Lo Que Nunca Esperas

Capítulo 16

Me encuentro sentada en mi cama mirando mis pies con vergüenza sintiéndome completamente culpable y estúpida por lo que hice.

Sé que cuando estoy en ese tipo de situaciones no razono del todo bien y cualquier idea que pasa por mi cabeza suena razonable y ejecuto cualquier plan sin siquiera detenerme a pensar en las consecuencias ¿Pero escapar? ¿Estar tan lastimada, frustrada y confundida que escape de aquella forma? Y no solo eso ¿Como pude olvidar el maldito rastreador? No es que no esté feliz porque me hubieran encontrado porque si no... De otra forma...

Aun puedo sentir sus manos sobre mí, incluso la sensación de su erección rozar contra mis nalgas me es totalmente repulsiva, mi corazón se acelera y el miedo aflora en mi nuevamente como cuando era una niña y aquello sucedió.

Cierro los ojos con fuerza tratando de apartar aquellos pensamientos de mi cabeza y puedo ver de nuevo el cadáver de aquel hombre en el suelo.

Un escalofrío recorre mi espalda.

-Espero que te pudras en el infierno- murmuro por lo bajo.

-¿Ahora que hice?- escucho que pregunta Levid sacándome de mis ensoñaciones y me sobresalto en el acto.

Levid está parado frente a la puerta evaluándome con la mirada con vergüenza, se supone que estaban hablando por teléfono cuando subí a la habitación y agradezco no haber visto a Jack nuevamente después de patearlo; sin embargo Levid se acerca y se sienta a mi lado.

Se de antemano que estaban hablando con sus superiores por teléfono, se de antemano que los estaban regañando y por la mirada de los 3, las cosas no iban para nada bien.

-Levid...- murmuro con disculpa mirando el piso avergonzada- Gracias... por lo que hiciste- digo finalmente- Lamento...-

-Giselle...- me interrumpe en el acto sin permitirme disculparme, poniendo una mano sobre mi hombro haciéndome callar y mirándome con calidez- No tienes nada que lamentar, nada de esto es tu culpa, fuimos nosotros los que te hemos descuidado, no solo nos estamos confiando a tal grado que has podido escapar de nuestro cuidado o que has salido de la casa sin estar realmente protegida, sino que también estamos siendo demasiado duros contigo y no te estamos cuidando como deberíamos hacerlo y soy yo el que te debe una disculpa por eso- asegura poniendo una mano sobre mi mejilla y acariciándola con su pulgar- No vuelvas a escapar por favor...- pide- No tienes idea de lo que sentimos cuando escuchamos la alarma, o cuando notamos que nadie había entrado sino que alguien había salido…- niega con la cabeza- Y cuando esos imbéciles...- esta vez su mirada cambia y mira hacia otro lado, apretando los puños con furia para después suspirar- Tranquila... nadie te lastimara, esta es una misión si y tenemos que mantenerte segura, pero Giselle, te diré algo en este momento, esta misión es tan baja y que realmente es un insulto que nos pusieran en ella, sin embargo te tenemos que cuidar mientras la misión dure, pero te diré algo más, no puedo hablar por los otros pero, yo te protegeré a como dé lugar, lo prometo- asegura acariciando mi cabello y mirándome fijamente a los ojos.

Cierro los ojos con fuerza y después miro el suelo avergonzada.

No merezco que este consolándome, no después de lo que hice.

-Uno de ellos está muerto- afirmo y él asiente con la cabeza- ¿Que va a suceder ahora…? ¿Qué va a suceder con… el cuerpo?- le pregunto mordiendo mi labio inferior y él suspira.

-No tienes nada de qué preocuparte, ya le he marcado a mi padre y agentes se harán cargo del chico muerto y los heridos, tranquila, no tienes nada de qué preocuparte, no eran más que simples violadores, no pienses en eso- pide y asiento con la cabeza.

Realmente aquello me tiene sin cuidado, esos bastardos merecen lo peor, si estuviera en mis manos… Si tuviera en mis manos a un maldito violador… No sé qué sería capaz de hacerle a ese maldito si lo tuviera a mi merced; lo que verdaderamente me preocupa aquí… Es en los problemas que mis acciones van a causar.

-¿Están en problemas?- pregunto sin rodeos recordando sus expresiones y guarda silencio por un largo momento, sopesando su respuesta.

-Si- dice finalmente y siento la culpa calarme por completo.

-¿Cuál va a ser la repercusión? ¿Cuáles serán las consecuencias?- pregunto nuevamente y él suspira mirándome con pena.

-Por ahora, tendremos que cambiar de residencia- sentencia y lo miro expectante.

-¿Y después?- vuelvo a preguntar y desvía la mirada.

-Te cambiaran de guardianes en cuanto tengan unos nuevos- asegura y siento el alma caer a mis pies.

Automáticamente tomo su brazo y lo prenso con fuerza hacia mí mientras Levid me mira sorprendido de mi actitud mientras yo niego con la cabeza.

No más desconocidos, no más gente nueva.

-Por favor Levid- suplico- No me dejen- pido sintiendo mi corazón latir tan fuerte y tan constante que si no me cuido el corazón me saldrá del pecho y se estampara contra el rostro de Levid- Lo siento… De verdad lo siento, fui una estúpida, no debí hacer lo que hice, te juro que no volveré a hacerlo... por favor Levid... Perdóname- pido con rapidez.

Levid niega con la cabeza y detiene mi enorme disculpa.

-Esto no es tu culpa Giselle- dice rápidamente acariciando mi cabello para consolarme- Nosotros no debíamos perderte de vista en ningún momento, no debíamos de alterarte o de dejar siquiera la puerta abierta…- parece recordar algo- ¿Escuchaste nuestra discusión cierto?- me pregunta finalmente y asiento con la cabeza sintiendo una punzada de tristeza nuevamente al recordar lo que dijeron sobre mí.



#411 en Detective
#285 en Novela negra
#5461 en Novela romántica

En el texto hay: secuestro

Editado: 18.04.2018

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.