguiente semana.
Durante meses me hice presa de ello y me aferré como un niño,
No me importaba nada más que no fuera aquél.
Los moretones en mis brazos significaban cariño.
y mis alrededores seguían enojándose conmigo.
Pasé por miles de confusiones en mi mente,
Pero los alejaba cada vez que decía que me amaba.
Círculo vicioso, afecto carente,
Vaya desenlace que me esperaba.
Y como todo huracán al finalizar...
La consecuencia de idealizar su amor,
Terminó destruyendo mis lazos, mis días, mis esperanzas al esperar,
Sin saber que era dependencia hacia alguien que me reprimía por ser yo.
- Poema realizado para ensayo de universidad "Violencia en las relaciones socio afectivas de pareja"