Al día siguiente el volvió, Dylan vino antes de la escuela a mi habitación en el hospital a hacerme compañía, a pesar de que hoy no tenia por qué venir.
Vino por mí.
Me desperté con su cara cerca de la mía, mirándome con esa sonrisa chueca.
-¿Que haces aquí?.- Le dije, medio dormido y medio asustado, apartándome bruscamente.
-Mi padre quería venir a ver a tu madre, y yo quería traerte esto.- Sacó de su mochila uno de esos muñecos que me dijo que tenía, era calvo, vestido igual que yo pero con sangre y tenia los ojos llenos de ojeras con una mirada que daba escalofríos, como si se pudiera ver sufrimiento a través de sus ojos de plástico.
-¿Y ésto?.-Pregunté confundido.
-Me recordó a ti, te lo regaló, te hará compañía cuando tengas miedo y...-Se acercó a mi oído y como si fuera el mayor de los secretos, me susurró.- Espantará las pesadillas.
-¿De verdad?.
-No lo se, tal vez.- Contestó encogiéndose de hombros.
Quería probar si eso era verdad, y lo haría en cuanto Dylan se fuera, de todas formas se fue antes de lo que me hubiera gustado, su padre tenia que llevarlo a la escuela. Eso me hizo pensar que extraño la escuela.
Se despidió y prometió que pronto volvería.
Una parte de mí creía que mentía, y la otra parte quería que el tiempo pasara rápido para que el volviera.
En el resto del dia no paso nada memorable, salvo que la enfermera Sara me regaño por no comerme toda la comida.
-¡Ni siquiera la gelatina!- Exclamo, enojada.
-Eso no tiene pinta de gelatina, se parece mas a vomito regurgitado. Es completamente incomible.
-¿Y el pollo?
-El pollo esta crudo, pareciera que el pollito al que le pertenecia esa extremidad hubiera estado vivo hace cinco minutos.
-Aun asi tienes que comertelo, no por que te estes muriendo puedes hacer lo que se te de la gana.- Sentencio, y yo me le quede mirando sin responder nada.- Si sigues asi voy a tener que envenenarte.
Lo dijo como una broma, pero yo lo tome mas como una amenaza.
Odio la comida de hospital, pero creo que odio mas a esa maldita enfermera. Hasta Dylan la odia, y eso que el tiene cara de ser un angel incapaz de odiar a nadie.
Lo que quedo de la noche me la pase inventando diferentes maneras en las que la enfermera Sara podria morir.
Editado: 23.08.2021