Dos horas después donde estuve la mayor parte del tiempo sintiéndome culpable lo que había hecho me encontraba frente a la computadora dando vueltas en la silla giratoria.
Silla, no que fue hasta ese momento que me di cuenta lo cómoda que era.
—Me estas mareando— Dijo Jasper saliendo del despacho y colocando una nueva caja marrón sobre la vitrina.
—¿Y eso?— pregunte ignorado lo anterior mientras me deslizaba hasta su lado.
Tuve que estirar mi espalda para ver dentro de la caja.
—Hoy es la primera venta de "Una noche oscura"— respondió sonriendo como si aquello le hiciera feliz
Mmm
—¿De qué trata?
Por un segundó, dejo de sacar los juego y paro en seco a verme.
—Matanza y sangre .
—Cool, a mi hermana le gustaría— mencione recordando que Cands le gustaban esas películas.
Asumí que era lo mismo.
—Harriet no tiene pinta de gustarle esto— rio para el mismo volviendo apilar todo.
—No, a ella no. A candace, mi hermana menor— le explique volviendo a dar una vuelta sobre la silla— Tengo tres hermanas.
Me miró unos segundos hasta que finalmente asintió y dejo la caja vacía en suelo.
—Que triste— se burlo pasando una mano por su cabello— No soportaría convivir con alguien más.
—¿Y Jayden?— pregunte torpemente
Su mirada se tornó seria.
Su lindos ojos verdes por un segundos se volvieron mucho más oscuros.
—No vivo con Jayden. Es el hijo de la novia de mi papa— explico intentando sonar tranquilo.
—Aun así es tu hermano.
Volví a atacar sabiendo ahora que claramente ese no era su tema favorito.
—Medio— escupió cruzándose de brazos— Hablas demasiado, empiezo a creer que ya no quiero salir contigo.
Tuve que parar de girar y abrir mi boca ofendida
Al ver mi reacción, sonrió coqueto.
—Tampoco quiero salir contigo, idiota.
No dijo nada, en cambio tomó un papel debajo de la vitrina y coloco arriba de esta.
"Abierta venta de Una noche oscura"
—Jayden es...
—Deja de hablar de Jayden— me Interrumpió ahora tomando cinta adhesiva y cortando cuatro pedazos con su boca.
Tuve que fruncir el ceño.
—Ahora tenemos un trato, donde lo incluye. Debes acostumbrarte a hablar sobre Jay...Sobre el— me corregí a mí misma al ver su cara.
—¿Qué edad dices que tienes?— pregunto ignorado lo anterior y volviendo a examinarme con la mirada.
Sus ojos se pasearon por mis piernas desnudas y una sonrisa tonta se apoderó de él
Tuve que cruzar la piernas con nerviosismo.
—Diecisiete— respondí intentando sonar tranquila.
Fue su risita la que me hizo fruncir el ceño.
—¿Que?
—Jayden jamás saldría contigo teniendo diecisiete— respondió tomándose del estómago—.Yo no le prestó atención a esas cosas, no te preocupes.
Tuve que alzar una ceja cuando vi giñar su ojo frente a mí. Otra vez me había ofendido.
Entre cerré los ojos desde mi asiento queriendo decirle mil cosas.
—Para que sepas Jayden me beso con catorce— escupí.
No hubo sorpresa en su rostro.
—¿Harriet sabe eso?— pregunto con poco interés.
Tomo el cartelito, le pego la cinta adhesiva y lo colgó en la ventana donde la gente paseaba por la plaza.
Me removí incomoda cuando volvió hacia mí y me miró esperando una respuesta.
—No lo sé.
Eso fue lo único que logré decir.
¿Que?
Ya lo sé, aún hay mucho que contar.
Retrocedemos algunos años.
Era 21 de Diciembre del 2014 —para ser más exacta— y Jayden y yo habíamos quedado para comprarle un regalo de navidad a mi hermana mayor.
Esa era la navidad donde él le pediría ser su novia. Jayden me había estado suplicado por semanas que lo ayudase a buscar el regalo perfecto para ella, y yo como toda una pelota accedí.
Horas después tener el regalo entre sus manos nos encontrábamos en el viejo parque cerca de casa donde solíamos pasar el rato para conversar. Habíamos estado hablando de cualquier cosa hasta que volvió a hablar de Harriet.
Cuando el la nombraba sus ojos se iluminaba y esa sonrisa perfecta solo demostraba enamoramiento.
Estuvo contándome lo emocionado que estaba hasta que se detuvo y me miró expectante.
—¿Sabes lo que digo?— pregunto dejando de columpiarse— ¿Sabes lo que es estar enamorada?
Recuerdo que esa pregunta me dejó pensando.
¿Yo estaba enamorada de Jayden?
—No lo creo.
Lo vi dedicarme una sonrisa tranquila.
—Es diferente cuando alguien te gusta— comenzó a decir—. Yo no me di cuenta cuando me empecé a enamorar de Harriet, pero si cuando me empezó a gustar. ¿Hay alguien que te guste justo ahora?
Tú me gustas.
—Yo...—rasque mi brazo cuando me sentí nerviosa—No, no me gusta nadie—mentí sin siquiera mirarle la cara.
Asintió con su cabeza y luego volvió mirar al cielo.
—Cuando te gusta alguien no sueles pensar en otra persona— suspiro — pero cuando estás enamorado, no puede ni dormir sin imaginar una vida junto a él. Yo no puedo imaginar una vida sin Harriet
Auch.
Casi por un segundo sentí mi corazón bajar con fuerza y dolerme el estómago.
—No estés con alguien que no pueda imaginar una vida sin ti— siguió dándome un consejo de vida— .Cuando di mi primer beso fue con mi primera novia, la amaba y después de ese beso tampoco podía imaginar una vida sin ella— rio sin ganas— ¿Con quién fue tu primer beso?
Sonreí ante su curiosidad.
¿Le importaba eso?
—Aun no lo he dado— respondí restándole importancia— .No busco que sea especial ni con alguien en específico, pero...— pase un mechón tras mi oreja— Tampoco tengo prisa.
Me miro un par de segundos pero no dijo nada. En cambio, se inclinó hacia mí.