CAPITULO 24

24

MORIR O DEJAR MI MAGIA.

Itziar Valois

¿Qué mierda me acaba de decir?, dijo Matar sin ninguna sutileza; ¡qué sádica nos ha salido! Tantas veces que me han dicho que me van a matar que ya me he acostumbrado; irónica es la vida.

__ Bájale dos rayitas a tu locura ¡Demente! __ Anuncié al borde de la locura: ya no puedo con esto.

__ Primeramente, mi nombre no es demente y tú mejor que nadie debes saber sobre el sacrificio.

Espérame un ratito, me estás diciendo que no es un simple asesinato sino un sacrificio; se mejora la situación. ACASO ESTAS SAFADA DEL CEREBRO porque es lo único que se me viene al escuchar que quieren ver sangre.

__ ¿Cómo rayos quieres que no te llame así, si justamente me has dicho que me quieres matar? ¿Psicópata, te suena mejor?

__ ¡No sabes nada!, nadie te ha educado correctamente como la reina que debes ser…

__ Sabes, tienes razón. No tuve una educación digna de la realeza porque el mejor amigo de mi padre declaró una emboscada y mató a mis progenitores, y como apto unos civiles sin nada de conocimiento alguno de la monarquía me criaron… Recién hace tres años sé de mi procedencia y no he tenido tiempo de educarme, ya que me han querido matar, tuve que detener una guerra, estuve de luto y mucho más. Y no dejemos que unos completos desconocidos irrumpieran la casa de mi amiga, y dicen que me quieren sacrificar… ¿Dime, cómo quieres que esté? ¿Feliz?, ¿conmocionado por su llegada?…

__ Tú, realmente, no sabes a quién te estás dirigiendo, Reinita. Queremos el equilibrio y tú lo has quebrado.

Contesta el mismo chico de enante, él cual lo calle. Parece que es masoquista.

__ ¿Quién demonios eres para dirigirte hacia mí? __ Anuncie algo severo; ya no me importa usar mi título de reina; si se aclara este enrollo de una, no hay discusión.

__ Deja de ser impulsivo, __ observa al chico moreno y suspira antes de dirigir su mirada hacia mí. __ Perdón, por suponer su antecedente, majestad, pero lo que dice mi subordinado es verdad; ha quebrado la línea del equilibrio.

Creo que debo calmarme, sino está conversación no irá a ningún lado.

__ Dánae, mi papá pronto llegará y si ve la casa llena de criaturas sobrenaturales, no crees que será un problema. __ Melany susurra cerca de mi oído con voz calmada.

Estoy intrigada; ellos entraron en la casa que impone un hechizo; pagué el precio cuando hice magia. ¿Pero ellos? ¡No veo indicios de desmayos!

¿Qué son realmente?

__ Hay que salir de aquí. Sino se percataron, entraron en la casa de una cazadora de criaturas mágicas.

__ Ya es tarde __ interviene Sebastián.

Agudizo el oído y el temor me invade; el Sr. Bullock está abriendo la puerta del cobertizo.

Lo único que puedo hacer para no declarar una guerra y que la gente humana se entere de nuestra existencia; es… teletransportarnos. Pero el precio será fatal; sin embargo, es mejor quedar inconsciente que ver sangre correr.

Cierro los ojos para poder canalizar mejor mi poder, pero no mejora en nada; el hechizo me limita.

__ Dánae, ¿Has algo ya? __ me inca Melany con voz preocupada.

Escuchó que el Sr. Bullock baja del auto mientras teclea en el celular; el temor pasó a transformarse en terror.

__ No funciona, Melany. ¡Tu padre nos matará!

__ Eso no pasará, ven. ¡Dame tus manos! __ Oriana extiende su mano, mientras escucho que el Sr Bullock mueve la perilla de la puerta, tenemos menos de 10 segundos antes que comience la masacre.

Juntamos nuestras manos y la presión de la limitación del hechizo se volvió vulnerable tanto que no lo sentí; sin embargo, no espere lo suficientemente para preguntar ¿Qué era que acaba de hacer?

Jamás sentí que teletransportarse era lo más fácil de conseguir. Hasta este momento, Oriana liberó la fatiga y el bloqueo en un santiamén porque estábamos a más de 3 cuadras de la casa.

Oriana suelta mis dedos mientras cambia su expresión a una más relajada.

__ ¡Pero qué has hecho! ¡Yo debía de quedarme!

Fulmina gritando Melany a la chica de ojos azules.

__ Yo, ¿cómo iba a saberlo? ¿Debiste avisar antes? ¡No me culpes ahora! __ contesta Oriana con enojo y frustración.

__ ¿A tu habitación? __ preguntó.

Asiente mientras la teletransporto hacia ahí. Menudo momento acabamos de pasar, pero en cambio el ambiente aquí se volvió hostil y poco agradable.

Ahora, bajo la luz de las farolas, puedo ver lo inexpresivo que se encuentra. Todos los compañeros de Oriana, y contando con ella, son de piel oscura y ojos celestes, una característica muy marcada en cada uno. Algunos tienen algún tipo de arcillo en la oreja, mientras otros tienen una lámina fina sin mucho grosor bajo los hombros.

No siento dolor como antes y agradezco que sea tan de noche, que como siempre la mayoría de la red falla y no captaron nuestra aparición las cámaras de seguridad.

__ ¿Cómo hicistes eso? ¡Anulaste completamente el hechizo de la casa! .

__ En serio, ¿no sabes nada? Somos seres que repelemos cómo creamos magia.

¡Si!, estoy perdida. Ni cuando leí los libros de la biblioteca del castillo esa vez, no encontré ni siquiera una línea de su existencia y ahora están al frente de mí, ¡así sin más! Diciéndome que me quieren MATAR.

__ Haber, ¿Antes de todo, explícate? ¿Qué mismos son? __ interviene Kahel; justamente esa pregunta iba a hacerla.

__ No somos como tú, lobo; mi magia no proviene de la luna, ni como ustedes vampiros no nos alimentamos de sangre y mucho menos como tú caído no provenimos del cielo. Pero sí nos parecemos a ti, Itziar, no por la magia sino por nuestra descendencia. Alguna vez te has preguntado ¿por qué eres tan diferente? ¿De dónde vino la magia?

A qué quiere llegar con esto, en cierto punto. Jamás me había planteado eso. No le vi importancia. Todos decían que mi magia venía de la diosa Luna, pero ¿quién la precedió a ella?