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TORRE EIFFEL.
En cualquier segundo pueden venir Adrián y yo aquí con una incertidumbre comunal, varias prendas y no sé qué elegir. Me decidí por una blusa de tela de hombros caídos y de mangas largas blancas que deja ver mi ombligo, falda jean negra con botones al frente y cintura ceñida con dos bolsillos al lado y los combiné con unos deportivos blancos.
Me dejo el cabello suelto con una raya al costado; solo dejo de accesorios la pulsera de perlas del hechizo de protección de Kahel y el collar que me dio mi tío Adán.
Mi rostro no tiene ningún cosmético porque no me gusta. Rebusco entre todo el desorden mi celular y agradezco a Lucas por regresarlo con un hechizo.
Aún faltan varios minutos para que me venga a recoger Adrián; me recuesto en el ventanal y veo que el panorama es bellísimo a esta hora. Toda la angustia que sentí todo el día se disipó al ver el ambiente.
Ver a las personas caminar tranquilas por las calles y a otros salir de almacenes. Me hacen sentir que, cuando con Cole íbamos a ver películas o solo dar una vuelta, la sensación que me brinda es tan plena que me regocija y sin pensarlo me teletransporto en plena calle transitada.
Me uno al grupo y caminó sin rumbo, cada paso y mejor vista tengo. Detengo mi andar. Al fijarme en dos niños jugando amenamente por los rasgos, deduzco que son hermanos; me dan la sensación de recordar a Kahel y a mí cuando eramos unos mocosos molestando a mamá.
__ Tenía la idea de recogerte en tu habitación, ¿cómo en una cita? __ La voz y el aroma me confirmaban de quién era.
__ Quien dijo que esto era una cita normal, __ contraataque, quiero ver cómo se ingenia en contestar.
__ Realmente lo sabía, pero quería que sea romántico __ alzó los hombros como si fuera lo más importante.
¡Qué astuto realmente es mi novio!
__ Antes de irnos quiero preguntarte algo __ asiente levemente con precaución __ ¿Qué aroma tengo?
Me atrae a sus brazos tibios y hunde su nariz en el hueco de mi cuello, y siento su respiración en cada vello corporal.
__ Hueles a jazmín, toque de lavanda y chocolate; realmente es delicioso.
A eso huelo, qué inusual. La mayoría de los libros que pude leer en la biblioteca de la mansión de mis abuelos, las mates de los alfas, huele similar a él. Creo que mi caso no funciona, ya que ambos somos alfas.
Presivo más su aroma y me descontrolo; mi visión se puso igual al día de inscripciones. Los colmillos de mi encía me comenzaron a darme una comezón; me incitaba a morderlo. Bajé la cabeza hasta su pecho para que los latidos de su corazón me calmaran. Aun veo como si fuera un aparato que estuviera haciendo rayos x.
Sino me equivoco, debo de tener mis ojos de color rosa; los cierro y los vuelvo abrir, pero aún veo a través de las cosas.
__ Sucede algo, ¿pequeña, estás temblando?
Temblando, desde cuando lo estoy haciendo. Esa no es la pregunta sino porque estoy temblando.
__ Pequeña, contestame. __ Me zarandea y me hace recapacitar; poco a poco vuelvo a ver normal. Eso me dio miedo; acaso así va a hacer de hoy en adelante.
__ Relajate; no fue nada grave.
Veo que no me cree, pero no insiste. Debo de controlar esto de cambiar de ojos y mi oído muy agudo, sino un día no llegaré a tolerarlo y saldré herida. Selene tiene que explicarme cómo controlar esto.
__ Gracias por estar conmigo; realmente para mí aún es difícil asimilar mi procedencia y todo lo que abarca. Y eso de las almas destinadas fue algo que no creía hasta que te conocí. No digo que cuando te vi por primera vez sentí una aura muy fuerte; te tomé recelo y aún en mi mente me repetía que no podía mirarte de otros ojos que no sea como mi hermanastro. Pero maldita sea que no pude; sin darme cuenta me comenzaste a importar al punto de enamorarme. __ Me atrae más a su cuerpo y siento su aliento en mis cien.
__ No eres la única a quien le pasó eso; el primer día que te conocí quise reclamarte como mi Luna, pero controlé a Jacob. En ese tiempo eras humana y pensé que eso te iba a asustar. Cuando me invitaste a tomar algo me llenó de alegría esa petición que no dudé en aceptar. __ Me alza la barbilla para que mire sus hermosos ojos celestinos. __ Tu actitud es distinta a las chicas de tu edad y eso me atrae. Aunque compartamos un hilo del destino, podemos quebrarlo si deseamos, pero yo jamás pienso hacer eso. Porque te amo. Mi pequeña luna.
Uno nuestros labios. No pienso en nada más que en él. No hay duda que Selene no se ha equivocado en unirnos a ambos.
__ Preparada para ir a nuestra cita, aún recuerdo que dijistes que no te asombrabas con cualquier cosa. __ Pasa su mano derecha por su cabello y ese afecto lo hace ver adorable, hasta incluso tierno.
Es verdad; eso dije cuando lo invité a beber algo. Creí que no le había cogido importancia, pero al parecer me equivoqué.
__ Y piensas impresionarme __ sonzacate.
__ Eso planeo.
Me coje de la mano y en respuesta mis labios gustosamente sonríen. Jamás pensé enamorarme como lo estoy de él.
Quedamos al frente del círculo gigante dibujado en el suelo; es aquí donde las personas que no poseen magia pueden teletransportarse de una manada a otra hasta incluso entrar al reino. Nos situamos en París; no tuve tiempo de refutar, ya que me encontraba entre hierro pudelado. Lleve mi dedo índice al metal helado y comprobé que sí era hierro, pero la incertidumbre me carcome ¿donde estoy?
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Editado: 27.07.2024