_¿Estás segura Ani que quieres que vayamos?_ le preguntó su amiga con incertidumbre.
_La verdad es que no, Susi, pero se lo prometí a Lucas. En dos semanas entra a la Escuela Naval y me pidió por favor que fuera a su despedida. Hemos sido amigos desde siempre. Prácticamente hemos vivido juntos toda la vida, así que tengo que ir aunque no tenga muchas ganas. Y no es por él, créeme, es por el idiota de Tomás, que seguro también estará ahí. Él también se unirá a la Marina por lo que también es parte importante de la fiesta. Solo espero que no intente hacerme daño_ le dijo Ani con resignación.
_No te preocupes mi Ani linda, yo estaré contigo para protegerte de ese infeliz_ le dijo su amiga haciéndole gestos de fuerza con sus brazos como si fuera una súper heroína dispuesta a salvarla del villano.
_Gracias, Susi_ le agradeció divertida ante la ocurrencia de la chica.
***
Lucas había decidido a sus 18 años seguir la tradición militar que fluía por las venas de cada varón de la familia Müller. Su abuelo Raimundo había sido Vicealmirante. Su padre Emilio era Capitán de Fragata, su hermano Santiago era Piloto de guerra, Su hermano Esteban estaba especializándose en Ingeniería Naval y su primo Benjamín, estaba preparándose para ser Médico Naval. Estaba feliz por cumplir las expectativas familiares, pero también porque ese siempre había sido su sueño.
Lo único que lamentaba era que tendría que alejarse de su familia mientras estuviera en la escuela y también de Ani. Ella era una parte muy importante de su vida. Era como su hermana pequeña pero también su mejor amiga. La había visto crecer y pasar de niña a mujer, una muy hermosa por lo demás. Tanto, que no le gustaba que sus amigos y compañeros la miraran demasiado. Sentía que debía protegerla de todos esos ojos libidinosos que según él, se posaban sobre su pequeña Ani.
No sabía qué mezcolanza de emociones tenía en su interior cuando estaba con ella. Quería protegerla de cualquier amenaza, fuera esta real o imaginaria. Se había vuelto un tanto aprensivo con ella sobre todo después del incidente de la piscina. Ya habían pasado unos buenos años ya de eso y no había vuelto a pasar ningún episodio de bromas de nuevo. Ramiro y Paulo parecía que habían madurado y Tomás por su parte no volvió a insistir en amigarse con Ani, cosa que tranquilizó bastante a la pobre chica ahora que volvería a toparse con ellos nuevamente.
En la fiesta, a diferencia de la que tuvo Lucas a los 9, esta vez sí había más mujeres. Eran amigas de otras escuelas que habían estado conociendo a Lucas y a sus compañeros a lo largo de los años. Algunas estaban emparejadas con ellos y otras iban detrás de los solteros que aún quedaban del grupo, incluido Lucas.
La sala VIP del bar estaba llena. Todos reían y bebían deseándoles a los futuros marinos que pudieran “levar anclas” con éxito. Ani y Susi estaban disfrutando del ambiente, aunque un tanto apartadas por no conocer más que de vista a la gran mayoría de los que estaban ahí.
Lucas bailaba junto a una de las chicas que lo pretendían, pero sin darle mayor importancia. Estaba un poco mosqueado porque previamente había sacado a bailar a Ani y ésta no había querido bailar con él. Y no porque no quisiera, es solo que le avergonzaba no saber hacerlo muy bien. No había tenido muchas oportunidades de ir a fiestas a lo largo de su juventud, así que no era para nada diestra en las artes danzantes y por lo mismo lamentó tener que declinar.
Mientras Lucas bailaba, con bastantes copas encima, vio cómo Ani salía de la sala VIP. Supuso que iría a refrescarse del pesado ambiente que envolvía el lugar. No pasó más de un minuto y ve de pronto cómo Ramiro también salía discretamente. Por su parte, dejó a un lado a su compañera de baile y se apresuró a salir de la sala temiendo que Ani se vería en una situación difícil con Ramiro rondando tras ella. Rogaba estar equivocado, pero no fue así.
Se escondió detrás de un pilar y observó cómo Ramiro esperaba a cierta distancia a que Ani saliera del sanitario. Cuando estaba dispuesta a volver, Ramiro la toma del brazo e intenta besarla a la fuerza mientras Ani forcejeaba por soltarse. Lucas corrió rápidamente a su lado y sujetó el brazo musculoso de Ramiro apartándolo de Ani.
_¿Qué crees que estás haciendo?_ lo enfrentó Lucas con rabia.
_No es de tu incumbencia, Müller_ le espetó Ramiro indudablemente molesto por la repentina interrupción.
_¿Ah, no? Se te olvida que Ani es parte de mi familia y como tal es mi deber cuidarla de imbéciles abusivos y sinvergüenzas como tú_ lo insultó Lucas conteniéndose para no propinarle un fuerte puñetazo.
_Esta bien, me retiro por ahora, pero eso no significa que me de por vencido. Algún día me comeré tu boca, princesa_ le dijo Ramiro a Ani con una media sonrisa en su boca y dándole a Lucas una mirada de desafío latente.
Ante tal provocación y con un mar de ira desbordándose fuera de sí, Lucas le dio el puñetazo contenido por eternos minutos y que fue incluso más fuerte que el que Esteban le había dado años atrás. Ramiro estuvo a punto de devolver el golpe cuando miró por sobre el hombro de Lucas a la figura masculina que lo observaba de lejos, abandonando la idea de golpearlo y prefiriendo irse del lugar con la impotencia aferrada a su piel y una mueca que daba a entender que tarde o temprano se las pagarían.