Él

Y solo le pido al cielo que ninguna persona ¡Ninguna!

Le opaque ese brillo tan perfecto que posee.

Que esa alegría y metas los conserve,

Que nada le arrebate el sueño por las noches.

Que él valore y le valoren como merece,

Vale oro, lo juro.

Que jamás cambie esa chispa.

Si, aquella que voy buscando desde hace meses.

Estoy consciente de que en cada lugar de la ciudad él estará.

Que cada que abrace, bese o empiece a andar su esencia llevaré

Pero quizá es lo correcto, dejarle ir, ser.

No importa el cariño, si él es feliz seguro algún día yo también lo seré.

Solo no intenten convencerme de ocupar su lugar,

Pues yo no he sido educada para amar así.

Y que no me pregunten de amor

Porque entonces creo que no podré y me romperé.

No estoy muy segura si el pasado es mi refugio.

Si las mejores historias contienen magia y trucos,

Solo sé que ahora es lo único sólido y certero

No quiero descubrir algo nuevo.

Si vienen personas mejores para mí, no ahora por favor.

Mi corazón se encuentra herido, tiene miedo al vacío.

No quiero más enamorarme, ilusionarme.

No por hoy, basta.

Sé que si me enredo en amoríos,

Más que líos,

Seguramente en mi silencio estaré velando sus sueños.

Quiero saber, ¿Cómo dejar de sentir algo que no se puede tocar?

Aunque no sepa cómo sacarle,

Ni siquiera encuentre el antídoto.

Me niego a buscar puesto que en mis ojos le abrigo

No importa cuántos poemas más tenga que plasmar para poder sanar.

Déjenme llorarle, déjenme llenar las páginas de él

Estaré dibujando en esas hojas el universo,

Es perfecto en el que las cosas si puedan ser.

Déjenme gritarle que aún le amo y que no estoy bien.

Déjenme, algún día le superaré.