Sueño con un niño, su nombre es Daniel, murió hace varios años en la misma cama de hospital en donde yo duermo todas las noches.
No le gusta que yo duerma en su cama.
No le gusta que yo lo vea.
Y sobre todo no le gusta que yo viva mientras que él está pudriéndose bajo tierra.
Por eso me observa. Siempre me observa fijamente, esperando a que yo también me muera.
Aveces me mira desde un rincón alejado de la habitación, y otras veces puedo sentirlo acostado en la cama conmigo, mi cuerpo se tensa y él sonríe.
¿Sabes lo que se siente ser observado continuamente?, ¿Y sabes lo que se siente que el que te observa este al lado tuyo... Y te susurre al oído cosas sin sentido?
-Mañana... Ella morirá mañana... ¿Eso te excita?... ¡¿Eh?!... Si, sé que te gusta pero... Amarás más su cráneo cuando se desprenda de su cuerpo... Querrás más sus ojos cuando se los arranquen de sus órbitas... Créeme, sé que lo harás, ... Se que la amarás más cuándo este muerta.
Sus palabras susurrantes en mi oído hacían que sintiera un horrible escalofríos en todo mi cuerpo.
-¿Te lo imaginas?... Cojertela estando muerta... Sentir su piel fría... Penetrarla con una navaja... Cortar sus pechos... ¡¿Te lo imaginas?!
Intento no escucharlo, intento despertarme, pero no puedo.
-Algún día ella te amará... Pero morirá... Y tu igual...
¿De qué carajos habla?
Y luego de un rato, no soporto más, y me volteó para verle a la cara, él de pronto se queda callado, y ahora soy yo quien lo mira fijamente y al fin comprendo por qué le costaba tanto hablar, Daniel tiene la mandíbula destrozada, se le puede ver la lengua que le cuelga inerte, y la saliva que le cae por la barbilla.
A él no le gusta que lo observen.
El silencio que le siguió luego fue tan tenso que me asuste cuando fue roto por el más horrible alarido que había escuchado en mi vida.
Daniel estaba gritando, o al menos lo intentaba.
Con un rápido movimiento, se coloca encima de mi a horcajadas, y comienza a rasguñarme los ojos con sus largas uñas.
-¡No... Me... Mires!
Editado: 23.08.2021